Esta provincia comenzó la formación de policías en el uso de pistolas Taser

La seguridad ciudadana es un tema central en la agenda pública de todas las provincias argentinas. En la constante búsqueda de herramientas más efectivas para el control del delito y la disuasión de situaciones de violencia, la incorporación de nuevas tecnologías se ha convertido en una estrategia clave. En este contexto, la provincia de Santa Fe dio un paso significativo al adquirir un importante lote de pistolas Taser y lanzadoras Byrna, armas conocidas por su "baja letalidad".

La decisión del gobierno provincial, liderada por el gobernador Maximiliano Pullaro, marca un antes y un después en la forma en que las fuerzas de seguridad abordarán ciertos conflictos en la vía pública. Se trata de un cambio en el paradigma del uso de la fuerza, buscando una opción intermedia que minimice los riesgos tanto para los agentes como para los ciudadanos. Este proceso no solo implica la compra de equipamiento, sino también la capacitación del personal, un paso fundamental para garantizar un uso adecuado y responsable.

Santa Fe comenzará a usar pistolas Taser

El plan de capacitación para el uso de estas nuevas herramientas no se hizo esperar. El Ministerio de Justicia y Seguridad santafesino puso en marcha un protocolo para asegurar que los agentes sigan los procedimientos correctos. La primera etapa, que ya está en curso, se enfoca en la formación de instructores, quienes luego serán los encargados de replicar el conocimiento en toda la provincia.

Según el comisario supervisor Manuel Berraz Montyn, se comenzó con la formación de cuatro instructores maestros en Buenos Aires, un curso de alto nivel que incluyó a fuerzas de otras provincias y fue dictado por la propia empresa fabricante del armamento. Posteriormente, estos especialistas iniciaron la formación de 15 nuevos instructores que llevarán el conocimiento a sus respectivos destinos. Este método de capacitación, a través de la formación de especialistas, busca garantizar que la información se transmita de manera precisa y uniforme a toda la fuerza.

El entrenamiento para el uso de estas armas incluye:

• Un protocolo de seguridad riguroso que divide el área de práctica en dos zonas: una segura para observadores y otra de práctica para los agentes.
• Una serie de pasos claros que el cursante debe seguir antes de disparar, como una advertencia verbal.
• Un protocolo para la atención de la persona que recibe la descarga, incluyendo el retiro de los dardos y el seguimiento de su estado de salud.

Taser y Byrna: qué son y cómo funcionan

La adquisición de estas armas forma parte de una estrategia más amplia para modernizar el equipamiento policial. La licitación impulsada por el gobierno santafesino incluyó la compra de 100 pistolas Taser y 100 lanzadoras Byrna, además de 200 cámaras corporales, conocidas como bodycams, y 600 cartuchos adicionales para las Taser.

Las pistolas Taser son dispositivos de control que inmovilizan a un agresor mediante una descarga eléctrica. Su objetivo es neutralizar la amenaza sin provocar lesiones graves o potencialmente mortales. Las lanzadoras Byrna, por su parte, funcionan con dióxido de carbono y disparan proyectiles cinéticos de polímeros que pueden contener sustancias irritantes. Su función es la de disuasión, ya que el impacto puede incapacitar a un agresor de forma no letal. Ambas herramientas ofrecen a la policía una opción intermedia entre la fuerza física y el uso de armas de fuego letales, un paso fundamental para mejorar la respuesta policial ante situaciones de riesgo.