Durante los años 90 fueron una dupla creativa y publicitaria imbatible, con campañas y spots plenos de humor irreverente y controvertido. Luego cada uno hizo su camino, y tras 25 años sin trabajar juntos, Ramiro Agulla y Carlos Bacetti volvieron al ruedo este año con una apuesta fuerte: reversionar a "La Llama". El emblemático personaje, creado para una multipremiada publicidad de Telecom, será parte de un proyecto de NFT (Non Fungible Token), un código que permite identificar obras de arte digitales.

"Durante estos años nuestra amistad se mantuvo. No habíamos vuelto a trabajar juntos porque no había un proyecto que nos motivara", cuenta Carlos Baccetti a Iprofesional. Finalmente, el proyecto que volvió a juntarlos se llama "La Llama PIC (Politically Incorrect Club), y es, además de una colección de 10.100 piezas de arte, una comunidad de usuarios que comparten un humor ácido y reflexivo sobre la actualidad.

"Los NFTs no son una moda, sino que vinieron para quedarse y son parte de la cultura", dice Agulla. "Son arte, música, storytelling, comunidades e intercambio. Eso nos entusiasmó de entrada cuando Pato (Patricio) Fuks (CEO de We Work) nos trajo el proyecto", aporta Baccetti.

"El mundo está atravesando una crisis política, financiera, social, cultural y ambiental, y solo el humor puede salvarnos", afirma Agulla. "Los chistes incómodos son los que causan más gracia. Si no sabes si reírte o no, ahí tenés una reflexión", añade.

Arte crypto: vuelve la famosa "Llama que llama"

Las NFTs de La Llama PIC están disponibles en su página web. Allí los usuarios podrán adquirirlas y acceder a beneficios como premios, descuentos en tiendas, eventos, shows con artistas de primer nivel, contenidos exclusivos y sorpresas con vista al Mundial de Fútbol de Qatar.

La plataforma tecnológica que está detrás de las NFTs es la Blockchain, la misma que permitió el surgimiento de criptomonedas como el Bitcoin. Se trata de un conjunto de tecnologías que posibilitan llevar un registro seguro, descentralizado, sincronizado y distribuido de las operaciones digitales.

Agulla y Baccetti reversionaron al emblemático personaje publicitario de los 90.

Esta tecnología asigna a los NFT un certificado digital de autenticidad, una serie de metadatos inmodificable e inviolable en la que se registra el valor del token y de todas las transacciones que se hacen con él.

Las 10.100 piezas únicas de arte que representan a distintas llamas con fisonomías, gestos, vestuarios y contextos diferentes fueron creadas aplicando Inteligencia Artificial. Un algoritmo se encargó de combinar diferentes diseños de ojos, bocas, peinados, y atuendos. La comunidad de usuarios hizo el resto, proponiendo consignas y frases tan desopilantes como actuales y políticamente incorrectas: "Las Llamas aceptamos dólares cara chica", o "No te mando a la mierda por los gastos de envío".

Publicidad en tiempos de las redes

"La publicidad hoy no es la misma que en los 90, y para hacer publicidad hay que leer los cambios de época", dice Baccetti. "Pero creo que las marcas, así como los medios, siguen teniendo un lugar, porque entre tanta sobreinformación y fake news circulando por las redes, seguimos recurriendo a ellas", afirma.

"Estamos en la cultura de la cancelación. En los medios digitales, si decís algo que a otro no le gusta, te borra o te bloquea sin darte espacio para dialogar, explicar o pedir perdón si te equivocaste o estuviste mal", dice el publicista. Hoy en las redes hay pequeñas tribus que pelean unas contra otras, y no se da la oportunidad de intercambio de ideas, que es lo que hace crecer y evolucionar a las personas. Nosotros estamos en contra de la cultura de la cancelación, por eso creamos La Llama PIC", asegura.