• 12/12/2025
ALERTA

Ser freelancer genera buenos ingresos: cuánto cobran y qué moneda eligen para recibir pagos del exterior

Entre los perfiles más buscados que trabajan para clientes internacionales hay desarrolladores, programadores, tecnólogos, consultores y diseñadores
29/11/2025 - 11:11hs
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Los freelancers argentinos que trabajan para el exterior alcanzan ingresos promedio de u$s2.500 mensuales y eligen cobrar mayormente en dólares digitales o stablecoins. Entre los perfiles más consolidados que trabajan para clientes internacionales se destacan desarrolladores, programadores, tecnólogos, consultores y diseñadores senior.

El relevamiento de una de las plataformas más utilizadas por exportadores de servicios revela que el 30% cobra en USDC, el 22% en USDT, y el 10% directamente en dólares mediante apps financieras. Apenas el 2% opta por la moneda local, aun cuando esa alternativa fue habilitada recientemente.

Las redes Tron y Polygon siguen ganando terreno, especialmente esta última, con un crecimiento sostenido por sus bajos costos y velocidad de transacción.

Los datos muestran además un cambio en el perfil del trabajador: mientras los freelancers que realizaban tareas pequeñas migraron a otras plataformas, hoy predomina un segmento profesional consolidado. De hecho, el promedio de ingresos por persona en los últimos 12 meses fue de u$s1.475, pero en el trimestre reciente escaló a u$s2.586, según cifras a las que accedió Noticias Argentinas.

Un ecosistema más profesional y global

El trabajo remoto argentino dejó de ser un mercado atomizado y se convirtió en un ecosistema profesional con estándares internacionales. También cambió la geografía de los pagos: hasta 2024, el 94% provenía de Estados Unidos y solo el 5% de Europa. Este año, la proporción muestra un leve giro: 88% desde EEUU y 12% desde el continente europeo.

Esta diversificación responde al creciente interés de empresas europeas en talento argentino, valorado por su adaptabilidad, su capacidad técnica y la flexibilidad para operar con distintos sistemas de pago. "El argentino tiene una enorme capacidad de adaptación, algo que se refleja claramente en los datos", señaló Guillermo Escudero, director de Argentina de CryptoMarket.

Escudero también subrayó que, según estimaciones del Tesoro de Estados Unidos, los argentinos poseen entre u$s200.000 y u$s250.000 millones fuera del sistema bancario local, lo que explica la rápida adopción de stablecoins como refugio y medio de pago.

Del uso personal al corporativo

El crecimiento de los pagos digitales también avanza en el terreno empresarial. "La infraestructura de pagos corporativos sigue apoyada en sistemas lentos y bancos que no dialogan entre sí", advirtió Jonathan Chester (JC), CEO de Bitwage. La reciente integración de la compañía con Paystand permitirá que pagos corporativos se efectúen directamente en stablecoins, un avance que podría posicionar a Argentina entre los primeros adoptantes de la región.

Según Chester, las stablecoins volvieron "cotidiano" el acceso al dólar digital, no solo para grandes operaciones sino también para freelancers, empleados y empresas que necesitan operar con previsibilidad.

Pensar y cobrar en dólares

Aunque la macroeconomía muestra cierta moderación y el tipo de cambio luce más estable, los profesionales que exportan servicios ya incorporaron una lógica que trasciende lo coyuntural: pensar en dólares y cobrar por fuera del sistema financiero tradicional. La estabilidad, la libertad operativa y la previsibilidad definieron una nueva cultura de trabajo.

El salario cripto dejó de ser una excepción para convertirse en un refugio digital global, sin fronteras ni intermediarios. Para muchos freelancers, cobrar en pesos ya no es una opción.

El auge se consolidó en un año en el que Buenos Aires se transformó en uno de los epicentros globales del ecosistema cripto, con conferencias, hackatones y más de 300 eventos vinculados a Web3. La llegada de figuras como Vitalik Buterin (Ethereum), Gavin Woods (Polkadot) y equipos de proyectos como Arbitrum reforzó la presencia argentina en el debate global sobre el futuro de la industria.

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