Operativo en Río: quiénes son los miembros del Comando Vermelho y cómo opera la mayor banda criminal de Brasil
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Río de Janeiro amaneció el martes entre el humo y el miedo. Dos de sus favelas más populosas, Penha y Alemão, fueron escenario de una de las operaciones policiales más violentas de la historia de la ciudad. El despliegue, destinado a frenar la expansión del Comando Vermelho, terminó con más de 120 personas muertas, entre ellas cuatro agentes, y más de 80 detenidos.
El megaoperativo involucró a 2.500 efectivos de las fuerzas de seguridad y tenía como objetivo ejecutar un centenar de órdenes de arresto contra miembros de la facción criminal más antigua del estado. Sin embargo, el saldo fue devastador: enfrentamientos prolongados, comercios cerrados, transporte colapsado y ciudadanos atrapados en medio del fuego cruzado.
¿Qué es el Comando Vermelho y el origen del poder rojo?
El Comando Vermelho nació en los años 70 dentro del Instituto Penal Cândido Mendes, en la isla Grande, a unos 100 kilómetros de Río. Allí, presos comunes y políticos convivieron durante la dictadura militar, compartiendo experiencias y estrategias de organización.
El intercambio entre reclusos comunes y militantes políticos generó un grupo con códigos de solidaridad y disciplina, que con el tiempo se transformó en una organización criminal con presencia fuera de las cárceles.
Del idealismo al narcotráfico
Tras la Ley de Amnistía de 1979, los presos políticos fueron liberados y el grupo perdió su componente ideológico. Los antiguos miembros de la Falange Vermelha comenzaron a planear fugas y asaltos, hasta que descubrieron un negocio mucho más rentable: la cocaína.
En la década de 1980, Colombia se convierte en productora de cocaína y Brasil pasa a ser un punto de tránsito hacia Europa. El tráfico de drogas redefinió la estructura del Comando, que comenzó a armarse y a controlar territorios enteros para garantizar sus rutas.
Expansión y franquicia criminal
Durante los años 90, el gobierno intentó dispersar al grupo trasladando a sus líderes a distintas cárceles, pero la estrategia resultó contraproducente. Las ideas del Comando se propagaron y su influencia se multiplicó. Según los especialistas, el Comando Vermelho funciona como "una franquicia", Hay varios dueños de los barrios marginales. Ninguno manda más ni menos, es una sociedad.
Hoy, la organización tiene presencia en 25 estados brasileños, después de haber controlado apenas una decena hace pocos años. Su modelo flexible permitió la expansión y la consolidación en regiones estratégicas, especialmente en zonas fronterizas como la Amazonia, donde domina rutas del narcotráfico junto al PCC (Primer Comando de la Capital).
Economías ilícitas y nuevas tecnologías
Aunque el tráfico de drogas sigue siendo su principal fuente de ingresos, el Comando Vermelho diversificó sus negocios. De acuerdo con datos del Foro Brasileño de Seguridad Pública, el crimen organizado generó en 2022 más de 273 mil millones de dólares a través de mercados ilegales vinculados al oro, los combustibles y el tabaco.
La organización asimismo ha incorporado tecnología para fabricar armamento. Se trata de fábricas equipadas con tecnología de última generación, dotadas de maquinaria costosa capaz de producir en grandes volúmenes. En agosto, la policía descubrió una planta clandestina con impresoras 3D capaces de fabricar rifles completos.
También ha cambiado la forma de abastecimiento de armamento. Hasta hace unos años, los traficantes se armaban básicamente de dos maneras: mediante ventas ilegales procedentes de Paraguay o mediante desvíos de las propias fuerzas de seguridad nacional.
El grupo incluso utilizó drones que lanzaban explosivos durante los recientes enfrentamientos, demostrando su capacidad logística y su acceso a armamento de alta precisión.
Una guerra sin fin
A pesar de los operativos, los expertos advierten que las acciones policiales no logran revertir el dominio territorial de las bandas. Las estadísticas respaldan su análisis: los territorios bajo control del tráfico tienen una probabilidad 3,7 veces mayor de registrar enfrentamientos que las zonas dominadas por milicias.