iProfesionaliProfesional

Los polos tecnológicos, una oportunidad para el crecimiento

Los polos tecnológicos, una oportunidad para el crecimiento
14/06/2004 - 03:00hs

En nuestro paí­s, los polos informáticos se están desarrollando poco a poco pero a paso firme. Con el apoyo de los gobiernos provinciales, las Universidades y las empresas. Hasta el momento contamos con tres polos: el Cluster Tecnológicos de Córdoba (Córdoba), el Polo Tecnológico de Rosario (Santa Fe) y el recientemente inaugurado Polo Tandil (provincia de Buenos Aires)..

Según estudios especializados, de los U$s 800 millones anuales generados solo por la industria del software en Argentina, conformada por más de 550 empresas, aproximadamente el 20% de estos ingresos se originan en los polos (alrededor de 160 millones de dólares), los cuales ya agrupan cerca de 80 empresas: 32 ubicadas en Córdoba, 39 en Rosario y el resto en Tandil. En consecuencia 15 por ciento de las empresas argentinas de TIC, tienen presencia en los polos.

El desarrollo de nuevos polos tecnológicos, como lo están intentando las provincias de Entre Rí­os o San Luis, sin dudas se convierten en el correr del tiempo no sólo como generadores de empleos calificados sino que crean las condiciones necesarias e ideales para lanzarse a la conquista de los mercados internacionales donde los productos argentinos tienen enormes potencialidades.

Es por eso que en la actualidad, y felizmente, nuestros polos tecnológicos están acompañando el patrón de desarrollo que generalmente se replica en otras experiencias internacionales. Se encuentran desarrollando productos y metodologí­as la estandarización y normalización requerida por el mercado. Hablar de calidad Desde hace unos años comenzó la tendencia (y lo que resulta la imposición natural del mercado) a que las empresas y sus productos se rijan por el estándar Caipability Maturity Model (CMM), algo así­ como certificación ISO. Desde hace dos años, 20 empresas de córdoba y ocho de Rosario se capacitan para obtener este estándar. Es de esperar que a fines del 2004, la Argentina sea el paí­s de la región con más empresas certificadas en CMM.

Creado por el Software Engineering Institut (SEI) y con apoyo del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, el modelo CMM se divide en cinco niveles de calidad. En el nivel 1 se agrupan las empresas principiantes, carentes de metodologí­a y donde todo sucede de manera desorganizada. En el nivel dos se encuentran las empresas con procesos de gestión de proyectos certificados de manera tal que sea posible repetir exitosamente estos procesos en cada uno de los proyectos comprometidos. Los niveles 3 y 4 son estados de madurez robusta y el nivel 5 es el óptimo, donde cada detalle del proceso está definido, cuantificado y controlado.

En nuestro paí­s, la mayorí­a de las empresas están certificando el nivel 2 y existen sólo tres empresas con el nivel 3. En Tandil y gracias al gran aporte de la Universidad Nacional del Centro ya están trabajando para conseguir CMM 3.Visión y crecimiento

Se podrí­a decir que teniendo visión y compromiso existe un horizonte de crecimiento. De hecho el proceso de desarrollo de polos informáticos es consecuencia directa de la alianza entre el Gobierno, las empresas y las universidades.

La decisión polí­tica de profundizar este camino es fundamental, pues será el Estado quien creará las condiciones necesarias para que las empresas puedan sumarse. Y la herramiento para esto es el marco que dibuja una ley que estimule a la industria, con incentivos como el aporte directo creando fondos para la financiación, la implementación de polí­ticas de incentivos impositivos, entre otros puntos. Esto será la herramienta válida para gestionar el cambio.

Un dato interesante es comparar un poco el tamaño de los mercados entre Argentina y Brasil. En la industria del software, Argentina tiene un mercado de 800 millones, mientras que Brasil es de 1.400 millones de dólares. Si tenemos en cuenta el tamaño de la población de 37 y 190 millones, respectivamente, podremos observar que con aproximadamente un sexto de la población brasileña, Argentina logra producir casi un 57% del total producido por el socio mayor del Mercosur.

Esto nos lleva a dos conclusiones muy interesantes: que los recursos argentinos son altamente productivos y que el potencial de crecimiento de Brasil en el área tecnológica es muy grande, por lo tanto un mercado interesante para las empresas argentinas. A esto se le debe sumar el protagonismo que tiene el estándar CMM en la región, esto es un buen indicador de una tendencia acertada.

En estos dí­as, Argentina contó con la presencia del profesor indio Sowmyanarayanan Sadagopan, director y fundador del Instituto Indio de Tecnologí­a Informática de Bangalore, que es el principal centro de investigación de nuevas tecnologí­as y formador de profesionales para la industria del software de India. En su conferencia, el catedrático mencionó a la calidad como el secreto del despegue indio. La India es el primer exportador mundial de software con un volumen anual de 14.000 millones de dólares anuales y que concentra dos tercios del total mundial de empresas certificadas en CMM.

¿Notable? Desde luego que si. El profesor Sadagopan consideró que la Argentina está aún en condiciones de replicar el éxito indio, aunque advirtió que debemos definir rapidamente una estrategia que estimule la generación de empresas. Además, señaló que de no tener una estrategia perfecta, no deberí­amos de dejar de buscar nuestro espacio en el comercio mundial, incluso de la mano o en sociedad con la India.

A modo de conclusión, podemos decir que la clave para hacer crecer el sector es: creación de empresas sin trabas burocráticas, desarrollar productos simples, buenos y de alta calidad. ¿Este modelo es aplicable al paí­s? Por supuesto que sí­.