Maduro ofreció una transición para dejar el poder y Trump la rechazó, según el New York Times
Una investigación publicada por The New York Times reveló que funcionarios del Gobierno de Nicolás Maduro mantuvieron contactos extraoficiales con representantes de la administración de Donald Trump. Según el reporte, Maduro habría ofrecido abandonar el poder tras una transición de dos a tres años, propuesta que la Casa Blanca rechazó por considerarla inaceptable.
La revelación llega en un contexto de tensión creciente en el Caribe. Estados Unidos despliega una amplia operación naval en la región, desde donde ejecutó al menos 21 ataques contra embarcaciones señaladas como parte de redes de narcotráfico, con un saldo estimado de más de 80 muertos. Sin embargo, analistas sostienen que estas acciones podrían encubrir un asedio estratégico hacia Caracas más que un operativo puramente antidrogas.
La oferta de Maduro y la respuesta de Washington
El Times detalla que la oferta de Maduro incluía beneficios para compañías energéticas estadounidenses, con acceso privilegiado a la riqueza petrolera de Venezuela. Los funcionarios citados bajo anonimato aseguran que el propio mandatario transmitió su disposición a negociar una salida ordenada del poder, siempre que se garantizara un período transitorio.
Pese a ello, la administración de Trump rechazó cualquier alternativa que permitiera a Maduro mantenerse en la presidencia durante más tiempo. La Casa Blanca, de acuerdo con la investigación, exige una salida inmediata, sin prórrogas ni plazos extendidos.
Además del rechazo a la propuesta, Trump habría dado luz verde a la CIA para preparar operaciones encubiertas dentro de Venezuela. Estas acciones incluirían sabotajes, operaciones cibernéticas, estrategias psicológicas y otras medidas destinadas a "preparar el campo de batalla" para posibles escenarios futuros.
Aunque el expresidente no autorizó la presencia de tropas de combate sobre el terreno, el Pentágono y la CIA habrían elaborado listas de objetivos, entre ellos presuntas instalaciones vinculadas al narcotráfico y unidades militares cercanas al Gobierno venezolano.
Reuniones en la Casa Blanca y opciones militares
El Times indica que Trump mantuvo recientemente reuniones con altos mandos del Pentágono en la Sala de Situación de la Casa Blanca. Allí se evaluaron diversas alternativas del Comando Sur, que lidera las operaciones navales frente a las costas venezolanas.
Entre los planes analizados figuraban ataques a instalaciones consideradas estratégicas y escenarios que combinan presión militar indirecta, operaciones de información y ciberataques. En público, Trump aseguró que "todas las opciones están sobre la mesa", sin descartar el diálogo con Maduro pero sin renunciar a la posibilidad de una escalada.
El despliegue militar estadounidense alcanzó niveles que no se veían desde la crisis de los misiles de Cuba. La llegada del portaaviones Gerald R. Ford, el más grande del mundo, junto con 15.000 efectivos entre infantes de marina y personal destacado en bases regionales, profundizó la presión sobre Caracas.
Estados Unidos enmarcó parte de sus acciones en la operación "Lanza del Sur", bajo la cual se justificaron los ataques contra embarcaciones. Sin embargo, la falta de transparencia sobre las supuestas cargas ilegales generó críticas dentro del Congreso estadounidense, que cuestionó la ausencia de autorización legislativa y la posibilidad de víctimas civiles.
En el plano diplomático, el Departamento de Estado anunció que designará como organización terrorista al Cartel de los Soles, una medida que apunta directamente a altos mandos vinculados al círculo de Maduro. Analistas interpretan este paso como un mecanismo para habilitar nuevas acciones coercitivas y reforzar el discurso que vincula al Gobierno venezolano con actividades delictivas.
¿Hay margen para una salida negociada?
Pese al endurecimiento de posiciones, The New York Times sostiene que en Caracas algunos funcionarios transmitieron a Washington que Maduro podría estar dispuesto a renunciar tras un período transicional. Aunque la oferta fue rechazada, estos intercambios privados muestran que aún existe un canal diplomático, incluso en medio de la mayor concentración militar estadounidense en la zona en décadas.
Por ahora, el futuro inmediato permanece marcado por la incertidumbre. Trump no ha definido un curso de acción final, y los organismos de inteligencia continúan elaborando escenarios que combinan presión militar, operaciones encubiertas y negociación política.