Le dieron el alta a Pablo Grillo, el fotógrafo herido por un gendarme durante una marcha en el Congreso

El fotógrafo Pablo Grillo fue dado de alta en el Hospital Ramos Mejía y trasladado al Instituto de Rehabilitación Manuel Rocca, donde continuará con su recuperación tras haber recibido un disparo en la cabeza por parte de un gendarme durante una movilización de jubilados frente al Congreso Nacional.

"Me llamó el director y me dijo que ya estaba", contó su padre, Fabián Grillo, desde la puerta del hospital, visiblemente aliviado. Según explicó, aún no se sabe con certeza qué demandará el proceso de recuperación, que seguirá ahora en una nueva etapa.

"La primera parte será con internación, con posibilidad de salidas los fines de semana, siempre que los médicos consideren que está en condiciones. ¿Cuánto puede tardar? Va a depender de cómo evolucione. Después vendrán las salidas diarias", detalló.

La familia del joven celebró la noticia y lo destacó como un momento de alivio en medio de una situación que describieron como un "infierno". Asimismo, destacaron la importancia de la continuidad en la mejoría de Pablo para que el procedimiento se lleve a cabo según lo planeado. 

También, expresaron su agradecimiento por el apoyo recibido durante el proceso, destacando la solidaridad y el acompañamiento de quienes han estado presentes en los momentos más difíciles. 

"¡Gracias eternas por el cariño, el apoyo y acompañamiento!", manifestaron en la publicación, reflejando el impacto emocional que ha tenido la noticia en familiares, amigos y seguidores.

Desde que el fotógrafo fue agredido, la cuenta que reclama Justicia por la grave lesión que sufrió mientras hacía su trabajo se ha convertido en un espacio de información y contención para quienes siguen de cerca su evolución.

El anuncio concluyó con un mensaje de aliento dirigido a Pablo, reafirmando el compromiso de quienes lo esperan y acompañan en esta nueva etapa.

Pablo Grillo, casi tres meses internado tras la agresión de un gendarme

El incidente ocurrió el 12 de marzo, cuando Grillo fue alcanzado en la cabeza por un proyectil de gas lacrimógeno disparado por un miembro de Gendarmería Nacional. Imágenes registradas por noticieros captaron el momento exacto en que el fotógrafo fue herido mientras cubría la protesta.

Durante su internación, que se extendió por casi tres meses, fue sometido a múltiples intervenciones quirúrgicas. Días atrás, debió ser operado nuevamente tras detectarse un cuadro de hidrocefalia como consecuencia del traumatismo. La cirugía se realizó el 21 de mayo y, según informaron sus familiares en redes sociales, se le colocó una válvula y un catéter para desviar el exceso de líquido cefalorraquídeo hacia el abdomen.

El 30 de mayo, nueve días después de esa operación y apenas tres antes de recibir el alta, su familia comunicó que Pablo permanecía "estable en terapia intensiva", sin fiebre y con una buena respuesta del dispositivo implantado. En ese momento, los médicos realizaban estudios para monitorear la actividad eléctrica cerebral.

"Él estaba sacando fotos y de repente pasó lo del proyectil. No se acuerda de nada", había dicho Fabián en los primeros días posteriores al hecho, cuando la salud de su hijo aún era crítica.

Pese a que el gendarme involucrado fue identificado poco después del ataque, la investigación judicial permanece estancada.