Con aforo reducido, estrictos protocolos sanitarios y algunos estrenos, esta semana reabrieron los cines en la Ciudad y el Gran Buenos Aires.

Después del boom del streaming durante la cuarentena, los amantes de las películas podrán volver a sentarse frente a una pantalla gigante luego de casi un año. Con promociones y un incremento en los precios de las entradas que se ubicó muy por debajo de la inflación, desde el sector se mostraron expectantes en que "la rueda empiece a girar" una vez más.

Volver a los cines supone, también, recuperar una tradicional salida de entretenimiento para toda la familia. Para ello, un grupo familiar compuesto por cuatro integrantes (dos menores) necesitaría desembolsar entre $4.000 y casi $5.800 entre entradas, pochoclos, gaseosas y una cena rápida luego de la función.

Claro que, promociones mediante, ese monto puede reducirse. Por ejemplo, en Cinemark los precios de las entradas para una función de un viernes o sábado por la noche se ubican en $620 para los adultos y $500 para los menores de 2 a 12 años. Existen, de todas formas, promociones con bancos y tarjetas para aplicar 50% de descuento por ticket o incluso el "2x1". En el Multiplex, las entradas cuestan $550 para los adultos y $400 para los niños y mayores de 65 años.

Pero no hay una visita al cine completa sin los clásicos pochoclos. En este caso, el balde cuesta unos $300 y el vaso de gaseosa grande, $240.

El "Combo familia" (dos bolsas de pochoclos medianas, cuatro gaseosas medianas y una golosina), sale $840. Cenar, antes o después de la película, lógicamente depende del restaurante y el menú escogido: pero, por caso, una pizza grande de mozzarella cuesta alrededor de $750, mientras que la gaseosa de 1,5L sale $230. El combo promedio de hamburguesa en las cadenas de comidas rápidas, por su parte, cuesta $680, lo que elevaría el monto total de la salida hasta los casi $5.800.

Para ir al cine en familia y comer algo post película hay que destinar entre $4.000 y $5.800 si no se aprovecha una promo

El paulatino regreso de los cines supone un nuevo eslabón en la cadena de consumo de distintos bienes y servicios. "El cine es un motor importante. Se puede pensar que cuando una persona va a salir se sube a un auto, carga nafta o toma un taxi; va a tomar algo antes o después, o a comer. Se empieza a mover todo", señaló a iProfesional Martín Álvarez Morales, CEO de Cinemark y presidente de la Cámara Argentina de Exhibidores Multipantallas.

En en cuanto a los precios y promociones, remarcó: "Están todas las promociones vigentes en Cinemark y Hoyts; hay descuentos con los diferentes clubes y socios que tenemos. La suba de los valores que tenemos para esta apertura, desde que cerró el cine el año pasado, es de solamente un 17%, con una inflación cercana al 40%. Estamos tratando de acompañar para que toda la gente pueda volver".

Reabrieron los cines: máxima expectativa

"Es una felicidad enorme volver a trabajar después de casi un año. Fue un período durísimo para toda la industria del cine. Las expectativas son buenas, pero con mucha cautela. Sabemos que la rueda empieza recién a rodar, que habrá gente que esperará a que la vacunación avance más y gente que no va a esperar, que como ya va a comer a un restaurante va a ir al cine", señaló Álvarez Morales, quien aclaró: "Queda un camino duro por andar, pero lo bueno es que hay estrenos. En Estados Unidos, el estado de Nueva York abre sus cines este viernes y es importante porque si empiezan a funcionar los mercados más grandes, continuarán los estrenos, no se demorarán como pasó anteriormente. Así es que, con estrenos, respetando los protocolos, el sector va a empezar a reactivarse".

Además, el CEO de Cinemark destacó que "es importante saber que no hay en el mundo un solo contagio que se haya iniciado en una sala de cine", aunque aconsejó realizar las compras de boletos y de los productos del "candy" a través de Internet o las diferentes aplicaciones para evitar contactos y el intercambio de billetes.

 

Dentro de las normas establecidas en el protocolo sanitario para el regreso de los cines, lógicamente se destaca el aforo: en Capital, sólo puede ocuparse el 30% de la sala mientras que en la Provincia de Buenos Aires está permitido el 50%. El uso de barbijo es obligatorio durante toda la estadía y sólo podrá prescindirse de él para comer o beber.

La distancia entre butacas ocupadas deberá ser de 1,5 metros como mínimo. Las "burbujas" de grupos dependerán de cada empresa: en algunos casos, se permiten hasta seis personas "convivientes" juntas; en otros, es sólo de a dos. Desde el sector destacan que la posibilidad de contagio dentro de los cines es incluso menor que, por ejemplo, en restaurantes: ya que todos los presentes miran para el mismo lado y, en general, no hablan entre sí.

"A pesar de las reaperturas, la industria está lejos de retomar la normalidad, ya que los mercados que han podido reabrir han asistido en promedio entre 5% y 25% de los asistentes del 2019", dijo por su parte Claudio Méndez, country manager de Cinépolis, empresa que opera cines en 18 países.

Y agregó: "Aún con todos estos problemas, Cinépolis ha decidido abrir en todos los lugares donde las autoridades lo han permitido, apostando siempre por el negocio en el largo plazo, que consideramos volverá a recuperar cierta normalidad recién durante el próximo año".