Nokia: del papel higiénico al celular
Tiene más de un siglo, pero sólo se convirtió en una telcos internacionalmente conocida hace una decena de años: cuando empezó, a fines del siglo XIX, sus asuntos tenían que ver con el papel higiénico, la producción de electricidad y las galochas de caucho.
"Roedor negro y peludo de la familia de los armiños". Eso es lo que significa «nokia» en finés. El nombre del bichito en cuestión inspiró la denominación de un río y de una pequeña ciudad en el Norte de Helsinski, donde en 1865 un ingeniero en minas creó una fábrica de papel a la que bautizó, precisamente, Nokia Ab, y que hoy es reconocida como el antepasado remoto del grupo actual.
Con los mejores números
El grupo vale hoy, en el mercado, casi el 100% del PBI de Finlandia. Sus ventas representan cerca del 25% de la riqueza nacional anual y vale dos veces más que Ericsson, la número dos entre los 200 mayores grupos nórdicos. Si Nokia estornuda, la economía finlandesa se resfría.
A nivel internacional, esta marca venida de un país europeo de lagos congelados, poco habitado y durante largos siglos colonizado por suecos y rusos, es la única, fuera de los EE.UU., que logró ubicarse entre las 10 marcas más valiosas.
Desde 1998 es líder mundial en la fabricación de telefonía móvil y hoy es número
dos en infra-estructura inalámbrica en GSM.
El negocio en el que está inserta es uno de los mayores mercados mundiales de toda la historia.
«Sisu»: el secreto finlandés
La saga de su ascenso atravesó dos siglos, -aunque estuvo al borde de la extinción a fines de los 80. – gracias al secreto de la longevidad de este grupo centenario: la flexibilidad de adaptación estratégica, la tenacidad y el ojo para los negocios emergentes; virtudes de un país que estuvo 650 años bajo dominio sueco, (es la segunda lengua oficial), anexado al imperio ruso como «gran ducado» hasta 1917, y tenso vecino de la Unión Soviética hasta la caída del Muro de Berlín.
"El secreto de Nokia, repite Martti Haikio, historiador de la Universidad de Helsinki y autor de «Nokia-The Inside Story», es flexibilidad, flexibilidad, y adaptación".
A pesar de su melancolía –su música favorita es una variante del tango y el jazz- los fineses poseen un espíritu de tenacidad que, en la lengua popular, se denomina «sisu».
Son "sobrevivientes" por excelencia.
Hacia el conglomerado internacional
El grupo tal cual lo conocemos hoy, nace en 1922 cuando Eduard Pólon, líder de la empresa de cables, desterrado en la Rusia zarista hasta la independencia del país, compró Nokia Ab y la empresa de productos de caucho.
La estrategia informal fue la creación de un conglomerado industrial en 1958, en el seno de la empresa de cables, para avanzar hacia la electrónica por influencia de Olli Lehto, entonces responsable del nuevo departamento. La diversificación hacia áreas emergentes ya se revelaba como el faro estratégico del grupo. El CEO de la empresa de cables fusionó formalmente las empresas madres en 1966 y comenzó la fabricación de redes y centrales telefónicas para el mercado soviético.
Pero fue el carismático y mediático Kiro Kairamo, un CEO profesional al que le agradaba ofrecer el libro «Pedro, el Grande», quien creó las bases internacionales del conglomerado industrial Nokia. En 1984, el grupo tenía 37 unidades estratégicas de negocios y más de 180 áreas de negocio, casi de la A a la Z. "Kairamo, cuenta el historiador Martti Haikio, soñaba con un conglomerado tipo japonés en el que todos los sectores fueran estimulados a crecer internacionalmente a través de adquisiciones agresivas". A Kairamo se le debe la inclusión de Nokia en la Bolsa de Londres y la dedicación de 4 horas de trabajo semanales a la formación, cuando muy pocas empresas ponderaban este aspecto.
El único error de cálculo de toda su estrategia fue la millonaria fabricación de televisores. 1988 fue en un año clave: estalló la crisis con grandes pérdidas, y Kairamo se suicidó durante un fin de semana en diciembre.
Los cuatro años que siguieron al fallecimiento de Kairamo fueron los más turbulentos de la empresa, que incluso estuvo a punto de ser venida a Ericsson.
Se cerraba un mercado pero se abría otro: en 1990 fue aprobada oficialmente la estrategia para los teléfonos móviles. Jorma Ollila lideró la joven empresa Nokia Mobile Phones y definió una estrategia de marca de cuatro valores: alta tecnología, diseño y estilo nórdico, centro en lo individual y en la libertad, segmentación y calidad industrial a toda prueba.
El informe que trajo millones
Se cerraba un mercado pero se abría otro: en 1990 fue aprobada oficialmente la estrategia para los teléfonos móviles. Jorma Ollila lideró la joven empresa Nokia Mobile Phones y definió una estrategia de marca de cuatro valores: alta tecnología, diseño y estilo nórdico, centro en lo individual y en la libertad, segmentación y calidad industrial a toda prueba.
Un ejercicio de escenarios realizado a pedido de Ollila en abril de 1992 mostraba claramente una oportunidad en el segmento de las comunicaciones móviles hasta el 2000. Este informe - que llevaría a Nokia al liderazgo mundial en 1998- lo enfrentaría asimismo con su mayor desafío emocional: abandonar sus negocios históricos. El toque final del conglomerado se daría en una reunión llevada a cabo en Hong Kong en 1994. Nokia avanzaba en su estrategia de focalización. También en 1994, el grupo ingresa a la Bolsa de Valores de New York y comienza un proceso de profunda alteración en la composición del capital: los viejos bancos finlandeses, propietarios de más del 50% del capital, dejan paso a los fondos de pensión americanos.
Aquí y ahora
A pesar de la crisis internacional, de la turbulencia en el sector de la tercera generación de teléfonos móviles, y de cierta falta de claridad sobre si el MMS (mensajes multimedia) será la «killer application» del futuro, cualquier balance que se haga en este 2004, diez años después de aquél Hong Kong de la gloria, volvería a arrojar resultados igualmente positivos.
Fuente: Mujeres de empresa