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El día en que los concesionarios se quedaron sin precios, con clientes desconcertados por la suba del dólar

Con la suba sin techo de la divisa, los precios de los 0km quedaron en “blanco” y las marcas que tienen más espalda prefieren esperar par vender
01/09/2018 - 00:08hs
El día en que los concesionarios se quedaron sin precios, con clientes desconcertados por la suba del dólar

Los vendedores llegaron a los concesionarios en medio del desconcierto. Primero, el temor a perder el trabajo, tras conocerse que en un mes cerraron 20 locales, algunos sin aviso; segundo, porque saben que la suba del dólar modifica inmediatamente los precios de los autos, y abrir hoy las puertas de un salón de ventas era como salir a manejar con neblina.

El aumento desenfrenado del dólar, en tan solo cuestión de días y horas, volvió a traer el fantasma del desabastecimiento en el mercado y la incertidumbre se adueñó de todos los sectores.

Lo primero que se paralizó fueron la venta de alimentos, con góndolas cada vez más vacías y susurros que se escuchan en los supermercados, de cliente a cliente, que hablan de stockearse o adelantar algunas compras porque se esperan fuertes remarcaciones de precios.

Lo mismo empezó a pasar en con la venta de 0km. Si bien las terminales tienen los depósitos llenos de autos, lo cual implica un alto costo que es preferible liquidar, en varias marcas estos días prefieren no cerrar ventas. Y durante la jornada del viernes se notó al máximo la gravedad de la situación.

Con un dólar que en una semana pasó de 30 a 40 pesos, el valor de los autos seguirá aumentando (aunque no se vendan), porque en todos los casos tienen un alto componente importado.

Esto sucede tanto con los modelos fabricados en el Mercosur, que son los más vendidos en el país; como con aquellos producidos en las terminales locales, ya que cuentan con un 70% de insumos y equipamiento del exterior.

La consecuencia es que el precio de todos los modelos es más sensible al dólar que a cualquier otro factor interno, como puede ser inflación, paritarias, entre otros.

Incluso aquellos vehículos que ya se venden en esa moneda, como son los premium, coreanos y chinos, tampoco conviene una suba tan abrupta porque encarece los valores en pesos y, al mismo tiempo, se incrementan las deudas que tienen las marcas con sus casas centrales.

En estos casos, otro factor en contra, es que las operaciones se pueden hacer tomando pesos según la cotización del día del Banco Central, y en estas horas nadie sabía cual era el piso y el techo del billete.

Por ejemplo un auto que vendieron hace 10 días a un valor, hoy prácticamente no pueden reponerlo.

Un caso concreto es el Range Rover Velar, que se lanzó la semana pasada con un precio de entrada de gama de desde u$s134.900, es decir $4.040.000. Este mismo modelo, hoy sale 5.396.000 pesos.

Según explicaron desde un reconocido punto de venta consultado por iProfesional, hoy muchos concesionarios dejaron pasar por alto el cierre de operaciones, dando por concluidas únicamente aquellas compras que ya estaban avanzadas.

Es decir, tuvieron sus puertas abiertas y recibieron a los clientes, porque tuvieron que hacerlo, pero no hubo facturación como suele suceder el último día del mes, donde se incrementan las operaciones.Vender un auto en medio de un clima tan enrarecido no les conviene a las marcas, y aunque muchos especialistas salieron a decir que es el mejor momento para comprar un 0km, seguramente fueron muy pocos los que lograron hacer el negocio.

“Hoy fue un día negro en los concesionarios, con un gran malestar tanto interno como en la gente que se acercó a hacer consultas. Muchos que venían analizando cambiar el auto quisieron hacerlo, pero es claro que en este contexto no podemos cerrar una venta”, dijeron en un punto de venta.

Las subas que vienene

Lo primero que se espera como consecuencia de este cambio inesperado en la economía es un mayor incremento del pensado en los precios de los 0km de septiembre.

En la mayoría de las terminales habían anticipado que la suba para el mes sería del 5 al 7 por ciento. Sin embargo esa cifra ya está descartada, y al cierre de la jornada de hoy en los puntos de venta ya hablan de incrementos que irán del 10 al 20 por ciento.

 "Los precios aumentarán hasta 20% en septiembre, ya nos informaron eso desde la casa central, pero igual seguirán algunas promociones, porque es una forma de incentivar a los clientes", agregó.

También es un hecho que los nuevos listados de cada marca que el lunes deberían estar vigentes, podrían demorarse un poco más en llegar, o bien aquellas empresas obligadas a cumplir con sus vendedores actualizarán las cifras pero emitirán luego uno o dos listados más a lo largo del mes, tal como pasó en junio y julio.

Hasta última hora del viernes, Renault fue la única marca que actualizó precios y la lista de septiembre llegó con subas de 10%: el auto más barato, el Kwid, pasó de $321.600 en agosto a $354.300 a partir del 1 de septiembre.

Otro modelo, como es el Sandero, se incrementó de$327.900 a 360.600 pesos.

La suba fue tan repentina que en cuestión de horas tuvimos que sentarnos a rever los precios. Las listas que teníamos preparadas quedaron desactualizadas antes de publicarse. No es un buen momento para nadie, pero es necesario incrementar más los valores porque sino será imposible reponer los productos”, explicó el directivo de una terminal líder.

La verdad estamos desconcertados. En tres meses bajamos las expectativas de ventas de casi 1 millón a 800.000; luego se sumó la reducción del reintegro a las exportaciones, lo cual no esperábamos cuando nos incentivan a producir más y exportar; y ahora se agrega otra devaluación abrupta. Es imposible saber qué pasará la semana próxima, ni hablar a fin de año”, dijo con un tono bastante desconforme otro representante de una marca masiva.

Lo cierto es que, en todos los casos consultados, la encrucijada es la misma: hay que aumentar más de lo pensado, aún con ventas que caen. De todos modos, también hay otro punto de encuentro entre los competidores, que es que tampoco los valores son los que provocaron la caída de los patentamientos, sino que es la incertidumbre generalizada de la gente.

“La mayoría de las operaciones se hace con la entrega de un auto usado, y en este momento esos modelos no tienen precio. La brecha con los 0km ha quedado muy amplia y los dueños saben que en unos meses más tendrán que revalorizarse, por eso prefieren no vender”, explicó un líder de ventas con años de experiencia en un comercio de 0km.

Preocupación por los costos fijos

Además del malestar general y de la incertidumbre sobre si vender o no, en los concesionarios crece la desesperación porque a la caída de la rentabilidad que venían sufriendo, con esta devaluación empeoran aún más la situación.

Loa conflictos son cómo hacer frente a los costos fijos, entre ellos los sueldos a los empleados que tienen que seguir pagando y el stock que mantienen en los depósitos, el cual todos los días se lleva un porcentaje de sus ingresos porque la mayoría de los locales se abastece con financiamiento y las tasas de interés se fueron por las nubes.

La consecuencia ya se ve en varias provincias del país y en agosto cerraron 20 concesionarios, algunos de ellos de forma tan repentina que los empleados se enteraron cuando llegaron al local y vieron un cartel que les decía a donde dirigirse para cerrar su liquidación, como pasó con un local de Fangio, vendedor de Mercedes Benz, en Mar del Plata.

También los trabajadores están sufriendo porque sus sueldos se componen, en gran parte, de comisiones, y las ventas de agosto podrían cerrar con una caída de 30% en los patentamientos, lo cual muestra que el ingreso al bolsillo también se achica.

En cuanto a los próximos meses, las automotrices no esperan una pronta recuperación y de una crisis que podría tener su fin en el último trimestre del año recién se espera que mejore en el segundo trimestre de 2019.

Como consecuencia, los patentamientos que se esperaban para 2018 por encima de las 950.000 unidades, ya se restringieron a proyecciones de 800.000.

Los lanzamientos en agenda que ya tenían las marcas y los planes de inversión todavía siguen en marcha, pero cada día los planes son repasados con más detalles y empiezan a sentarse dudas sobre lo que pasará en pocos meses más si la situación de inestabilidad no se revierte.