Aglomeraciones, autos repletos y góndolas vacías en supermercados de Madrid
El miedo a quedarse sin productos de primera necesidad llenó este martes de clientes las superficies comerciales de Madrid y Vitoria y aceleró las ventas en muchas otras ciudades españolas.
Colas de clientes esperando a la apertura de los supermercados, aglomeraciones en los pasillos, estanterías arrasadas y nuevas colas ante las cajas para llevarse a casa autos atestados de paquetes de papel higiénico, harina, dentífrico, centenares de productos no perecederos y todos las carnes y verduras que se podían cargar.
"Nos han dicho que era un gripe, pero esto es mucho más. Yo me llevo todo lo que entre en el coche. Por lo que pueda pasar", aseguraba una clienta madrileña presa del pánico.
La decisión de suspender todas las actividades docentes en la Comunidad de Madrid y en Vitoria provocó nervios y aglomeraciones en los supermercados.
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Así lo reconoció el presidente de Mercadona, la principal cadena de distribución del país (con más del 25% de cuota de mercado), quien durante la presentación de resultados de la empresa lanzó un mensaje de tranquilidad.
Es el mismo mensaje de tranquilidad que enviaron desde todos los rincones del sector de la alimentación. "Hacemos un llamamiento a la calma y a no hacer acopio innecesario de alimentos", dijo Ignacio García Magarzo, director general de Asedas, la asociación que representa a la mayoría de cadenas de supermercados.
Las llamadas a la tranquilidad llegaban también desde las grandes superficies. En Anged, su patronal, explicaban que "con independencia del fuerte incremento de la demanda en algunos establecimientos o productos durante el lunes, el martes los lineales volvieron a estar repuestos y la cadena de producción, logística y distribución siguen funcionando con normalidad. Por ello, no es necesario un acaparamiento desproporcionado", insistieron.
Lo cierto es que la preocupación llevaba semanas instaurada. Los últimos datos publicados por la consultora Nielsen constatan que en febrero las ventas de alimentación no perecedera aumentaron una media del 8,3% respecto a enero, pero un 62,5% respecto a febrero del año pasado.
Entre los productos más demandados estuvieron las legumbres, cuya venta subió un 47,1%; el arroz, que subió un 44,9%; o las pastas, con un alza del 30,9%. Pero si hubo un producto estrella fue el termómetro clínico: su venta se disparó un 222,1%.