Polémica por la sucesión de Beatriz Sarlo: el encargado del edificio donde vivía dijo ser su heredero
Seis meses después del fallecimiento de la ensayista, escritora e intelectual Beatriz Sarlo, su legado no solo vive en el pensamiento crítico y en los debates que promovió a lo largo de décadas, sino también en una controvertida batalla legal que involucra a su círculo íntimo, antiguos vínculos personales y, ahora, también al sistema judicial.
El conflicto por la sucesión se desató tras la presentación de un testamento ológrafo por parte de Melanio Alberto Meza López, encargado del edificio donde Sarlo vivía, quien afirma haber sido destinatario de los bienes personales de la intelectual, incluido su departamento ubicado en el barrio porteño de Caballito y el cuidado de su gata, Nini. El escrito, manuscrito y firmado presuntamente por Sarlo en dos fechas distintas (9 de junio y 2 de agosto de 2024), será sometido a pericia caligráfica para determinar su autenticidad.
Polémica por la sucesión de Beatriz Sarlo: el encargado del edificio donde vivía dijo ser su heredero
La documentación fue ingresada en febrero de 2025 ante el Juzgado Civil N° 91, a cargo del juez Carlos Hugo Goggi. En la resolución preliminar, el magistrado dio lugar al planteo de Meza López y excluyó del proceso hereditario a Alberto Sato Kotani, exesposo legal de Sarlo desde 1966, con residencia en Santiago de Chile.
La decisión se basó en que la separación de hecho entre ambos era pública y sostenida desde hacía más de cinco décadas. La resolución también señala que Sarlo adquirió el inmueble en 2004 y que lo hizo declarando su estado civil como "soltera".
La exclusión de Sato fue apelada ante la Sala E de la Cámara Civil, mientras el expediente principal continúa abierto, a la espera del resultado de la pericia caligráfica. En el escrito presentado por el abogado de Meza López, Carlos Somaglia, se resalta que el encargado fue quien internó a Sarlo en el Sanatorio Otamendi, a pedido de ella misma, y quien asistió a su velorio en el CeDInCI, donde también fue depositada su biblioteca y archivo personal.
La judicialización del patrimonio de Sarlo -una figura clave del pensamiento crítico en Argentina- no solo generó controversia legal, sino que encendió un debate ético entre quienes se consideran depositarios legítimos de su legado.
Un grupo de colegas y amigos cercanos a Sarlo -entre ellos, intelectuales como Sylvia Saítta, Adrián Gorelik, David Oubiña, Adriana Amante, Hugo Vezzetti, Ada Solari y Graciela Silvestri- publicaron una carta abierta en la red social X donde expresaron su respaldo a Alberto Sato como heredero legal y cultural de la escritora. En el documento afirmaron haber acompañado a Sarlo durante sus últimos años de vida y manifestaron su preocupación por el destino de su archivo y bienes personales.
"La relación con Sato nunca se interrumpió", afirmaron, y señalaron que esa continuidad puede comprobarse tanto en correspondencia privada como en textos autobiográficos publicados por la propia Sarlo. También informaron que, junto a Sato, impulsaban la creación de un fideicomiso cultural que administrara la herencia de la autora con fines académicos y culturales. El proyecto buscaba vender sus propiedades para financiar una fundación, aunque los lineamientos específicos nunca fueron dados a conocer públicamente.
Señales de alarma: la venta de objetos personales
Una situación particular elevó aún más la tensión. Días antes de la publicación de la carta, la influencer británica Vanessa Bell (@cremetours) denunció en redes sociales la venta de un lote de discos pertenecientes a Sarlo en una disquería porteña. Según Bell, se trataba de una valiosa colección de jazz y música clásica, parte del acervo compartido con su última pareja, el cineasta Rafael Filippelli, fallecido en 2023.
El grupo de amigos interpretó este hecho como una señal de que Meza López estaría disponiendo del contenido del departamento con fines comerciales, sin autorización judicial ni acuerdo entre las partes. En la carta, también aseguran que los abogados de Sato solicitaron al juez la restricción de acceso de Meza al inmueble y un inventario formal de los bienes, medidas que -según afirman- no fueron atendidas por el magistrado.
El proceso judicial por la sucesión de Beatriz Sarlo continúa en desarrollo. El resultado de la pericia caligráfica será clave para determinar la validez del documento que Meza López intenta hacer valer como testamento. Si el escrito resulta apócrifo o se mantiene firme la exclusión de Sato sin que existan otros herederos colaterales reconocidos, el patrimonio restante podría quedar en manos del Estado, tal como establece la ley.
Mientras tanto, el archivo y la biblioteca de Sarlo ya se encuentran bajo la custodia del Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de Izquierdas (CeDInCI), pero su figura -pilar del pensamiento crítico, la literatura y el debate político- vuelve a estar en el centro de una disputa que, esta vez, ya no es intelectual, sino profundamente material y simbólica.