El "nuevo" Tannat se prepara para conquistar más paladares
Ante una variedad desconocida y poco tentadora, a la hora de elegir siempre nos inclinamos hacia lo conocido por miedo a que lo otro nos defraude y está bien que así sea, si no se tiene una recomendación previa.
Porque, ¿cómo adivinar que esta variedad que nunca probó, dentro de una botella igual a todas puede llegar a sorprenderlo? Probar un Tannat es todo una sorpresa, es un viaje al país vecino, Uruguay. Para quien no lo ha visitado le recomiendo que lo haga, de lo contrario viaje con el vino que ya estará pisando ese terroir.
Esta variedad del suroeste francés está llena de taninos por donde se la mire, desprende taninos, es la variedad emblemática del Uruguay y responde perfectamente a nuestro país hermano, es genuina y siempre a las órdenes. Su color es oscuro profundo, de gran cuerpo y necesita un tiempo en botella para que se termine de redondear. No obstante, la adaptación al suelo lo llevó a tener su propia identidad algo más delicada que la cepa original francesa.
Puede encontrarla básicamente en varietales o en bi-varietales. En los primeros lo va a apreciar con todo su potencia, con cierta astringencia y con un final largo seco y algo herbáceo, en cambio, en los otros y de acuerdo al corte, que puede ser con Merlot o Cabernet Franc, se encontrará con un vino mas amansado y con las notas que le aporte la otra variedad, de todas maneras el Tannat despuntará y dejará su marca pero en forma más suave.
En Uruguay todas las bodegas elaboran esta variedad en tinto, en rosado y en espumante. Han ganando fama y se la considera una variedad que ya ha mejorado con los nuevos clones plantados, dejando de lado esas aristas y astringencia en boca que lo hacia difícil de aceptar por su dureza.
La variedad logró premios internacionales que han puesto al Uruguay en la cúspide dentro de los países que la elaboran, siendo hoy en día un patrimonio que les pertenece por la dedicación y resultados obtenidos. Están tan orgullosos de su Tannat como nosotros del Malbec.
En nuestro país muchas bodegas elaboran esta variedad y algunas realizan una purga de semillas para que no desprenda tantos taninos en la modalidad varietal o lo utilizan como vino de corte con otras para los bi-varietales.
"Cuando tome los vientos hacia algún lugar del Uruguay" anímese y pruebe esta cepa en la tierra que lo alberga logrando su mayor expresión, acompáñelo con una buena parrillada hecha con leña, con pamplonas, guisos (de mondongo, de ternera y si se anima con un buen guiso de lengua) o pastas con una salsa importante.
Para combinarlo por el lado de los quesos, que éstos sean picantes, fuertes y grasos para que puedan sostener la potencia del Tannat, una buena provoleta bien condimentada con tomate fresco por encima hecha a la parrilla será una verdadera gloria para los sentidos.
La ruta del Tannat
Ya sea que vaya por la zona de Canelones podrá visitar una gran cantidad de bodegas, donde lo recibirán con los brazos abiertos para mostrarle las instalaciones y sobre el final las degustaciones.
En Carmelo encontrará "Finca y Granja Narbona" que es un viaje al pasado en las tierras de un hijodalgo, donde puede comer o probar quesos y panes de elaboración propia, fiambres, vinos y grapa.
En Colonia del Sacramento "Restaurant & Art Gallery" en la ciudad vieja donde Jorge Páez Vilaró (h) ofrece una gastronomía imperdible bajo una parra de cien años.
En Montevideo "Bar Roldo’s" en el mercado del Puerto, donde la gastronomía uruguaya se luce y podrá probar el famoso Medio y Medio (blanco-rosado-tinto), en La Paloma, en Cabo Polonio o en Garzón.... tómese un tiempo para degustar un buen Tannat uruguayo contemplando sus paisajes, respirando la tranquilidad y disfrutando las pausas de nuestros hermanos orientales.
Dentro de los vinos tintos, el Tannat es el que aporta mayor cantidad de beneficios para la salud por la cantidad de antioxidantes y su alto contenido de reverastrol que mejora el colesterol y el sistema circulatorio en general.
Si le queda resto para algo mas, no deje de probar la grapa de Tannat que también está muy difundida localmente, es un destilado hecho con el orujo de la variedad y se puede tomar una copita o mezclada con el café y un terrón de azúcar, al modo "carajillo".
Por Alejandro De Oro
Sommelier
Centro de Enólogos de Buenos Aires
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Especial para iProfesional.com
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