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El lado B del plan de incentivos: los autos brasileños arrasan y los nacionales quedan rezagados

El Gobierno dio bonificaciones para impulsar patentamientos. Pero la medida favorece principalmente a los importados, que son protagonistas de las ventas
29/07/2019 - 11:00hs
El lado B del plan de incentivos: los autos brasileños arrasan y los nacionales quedan rezagados

El plan "Junio 0km" y su continuación durante el mes de julio, está trayendo algo de alivio para el sector automotor, de la mano de una recuperación de las expectativas de los consumidores, que poco a poco volvieron a los concesionarios.

En muchos casos, los vendedores admiten que hubo un cambio sustancial en la relación con el cliente y que está siendo más fácil que aquello que comienza con una consulta se termine convirtiendo en una compra, ya que los incentivos una vez que la gente se sienta frente al escritorio, se multiplican.

que, a las bonificaciones que aporta el Gobierno, las marcas suman su propio "menú" de bonificaciones. Así las cosas, las rebajas en general van de los $50.000 a los $90.000, pero hay casos puntuales en los que llegan a sobrepasar los $150.000, sobre todo en las unidades más caras.

A poco de cumplirse dos meses de la implementación del plan oficial, hay dos diagnósticos: el primero es muy positivo y tiene que ver con que, poco a poco, los patentamientos vienen recuperándose.

Según adelantó el presidente de la Asociación de Concesionarios de Automotores (ACARA), Ricardo Salomé, el plan oficial, con apoyo de las marcas, generó una "gran proactividad".

Es que se registró un incremento del 60,7% en el patentamiento de vehículos comprendidos en el plan durante los primeros 18 días de este mes, respecto del mismo período de junio.

Sin embargo, la segunda conclusión no es tan positiva: los autos importados –principalmente los brasileños- son los que vienen arrasando en ventas, dejando muy rezagados a los de producción nacional.

Por qué festeja Brasil

Como se dijo, esta bocanada de aire fresco frente a un escenario en bajo, es algo que es muy celebrado por todo el sector.

Sin embargo, la industria nacional no se está viendo tan beneficiada por la iniciativa oficial.

Es que el incentivo que promociona el Gobierno está impactando con más fuerza en un segmento de vehículos que son los importados, especialmente los fabricados en Brasil, mientras que los modelos que se producen en el país pierden terreno.

Esto tiene que ver con el tipo de modelos que se produce en el mercado local y los que se compran a otros fabricantes, una política de larga data en la historia del Mercosur, que determinó que Brasil se especializara en los vehículos más masivos –y de mayores ventas- y la Argentina en los sedanes medianos –ahora en plena retirada por cambios en el mercado- y en pick ups –que explican un menor volumen de patentamientos-.

Según Franco Roland, economista de Abeceb.com, los números hablan por sí solos: mientras que los patentamientos de vehículos importados crecen más del 50% gracias a los subsidios, los modelos nacionales vienen corriendo muy por detrás, con un incremento del 19% en la primera quincena.

"Hay muchas causas que impulsan los resultados. Por un lado, porque la gran cantidad de stock que tenían las terminales y los concesionarios era de modelos del segmento chico, autos más económicos que, en general, son los que compran y acumulan los concesionarios porque tienen una salida más rápida", comentó Roland.

El otro punto es que son estos mismos modelos los que también reciben descuentos extras por parte de las terminales o concesionarios –los cuales, como se mencionó, se suman a los subsidios del Gobierno-, apuntalando así con más rebajas a estos 0km.

"Muchas bonificaciones se aplican a vehículos que están hace meses en el país, y que es necesario liquidarlos sea como sea, por eso hay ofertas tan grandes y se venden con mayor facilidad. Hoy tenemos descuentos por encima de los $200.000, mucho más que el subsidio que aporta el Gobierno", comentaron en un concesionario Citroën.

Una cuestión estructural

Por otro lado, hay dos contras más para los vehículos de producción local, tal como analizan en Abeceb.com. Y una tiene que ver con la mencionada "especialización" de un lado y otro de la frontera.

Por un lado, sucede que los autos que se fabrican en el país pertenecen, en su mayoría, a la categoría de los sedanes y hatchback medianos, como son el Citroën C4 Lounge, Peugeot 408, Chevrolet Cruze y Fiat Cronos -este último un poco más chico y moderno-.

El problema es que estos modelos están empezando a desaparecer entre las preferencias de los consumidores, que se inclinaron en los últimos años por los SUV, los cuales le van ganando lugar.

En los últimos años, el incremento de la oferta de productos ya sea del segmento crossover o todoterreno ha sido tan notable que están ganando participación de mercado frente a los convencionales modelos con baúl o sin él, pero de tamaño mediano.

De hecho en algunas marcas, como es el caso de Ford, hasta se discontinuaron del mercado su exitoso Focus producido en la planta de Pacheco y el Fiesta, importado de Brasil (del segmento B), espacios que no serán ocupados por modelos de la misma categoría sino que serán reemplazados por los Sport Utility Vehicle, la mayoría de los cuales hoy viene de Brasil.

El otro aspecto que golpea la producción nacional es que las bonificaciones son para vehículos de pasajeros, y actualmente el sector que tracciona la fabricación en el país son las pick ups.

De acuerdo a datos de ADEFA, en junio se fabricaron 20.342 utilitarios frente a los 19.078 autos, con un acumulado anual de 60.700 en el primer caso y de 100.500 en el segundo.

Esto marca una baja de 51% en la producción de automóviles, mientras que la categoría que engloba a las pick ups y furgones de carga cayó solo 14,7 por ciento.

Pocos nacionales en el top 10

Este incremento directo que están recibiendo a nivel ventas los modelos importados por sobre los nacionales se observa en los resultados registrados por ACARA en los primeros días de julio.

Entre los 10 modelos más vendidos únicamente hay dos de producción local.

 

El podio lo integran el Chevrolet Onix, el Toyota Etios (los dos modelos de entrada de gama de cada marca) y el Toyota Yaris. Estos tres productos llegan importados de Brasil.

Además, otro dato para destacar es que, en el caso del Yaris, se registró un incremento en las ventas de 770% en el acumulado anual y logró nada menos que posicionarse en el ranking de los más vendidos en el país.

 

Este modelo fue rediseñado el año pasado y está llevando a la japonesa a posicionarse en todas las categorías de vehículos (es líder en pick ups con casi el 50% del mercado; en el segmento de los chicos logró que el Etios esté siempre en el podio; y entre los golpeados sedanes siempre mantiene vivo al Corolla).

La japonesa es una de las pocas que no quedó atada a la política de bonificaciones que comenzaron hace más de dos años algunas automotrices, y hoy se convirtió en un factor a favor para llamar la atención con las rebajas. Y esto se refleja en las ventas.

En el ranking de patentamientos el que sigue es el Chevrolet Cruze, el cual se produce en la planta de Alvear, provincia de Santa Fe, y que es de los pocos medianos con silueta hatch o sedán que sobreviven en el país.

La marca está próxima a presentar la renovación de esta generación, que se lanzó en 2016, y fue un hito para la marca y el modelo por su avance en tecnología.

 

En el listado de los 10 más vendidos también se encuentra el Toyota Corolla, Peugeot 208, Chevrolet Prisma y Volkswagen Gol, todos provenientes de Brasil, mientras que el noveno lugar es para el Honda HR-V producido en la planta de Campana. El top ten lo completa el Jeep Renegade, también brasileño.

Analizando los modelos que siguen y que conforman el segundo pelotón de los más vendidos, figuran Fiat Argo, Ford Ecosport, Ford Ka y Renault Kwid, también del país vecino, mientras que el Renault Sandero, que se produce en Córdoba, bajó al puesto 15.

En tanto, Volkswagen Polo, Nissan Kicks, Citroën C4 Cactus y Nissan March completan la lista hasta el puesto 20, que dejó desplazado al discontinuado Ford Focus.

De esta manera, los modelos nacionales han recibido mucho menos impulso que los brasileños por parte del plan de incentivos que instrumentó el Gobierno.

A esto se sumó otro factor: hay una mayor presión de Brasil, que está con la necesidad de colocar sus modelos en los países donde exporta porque la recuperación de su mercado interno no evoluciona tal como esperaban.

En cuanto a las expectativas para lo que resta del año, los analistas afirman que la iniciativa oficial ayudó a recortar las tasas de caída.

La proyección es que permita, por lo menos, cerrar 2019 con unas 500.000 unidades patentadas y no caer por debajo de ese piso.

De hecho, hace unos meses, las previsiones más pesimistas rondaban las 480.000 unidades, un nivel considerado crítico por la industria.

Sin embargo, como se mencionó, más ventas no implica más producción, dado que el rebote de los patentamientos está impactando más en las plantas brasileñas que en las locales.

"A futuro creo que seguirá así la tendencia, ya que los vehículos chicos tienen más oportunidades, mientras que a nivel nacional no solo no hubo grandes lanzamientos sino que salieron de las línea de producción varios modelos", comentó Roland.