René Favaloro: el genio del bypass que fue derrotado por la corrupción argentina
El 29 de julio de 2000 falleció René Favaloro, referente internacional en cirugía cardiovascular e impulsor de una medicina humanista y comprometida con lo social. Su trayectoria médica, su legado educativo y el contexto que rodeó su muerte siguen siendo recordados a un cuarto de siglo de su partida.
Primeros años y formación
René Gerónimo Favaloro nació en 1923 en el barrio El Mondongo, en la ciudad de La Plata. Desde pequeño manifestó su deseo de ser médico, influenciado por su entorno familiar y la proximidad al Hospital Policlínico.
Se graduó en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata en 1949. Tras rechazar una designación condicionada a la adhesión a una doctrina política, se trasladó a Jacinto Arauz, en La Pampa, donde trabajó como médico rural durante doce años. Allí impulsó campañas de salud, creó un banco de sangre y logró avances significativos en la atención primaria.
El desarrollo del bypass coronario
En 1962, Favaloro viajó a Estados Unidos para especializarse en cirugía torácica en la Cleveland Clinic. En mayo de 1967 realizó el primer bypass aortocoronario utilizando una vena safena del propio paciente, técnica que luego estandarizó. Este procedimiento transformó el tratamiento de las enfermedades coronarias y se convirtió en una práctica de referencia en todo el mundo.
También desarrolló herramientas quirúrgicas innovadoras, entre ellas:
- Tijeras Coronarias Favaloro, con un ángulo específico para facilitar la intervención.
- Pinza portaligaduras Favaloro-Semb, diseñada para mejorar la precisión.
- Retractor auto-retenido Favaloro, útil en cirugías cardíacas complejas.
- Pinza de Anastomosis Proximal, para unir vasos sanguíneos con mayor seguridad.
Fundación Favaloro y regreso a la Argentina
En 1971 regresó al país con el objetivo de replicar el modelo de la Cleveland Clinic. En 1975 fundó la Fundación Favaloro, institución orientada a la asistencia, la investigación y la docencia médica. En 1992 inauguró el Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular, que se convirtió en un centro de referencia en América Latina.
La Fundación se destacó por atender a pacientes sin cobertura médica y por su orientación hacia una medicina ética, científica y solidaria.
Contexto económico y denuncias: sus últimas horas
Hacia fines de la década de 1990, la Fundación acumulaba una deuda superior a los $40 millones. Parte de ese monto correspondía a prestaciones médicas no cobradas a obras sociales y organismos estatales, entre ellos IOMA y PAMI.
Favaloro reclamó sin éxito el pago de esos fondos y denunció prácticas de corrupción en el sistema de salud. En varias cartas expresó su frustración por las demoras y condiciones que se le exigían para obtener recursos: "Estoy cansado de ser un mendigo en mi propio país". "Es indudable que ser honesto, en esta sociedad corrupta, tiene su precio".
El sábado 29 de julio de 2000, luego de trabajar por la mañana en la Fundación, Favaloro regresó a su domicilio. Esa tarde escribió siete cartas dirigidas a familiares, colegas y funcionarios. A las 16.30, falleció a los 77 años.
Solicitó ser cremado sin ceremonias públicas, y que sus cenizas fueran esparcidas en los alrededores de Jacinto Arauz. En una carta a su pareja expresó: "No puedo cambiar los principios que siempre me acompañaron. Creo que la Fundación se derrumba. No podría aguantar como testigo lo que construí, con tanta fuerza, ahora su destrucción".
Aportes y pensamiento
Favaloro fue autor de numerosos trabajos científicos, libros de divulgación y columnas periodísticas. Recibió reconocimientos académicos internacionales, pero siempre se definió como docente antes que cirujano.
Defendía una medicina con compromiso social y expresaba preocupación por problemáticas como la pobreza, la desigualdad y la contaminación. En sus palabras: "La medicina sin compromiso con el otro es apenas una técnica". "Todos somos educadores. Cada acto cotidiano tiene implicancias. Procuremos enseñar con el ejemplo".