Invertir en arte puede llegar a ser muy rentable, pero en el largo plazo
En Europa o los Estados Unidos, es bastante común que un particular o una empresa adquiera obras con un objetivo de inversión, aparte del placer de formar una colección privada. Incluso muchos fondos de inversión poseen parte de sus activos en arte.
En general, los inversores se inclinan por la pintura y la escultura, pero también existen otras alternativas de inversión menos difundidas como la filatelia, la numismática, los libros antiguos o incluso la fotografía (ver "Documentos Adjuntos"). Este tipo de inversión puede resultar muy rentable en un largo plazo.
En la Argentina no es una práctica difundida. Por ahora existe un solo fondo que se dedica a ello, el fiMBArte, fideicomiso financiero del banco MBA consagrado al arte argentino y rioplatense.
Sin embargo, los especialistas recomiendan colocar una parte de las inversiones en obras de arte, ya que a largo plazo su rentabilidad supera a la de las inversiones más tradicionales como acciones y bonos. "Mirado a largo plazo, el arte es una inversión estupenda", sostiene Carlos María Pinasco, Director de la Colección Alvear de la Galería Zurbarán. "Los fondos de pensión de Inglaterra, por ejemplo, cuando liquidaron la colección de impresionistas en los años ‘90, declararon que en su vida habían tenido una inversión mejor".
Pinasco agrega que en caso de plantearlo como inversión de corto plazo, conviene tener en cuenta la iliquidez que caracteriza al mercado de arte. "Hay que entrar con la idea de salir en el momento oportuno y con paciencia", dice Pinasco. Incluso existen algunos índices elaborados por las principales casas de remates que reflejan el valor de las obras de arte y que sirven para comparar su rentabilidad con las de otras inversiones.
Perfil de los inversores
¿Quiénes invierten en arte en la Argentina? Según Cecilia Molina, encargada de prensa de la Galería Praxis, "en general son profesionales de clase media alta, de 20 a 40 años. Se trata de gente que fue formada cuando eran chicos y tienen sensibilidad artística". Para Pinasco, "resulta difícil hacer el distingo entre quién es un inversor y quién es un coleccionista. Pero incluso en este caso, es difícil pensar que se trata solamente de un coleccionista. Al contrario, muchos se preocupan por tener bien catalogada la obra, por darle valor a su colección exponiéndola en museos".
A la hora de invertir, los expertos recomiendan seguir algunos pasos para que la obra de arte seleccionada obtenga una buena rentabilidad (ver "Documentos Asociados"). Para Molina, conviene calcular un monto mínimo de inversión que no sea inferior a los 1.000 pesos (Pinasco pone el piso entre los 800 y 1.000 dólares). Y también es importante conocer la obra del artista, porque eso puede definir su valor de reventa. "Hay artistas que se cotizan muy bien acá, pero a la hora de venderlos, el propietario de la obra se da cuenta que afuera no lo conoce nadie", aclara Molina.
Martín Burbridge
Las entrevistas completas a Carlos María Pinasco y Cecilia Molina están disponibles en "Documentos Asociados"