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La Federación Internacional del Automóvil (FIA) se refirió a la implementación del sistema que debería estar de serie en los autos y que por ahora estaría postergado en la Argentina
11/10/2017 - 08:54hs
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En la Argentina todavía se encuentra en discusión la implementación obligatoria del Control Electrónico de Estabilidad (ESP), un dispositivo que puede evitar hasta un 80% los accidentes provocados por la pérdida de control de un vehículo.

También llamado control dinámico, se acciona automáticamente en el momento de realizar una maniobra imprevista, lo que habitualmente se llama un volantazo, quitando potencia al motor y utilizando el freno de forma independiente en distintas ruedas para evitar derrapes y vuelcos".

Según la Federación Internacional del Automóvil (FIA) Región IV, la postergación de este dispositivo como obligatorio en los autos aumentará los muertos por accidente de tránsito.

El ESP fue recomendado en 2012 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), para ser integrado en la fabricación de automóviles en todo el mundo. En la Argentina, en el año 2013 principales automotrices firmaron un acuerdo mediante el cual se comprometieron a implementarlo a partir del mes de enero de 2018, con el objetivo de reducir accidentes y salvar vidas.

Esta normativa abarcaría la inclusión obligatoria en los vehículos 0km que ya se comercializan en el mercado.

"Lamentablemente hoy en día la industria automotriz, generalmente considerada pionera en la innovación tecnológica, es reticente a los cambios y al parecer prefiere evitar su implementación definitiva", explican en FIA Región IV.

“Mientras sea opcional, los consumidores deberán pagar por su seguridad. Al ser estándar, estaría incluido en el precio de compra de cualquier vehículo”, explica Ricardo Morales Rubio, presidente del Directorio de Latin NCAP.

¿Cómo funciona este mecanismo de emergencia?

“Incorpora sensores de velocidad de giro en las ruedas que trabajan con el ABS (sistemas de frenos antibloqueo) y un sensor de dirección que registra la dirección deseada por el conductor al girar el volante y de esa forma detectar qué maniobras son imprevistas y activarse para corregir su trayecto”, comenta Pablo Azorín, jefe de Seguridad Vial y Medio Ambiente de FIA Latinoamérica.

También el sensor de ángulo de giro “proporciona información sobre desplazamientos del vehículo cuando el mismo comienza a derrapar o al perder la trayectoria deseada por el conductor”, agrega.

Con este dispositivo de fábrica, es posible evitar riesgos y mantener el control del vehículo ante una eventualidad. Su costo junto al ABS es de aproximadamente u$s60.

La fundamentación de esta posible e inadecuada decisión de su postergación es que el mercado brasileño prevé la puesta en funcionamiento obligatoria del ESP a partir de 2020, por lo que la demora les ayudaría a continuar sus intercambios comerciales con el país vecino.

Según estimaciones, la nueva reglamentación se pondría en vigencia recién en enero de 2022 y no en 2018 como estaba previsto.

“Por el bien de los argentinos y de todos los consumidores de la región, esperamos que la postergación sea un rumor y que Argentina se mantenga en línea con los planes de la Década de Acción para la Seguridad Vial y las metas de sustentabilidad de la ONU estipulados para salvar vidas”, opinó al respecto Alejandro Furas, Secretario General de Latin NCAP.