Cooperación agrícola: Argentina y la India refuerzan investigación y cadenas de valor

El Consejo Indio de Investigación Agropecuaria (ICAR) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de la Argentina firmaron un convenio bilateral de cooperación orientado al fortalecimiento de la investigación, el desarrollo tecnológico y la transferencia de conocimientos en el sector agropecuario. El acuerdo establece un marco de trabajo conjunto en gestión de recursos naturales y agronomía sostenible, con foco en prácticas productivas adaptadas a distintos contextos climáticos y sistemas agrícolas.

La firma del entendimiento se inscribe en una agenda de cooperación científica entre ambos países, que busca articular capacidades institucionales para abordar desafíos comunes vinculados a la producción de alimentos, la sostenibilidad de los sistemas productivos y la incorporación de tecnologías aplicadas al agro. Las autoridades involucradas indicaron que la implementación se realizará mediante proyectos de investigación conjunta, intercambio técnico y programas de formación.

Entre los ejes centrales del convenio se encuentran la labranza cero y otras prácticas de conservación de suelos, la mecanización agrícola y el uso eficiente del agua mediante microrriego y fertirrigación. Estas líneas de trabajo apuntan a mejorar la productividad y optimizar el uso de los recursos naturales en distintos entornos productivos, tanto en zonas templadas como tropicales.

El acuerdo también contempla el desarrollo y la aplicación de herramientas de agricultura digital, orientadas a la gestión de datos productivos, el monitoreo de cultivos y la toma de decisiones basadas en información sistematizada. En este marco, se prevé la cooperación en sistemas de producción que integren tecnologías de precisión y metodologías de análisis adaptadas a diferentes escalas.

Cooperación en manejo de suelos, agua y tecnologías agrícolas

Otro de los capítulos relevantes del convenio es la biotecnología vegetal y animal. Las instituciones acordaron colaborar en programas de mejoramiento genético, tanto en cultivos como en ganadería, con el objetivo de desarrollar materiales adaptados a condiciones ambientales específicas y a requerimientos productivos diversos.

En el sector pecuario, el acuerdo incluye líneas vinculadas al mejoramiento ganadero, la ganadería de precisión y el diagnóstico veterinario. Estas acciones buscan fortalecer los sistemas productivos mediante la aplicación de tecnologías que permitan optimizar procesos, mejorar la sanidad animal y aumentar la eficiencia en la producción.

El intercambio de germoplasma constituye uno de los instrumentos previstos para la ejecución del acuerdo. Según se informó, este intercambio abarcará especies como soja, girasol, maíz, arándanos, cítricos, papaya silvestre y distintas variedades de guayaba, además de cultivos hortícolas seleccionados.

El objetivo de este intercambio es ampliar la base genética disponible para programas de investigación y desarrollo, respetando los marcos regulatorios vigentes en ambos países y facilitando el trabajo conjunto en mejoramiento vegetal y adaptación de cultivos a diferentes condiciones agroecológicas.

Intercambio de germoplasma y desarrollo biotecnológico

La cooperación también se extenderá a las tecnologías de producción para cultivos en zonas templadas y tropicales. En este punto, el acuerdo contempla la producción de hortalizas bajo invernadero, la floricultura y la fruticultura, con especial atención en los sistemas de manejo y las prácticas productivas.

Para estos segmentos, se prevé el intercambio de experiencias técnicas, la participación de especialistas y la realización de visitas de estudio. Estas instancias permitirán conocer modelos productivos y esquemas de gestión implementados en cada país, así como evaluar su posible adaptación a otros contextos.

En el ámbito de la poscosecha, el convenio incorpora líneas de trabajo en fisiología poscosecha y en el desarrollo de alimentos funcionales. Estas acciones están orientadas a mejorar la conservación de los productos, optimizar procesos industriales y agregar valor en las etapas posteriores a la producción primaria.

El acuerdo también incluye el desarrollo de tecnologías para el aprovechamiento de residuos agropecuarios y el mejoramiento de alimentos para animales mediante el uso de microorganismos, con el objetivo de optimizar la eficiencia productiva y el uso de insumos.

Producción hortícola, poscosecha y agregado de valor

El componente sanitario ocupa un lugar relevante dentro del convenio. En materia de sanidad vegetal y animal, las partes acordaron avanzar en medidas de bioseguridad y en el fortalecimiento de los sistemas sanitarios y fitosanitarios, mediante cooperación técnica y científica.

En particular, se prevé el diseño de estrategias regionales orientadas a la erradicación de la fiebre aftosa, una enfermedad de impacto productivo y comercial. Estas acciones se complementarán con el fortalecimiento de los sistemas de vigilancia epidemiológica y diagnóstico veterinario.

Asimismo, ambas instituciones manifestaron su interés en profundizar la colaboración en la vigilancia y el control de la langosta. Esta cooperación se llevará adelante mediante intercambios técnicos, capacitación y la difusión de prácticas de monitoreo y gestión utilizadas en distintas regiones.

El enfoque regional de estas acciones busca mejorar la capacidad de respuesta ante eventos sanitarios y fitosanitarios, mediante la coordinación entre organismos técnicos y el intercambio de información y experiencias.

Sanidad vegetal, animal y control de plagas

Desde el Ministerio de la India se informó que la cooperación bilateral también abarca el fortalecimiento de las cadenas de valor de oleaginosas y leguminosas. En este marco, se promoverán acciones conjuntas vinculadas a la producción, la mecanización agrícola y el desarrollo hortícola.

La cooperación incluye el desarrollo de infraestructura productiva y el intercambio de semillas, con el objetivo de mejorar la eficiencia de los sistemas productivos y fortalecer los vínculos entre investigación, producción y mercado.

La implementación del convenio se realizará mediante programas de capacitación estructurados, orientados a técnicos, investigadores y profesionales del sector agropecuario. Estos programas buscarán fortalecer capacidades técnicas y promover la transferencia de conocimientos entre ambas instituciones.

Además, se promoverá la participación de expertos en proyectos específicos y la realización de instancias de formación presencial y virtual, con el fin de asegurar una ejecución coordinada de las acciones previstas.

Cadenas de valor, capacitación y transferencia tecnológica

Como parte del mecanismo de seguimiento, el ICAR y el INTA acordaron realizar evaluaciones anuales del avance de las actividades incluidas en el convenio. Estas revisiones permitirán monitorear resultados, ajustar líneas de trabajo y definir nuevas áreas de cooperación.

Las autoridades señalaron que el seguimiento periódico es una herramienta clave para garantizar una implementación eficaz del acuerdo y asegurar la continuidad de los proyectos en el tiempo.

La firma de este convenio consolida un marco institucional para la cooperación científica y tecnológica en el ámbito agropecuario entre la India y la Argentina, a partir de la articulación de capacidades técnicas y de investigación.

A través de este acuerdo, ambas partes buscan fortalecer sus sistemas productivos y avanzar en soluciones basadas en investigación aplicada, innovación tecnológica y gestión sostenible de los recursos naturales.