¿Para qué sirve el Banco Central?
El nombramiento de Martín Redrado al frente del Banco Central en lugar de Alfonso Prat Gay vuelve a poner en la tapa de todos los medios a una institución clave de la política económica del país, que a lo largo de su historia se caracterizó por su bajo perfil y por el poco conocimiento que en general todos tienen de su rol en la economía.
El Banco Central de la República Argentina es fruto de la crisis económica mundial de los años ’30 y del fin de un sistema que rigió al mundo durante las primeras décadas del siglo XX, que fue el patrón oro, donde cada moneda tenía un tipo de cambio rígido fijado con respecto al oro (muchos años después se repetiría la experiencia en nuestro país con el dólar durante la Convertibilidad). La institución fue fundada en 1935 y el encargado de diseñarla fue el economista Raúl Prebisch, primer gerente general del BCRA hasta 1943 (ver "Las razones de Prebisch").
El principal rol del Banco Central es el de ser banco de todos los bancos y regulador del sistema financiero. Es quien se ocupa de controlar que los demás bancos cumplan con las leyes (como por ejemplo, que no se dediquen al lavado de dinero), para lo cual tiene poder de policía y derecho a dictar las normas que regulan al sistema. También se ocupa de supervisar el grado de solvencia de los bancos, tanto públicos como privados, y tiene la potestad, en el caso de ser necesario, de intervenir y hasta liquidar una entidad en problemas.
En su papel de banco de los demás bancos, el Central cumple el rol de prestamista de última instancia, es decir que en situaciones de crisis, como puede ser una corrida bancaria donde los ahorristas tratan de retirar sus depósitos en masa, el BCRA puede entregar dinero a los bancos en problemas para superar la iliquidez del momento. Este tarea la puede cumplir ya que es la única entidad autorizada por las leyes a emitir dinero (la Casa de la Moneda, que es una empresa estatal, se ocupará luego de fabricar los billetes y monedas o los mandará a hacer en el extranjero).
Además de ser una "red de protección" del sistema financiero en caso de colapso, el Banco Central le presta a los otros bancos para financiar situaciones de iliquidez (son los famosos "redescuentos"), o para inversiones o exportaciones. También toma depósitos de las demás entidades, y a veces lo puede hacer de manera compulsiva, como cuando decide aumentar los encajes (dinero que por ley cada banco tiene que tener depositado en el Central) para reducir la liquidez del sistema.
Cada banco que quiera operar en el sistema financiero tiene que poseer además por ley una reserva obligatoria para hacer frente a una situación de corrida bancaria donde muchos ahorristas reclaman que se les devuelvan sus depósitos. Aumentar o reducir esta reserva obligatoria es un instrumento que tiene el Banco Central para regular el nivel de crédito de los bancos y de esta forma modificar la cantidad de dinero en circulación en el país.
La Carta Orgánica del Banco Central está disponible en "Documentos Asociados"