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Murió el polémico Larry Flynt, magnate del porno: ¿cuál fue el origen de su éxito?

Junto con Hugh Heffner, fundador de 'Playboy', este "vendedor ambulante de obscenidades" como se describía a sí mismo, fue la cara visible de la industria
11/02/2021 - 09:06hs
Murió el polémico Larry Flynt, magnate del porno: ¿cuál fue el origen de su éxito?

Larry Flynt, el magnate del porno y fundador de la revista "Hustler", falleció este miércoles en su mansión de Hollywood Hills a los 78 años, poniendo fin a una vida marcada por el escándalo y el enfrentamiento con los poderes fácticos de EE.UU. en defensa de la libertad de expresión.

Junto con Hugh Heffner, fundador de 'Playboy', este "vendedor ambulante de obscenidades" como se describía a sí mismo, fue la cara visible de la industria pornográfica, lo que le costó numerosos juicios y un intento de asesinato que le postró en silla de ruedas. Una vida que Milos Forman llevó a la gran pantalla en 1996 en 'El escándalo de Larry Flynt', con Woody Harrelson interpretando al rey del porno.

Nacido en Lakeville, Kentucky, en 1942, tras pasar por el ejército y la marina Flynt se dedicó al negocio de los bares de striptease, y en 1968 fundó en Dayton, Ohio, el Hustler club, un local cuyo principal reclamo eran las camareras semidesnudas. Para promocionar el local comenzó a publicar un magazine que sería el embrión de la revista homónima, fundada en 1974 con enorme éxito. Tanto, que menos de un año después de aparecer en los quioscos Flint decidió desprenderse de sus locales para centrarse en la revista, que exhibía imágenes de mujeres desnudas rompiendo todos los tabúes de la época.

Larry Flynt, el magnate del porno y fundador de la revista
Larry Flynt, el magnate del porno y fundador de la revista "Hustler"

El imperio de la pornografía

Ganó su primer millón al publicar en 1975 fotos robadas de Jackie Onassis desnuda en una isla griega, lo que disparó las ventas de 'Hustler' hasta los 3 millones de copias. Este éxito le permitió construir un imperio de la pornografía con otras publicaciones, clubes y sex shops, estudios especializados en películas X y sitios web. Se estima que deja tras de sí una fortuna superior a los 100 millones de dólares.

La vida de Flynt, sin embargo, también tuvo un lado oscuro. Luchó duras batallas contra la adicción a las drogas y el alcohol, y su cuarta esposa murió de una sobredosis de heroína. Su hija, Lisa Flynt-Fugate, murió en un accidente automovilístico en el 2014 en Ohio a los 47 años.

El éxito de Flynt le puso en el punto de vida de la derecha religiosa y los grupos feministas, que le declararon la guerra tratando de cerrar su imperio, acusándole de indecente. No lo lograron, pero su exposición pública le convirtió en el blanco de Joseph Paul Franklin, un supremacista blanco que le disparó a la salida de un juicio con un rifle de francotirador, paralizándole de cintura para abajo y postrándole en una silla de ruedas dorada que se convirtió en una de sus señas de identidad.

Lejos de achantarse ante las denuncias, "el rey de los campesinos sureños" aceptó el reto y se convirtió en un defensor de la libertad de expresión, ganando en 1983 un juicio ante el Tribunal Supremo tras ser denunciado por un predicador televisivo que le acusó de difamación.

La revista Hustler, base del imperio de Larry Flint
La revista Hustler, base del imperio de Larry Flint

Flynt participó activamente en política, durante el escándalo Lewinski ofreció un millón de dólares a quien le diera información sobre escándalos sexuales de políticos republicanos. Años después, y antes de las elecciones del 2016, repitió la estrategia con Donald Trump como objetivo. En el 2017, Flynt saltó de nuevo a la palestra ofreciendo una recompensa de 10 millones por pruebas que permitiesen destituir al ya presidente. Y en el 2019, Larry Flynt Publications envió una tarjeta de Navidad a algunos miembros del Congreso republicano donde se mostraba a Trump muerto en un charco de sangre, con el asesino diciendo: "Acabo de dispararle a Donald Trump en la Quinta Avenida y nadie me asesinó", una referencia a las declaraciones del propio Trump, cuando presumió de que podría cometer semejante crimen "y no perdería votos".