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¿Conocés la maldición del Benfica?: esta es la increíble historia de un mito del fútbol con más de 60 años

El Benfica es el equipo más ganador de Portugal pero el entrenador Béla Guttman se fue enojado y sentenció la suerte del club. Qué fue lo que dijo
26/08/2021 - 16:50hs
¿Conocés la maldición del Benfica?: esta es la increíble historia de un mito del fútbol con más de 60 años

Una nueva temporada de fútbol europeo se ha puesto en marcha y muchos son los clubes que tienen aspiraciones de obtener un título. Hay algunos que buscan una conquista local y muchos otros que sueñan con un trofeo de índole internacional. Sin embargo, hay un equipo que, pese a que lo intenta, sabe que cuenta con una fuerza en contra que no puede controlar. Algo grande, una energía poderosa: una maldición.

El Benfica es el equipo más ganador de Portugal. Tiene una historia importante y como cabeza de una de las seis ligas más importantes del Viejo Continente, Todo haría suponer que está en condiciones de dar pelea en la Champions League o al menos en la Europa League. Sin embargo, hace un largo tiempo que no se le da un título de este tipo.

De hecho, actualmente juega los play-off de la Champions League, algo así como la etapa previa que deben superar algunos equipos que no tuvieron la mejor clasificación en su liga para alcanzar la fase de grupos. Allí, juegan muchos clubes de segundo o tercer nivel e incluso de ligas muy menores. Si bien logró imponerse en el partido de ida por 2 a 1, al conjunto de Lisboa le tocó un cruce complejo para la fase: pudo tocarle el Férencvaros de Hungría, el Ludogorets de Bulgaria o hasta el Sheriff de Moldavia, pero no; le tocó el PSV de Holanda.

Ante tal infortunio en el sorteo, muchos ya empiezan a hacer referencia a la traba que ha condicionado al Benfica durante años, al fantasma al que responsabilizan de todo fracaso internacional, algunos ocurridos en circunstancias realmente insólitas: la maldición de Béla Guttman.

El entrenador Béla Guttman se fue enojado y sentenció la suerte del club

La maldición del técnico

A comienzos de los años 60’, el Benfica tuvo sus más grandes conquistas. Ganó de manera consecutiva la Copa de Campeones de Europa, el equivalente a la Champions League actual, en 1961 y 1962. A aquel equipo lo entrenaba el mítico húngaro Guttman, un mediocampista central que tuvo algunos éxitos como jugador en la década de 1920, pero que se destacó como director técnico. Ganó campeonatos con el San Pablo y con Peñarol en Sudamérica.

Tras la obtención de su segunda Copa de Europa, al húngaro se le vencía su contrato y debía renovarlo. Cuentan las crónicas de la época que para lo que se estilaba por entonces, pidió una suma muy importante de dinero. En el Benfica estaban obnubilados con las estrellas que tenían dentro del campo de juego, entre las que sobresalía la figura de Eusebio, el legendario jugador nacido en Mozambique que representó a Portugal, quien fue ganador de un Balón de Oro y está considerado entre los mejores de la historia.

Por ese motivo, le restaron importancia a los méritos del entrenador y ante su pedido de incremento salarial decidieron dejarlo ir. Notoriamente tocado en su orgullo, el día que se despidió del club, Guttman dejó una frase de la que posiblemente ni él fuese consciente en aquel entonces del impacto que iba a generar a futuro: "Sin mí, el Benfica no ganará una copa europea en 100 años".

Qué pasó en estos años

El Benfica es el equipo más ganador de Portugal pero no logra triunfar a nivel internacional

Hasta el día de hoy, 59 años después, la condenatoria sentencia del húngaro que fue tomada como una maldición se cumplió a rajatabla: el equipo más grande Portugal ha cosechado más de 50 títulos, pero todos de índole nacional. Y no es que le hayan faltado buenas campañas u oportunidades a nivel continental. De hecho, desde la salida de Guttman el equipo disputó 8 finales internacionales, cinco por Copa de Campeones de Europa o Champions League y tres por Copa UEFA o Europa League y lo curioso es que las perdió todas.

Algunas, incluso, con desenlaces muy particulares que incrementaron la susceptibilidad de los hinchas y de los propias protagonistas ante la maldición. El primer indicio fue en la misma temporada en la que el DT se fue del club. En la Copa de Europa 1962-63, Benfica llegó a la final, comenzó arriba con un gol de Eusebio, pero en la segunda mitad el Mila le dio vuelta el partido.

Las que los fanáticos identifican como las más paranormales son tres de las últimas cuatro. En la Copa de Europa de 1987-88, el conjunto de Lisboa alcanzó la final ante el PSV de Holanda, equipo con sólo dos títulos internacionales en su historia, que llegaba claramente como sorpresa ante la potencia de Lisboa. Tras empatar 0 a 0 en el partido, los de Países Bajos se impusieron por penales.

En las últimas dos finales, que fueron de Europa League, también los sucesos se dieron de manera particular. Benfica llegó a dos consecutivas, la del 2012-13 contra Chelsea, en la que perdieron en el minuto 93’ con un cabezazo del serbio Branislav Ivanovic tras aguantar todo el encuentro y la del 2013-14, contra el Sevilla, la más recordada. Allí, el equipo que contó con los argentinos Ezequiel Garay y Nicolás Gaitán entre los titulares, fue claramente superior a su rival y se perdió goles insólitos, pero no lo pudo doblegar. En los penales fallaron el español Rodrigo y el paraguayo Óscar "Tacuara" Cardozo, que había ingresado específicamente para patear esta clase de remares.

El carácter paranormal de los fracasos deportivos del Benfica puede ser debatido. Habrá quienes crean y quienes no vean este tipo de sucesos como algo posible. Pero lo cierto es que la frase de Guttman aún condiciona tanto a los fanáticos como a los jugadores, que salen a la cancha en partidos por competencias europeas con un inexplicable aura en contra, una energía a vencer contra la que, por el momento, ningún plantel pudo.