Redrado prevé menos inflación pero más desempleo para 2004
La estimación de Lavagna es mayor. El Banco Central impulsará alargamiento de plazos de los depósitos.
El presidente del Banco Central, Martín Redrado, aseguró ayer ante un grupo de senadores que la pauta inflacionaria para el próximo año se ubicará entre el 5% y 8%, mientras que este año cerrará con un aumento de precios de 6,5 por ciento.
Si bien estas proyecciones son menores que las previstas por el ministro de Economía, Roberto Lavagna, quien incluyó un rango de suba de 7% a 11% en el Presupuesto, en materia de desempleo la relación se invierte.
Es lo que se desprende del informe de inflación publicado ayer por la autoridad monetaria, en el que se explica que, dada una disminución en la elasticidad del empleo respecto del crecimiento económico, la tasa de desocupación no bajaría este año de 13 por ciento.
El titular del Central mantuvo un encuentro con los integrantes de las comisiones de Economía e Inversión y de Presupuesto y Hacienda del Senado. En ese marco, pronosticó también el nivel de inflación para el 2006, el cual, según dijo, se ubicará entre el 4 y 7 por ciento.
El funcionario defendió, además, el manejo de la política cambiaria al asegurar que la tendencia a la baja del valor del dólar es atribuible a la fuerte liquidación de exportaciones y al ingreso de capitales del exterior.
Flexibilidad
"El mercado cambiario se está manejando con absoluta flexibilidad, nuestra participación es menor", afirmó el funcionario. Ante la insistencia de los senadores, Redrado aseguró que el Banco Central "no tiene una posición dominante.
Si se mira el volumen que se está operando, se puede determinar que la mayor parte proviene de liquidación de exportaciones y de ingresos de capitales".
El funcionario también actualizó a los senadores sobre el nivel de reservas del BCRA: "Se han incrementado reservas por un monto de u$s2.500 millones en lo que va del año".
En cuanto al sistema financiero, consideró que los bancos se están fortaleciendo ya que todas las entidades del sistema, unas noventa, "son solventes", aunque aclaró que la salud del sistema financiero se aprecia "en pesos".
Por otro lado, Redrado volvió a insistir en la necesidad de "estirar los plazos de los depósitos" ajustados a otros índices y de buscar los mecanismos para reactivar los créditos, en especial de aquellos dirigidos a la pequeña y mediana empresa.
Sin embargo, descartó una flexibilización de las normas prudenciales que incluya una recategorización de las empresas que hoy no pueden acceder al crédito por estar en mora.
Ejecutivos se quejan
Las dificultades para acceder al financiamiento son uno de los principales factores que los empresarios remarcan como uno de los aspectos más problemáticos para decidir inversiones en la Argentina.
De acuerdo con un informe de competitividad realizado por el Foro Económico Mundial (WEF, según sus siglas en inglés) y el IAE, la Escuela de Dirección y Negocios de la Universidad Austral, este año la Argentina se ubicó en la posición 74 del ranking, cuatro puestos más arriba que en el 2003, sobre un total de 104 paises.
Aun así la calificación no alcanzó los 2,7 puntos sobre 10. Y si se realiza la comparación con el informe de 1994, se desprende que la posición cayó desde el puesto 37.
Subiendo puestos
Si bien aquella leve mejora en el ranking de competitividad demuestra que la Argentina avanzó en algunos aspectos, el sondeo realizado a cerca de cien empresarios revela que el país todavía padece un clima poco adecuado para realizar negocios.
"La Argentina todavía está penalizada por el impacto de la crisis. La gente tiene memoria; recuperar la confianza llevará unos cuantos años", dijo el economista jefe del WEF, Augusto López Claros.
Existe también una percepción poco positiva sobre la solvencia bancaria.