Mi Gusto, la cadena de empanadas en medio de la polémica Darín-Caputo: su historia y cuánto sale la docena
La reconocida cadena de empanadas gourmet Mi Gusto quedó en el centro de la escena luego del cruce mediático entre el ministro de Economía, Luis Caputo, y el actor Ricardo Darín, en una entrevista televisiva que despertó revuelo en redes y medios.
Durante su participación en La Noche de Mirtha, Darín hizo un comentario irónico sobre el costo de vida: "Una docena de empanadas está $48.000", dijo, y sumó críticas veladas al blanqueo de capitales que promueve el Gobierno.
En respuesta, Caputo lo chicaneó en LN+ mencionando directamente dos marcas: "Todo bien si podés comprar empanadas en MiGusto o en Don Julio, pero no valen eso, Ricardito", disparó el funcionario, aludiendo al perfil gourmet de ambos locales.
De rotisería barrial a una marca "gourmet": la historia de Mi Gusto
Alejada de los micrófonos, Mi Gusto tiene una historia que comenzó de forma modesta: fue fundada en 1999 por los hermanos Jésica y Pablo Lemos en Villa de Mayo, partido de Malvinas Argentinas. Comenzó como una rotisería de barrio, pero tras sortear la crisis del 2001, el emprendimiento viró hacia la producción de empanadas y pizzas premium, apostando por sabores distintivos y de alta calidad.
El concepto fue claro desde el principio: transformar la clásica empanada en una experiencia gourmet. En su página web destacan que su misión es "llevar la empanada argentina a otro nivel", con recetas originales y salsas exclusivas.
Actualmente, opera 37 sucursales, entre locales propios y franquiciados, con presencia tanto en la Ciudad de Buenos Aires como en el Conurbano bonaerense. El fuerte despegue llegó durante la pandemia, impulsado por el auge del delivery, que disparó la demanda y obligó a la empresa a triplicar su capacidad de producción.
Tal como explicaron hace algunas semanas los hermanos Lemos en el podcast La Fábrica, actualmente la cadena "produce unas 70.000 empanadas por día, más 15 millones al año", dijo uno de los fundadores".
"Siempre nos diferenció tener una empanada abundante, más grande de lo tradicional. Cómo están presentadas, la servilleta. Y en la caja tiene separadores porque en el delivery se rompían. Empezamos a estar más en el detalle", detallaron, y agregaron: "Tenemos gustos disruptivos, pero las clásicas son las de siempre".
Cuánto sale la docena de empanadas en Mi Gusto
Tal como dijo Caputo, el precio de la docena de empanadas que dio Ricardo Darín es lo que cuesta una docena de Mi Gusto: el precio incluye tres salsas si se la pide a través, por ejemplo, de Pedidos Ya.
El costo de la docena es de $60.300 en la app, pero está en oferta a $47.900, a lo que hay que sumarle el costo de envío. Si se compra en el local cada empanada cuesta entre $3.700 y $4.000 las premium, si se pide por delivery a una app cuestan $4.600.
El precio de la docena en el local es de $41.600 (muy alejados del precio de referencia de la app de $60.300) más $2.000 del costo de delivery si se pide al local. Las empanadas de esta marca tienen sabores gourmet como Pollo al champignon, pollo (corte de pechuga cocinado a fuego lento, huevo duro, cebolla caramelizada y un toque de salsas a base de especias), provoleta y vacío, matambre a la pizza, entre otros sabores.
Lo cierto es que Mi Gusto continúa su crecimiento. Tras la saturación de la demanda en pandemia, la empresa invirtió en ampliar su planta de producción y proyecta nuevas aperturas en 2025. Su caso refleja una tendencia más amplia: la gourmetización de comidas tradicionales, como la empanada o la milanesa, que están ganando espacio en un segmento dispuesto a pagar por calidad, innovación y branding.
Ricardo Darín le respondió a Luis Caputo, tras referirse al precio de las empanadas
Al ser interrogado por Intrusos, Darín dijo "qué revuelo se armó. Cada uno interpreta lo que quiere con eso. En realidad, si mirás bien, se entiende claramente a qué me refiero. Por supuesto que hay empanadas más caras, más baratas, depende del barrio que te toque. Pero en realidad me parece que quedas claro de qué estaba hablando".
"Los precios están elevados, la gente lo sabe. Esto no tiene nada que ver con hablar mal del Gobierno y del señor Caputo que me trató de Ricardito. Fue bastante despectivo para un funcionario público votado en democracia", opinó Ricardo, enterado de que el ministro de Economía, Luis Caputo, dijo que "se quiso hacer el nacional y popular y dijo una estupidez".
"Debería ser un poco más educado. No entiendo por qué me trata mal y me dice ‘Ricardito, lo que dijo es una estupidez’, con lo cual me estaría tratando de estúpido. Más allá de eso, reinterpretar lo que quise decir va en cada uno. Es una oportunidad para comprobar cuanta gente hay cargada y que vuelca todo su odio. Te acusan de cosas que no soy", continuó el actor.
De todas formas, el actor consideró que es importante opinar: "Si empezás a tener miedo de decir lo que pensás, te empezás a quedar callado y eso no está bien porque estamos en democracia. Yo respeto al Gobierno, no le falto el respeto, hay que cuidar las formas. Si desde arriba no te tratan bien, es difícil sostenerlo abajo, nosotros estamos abajo, somos ciudadanos".