¿Quién es Max Verstappen, campeón de la F1?: La influencia del padre y la revancha de "ganar a cualquier precio"
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El final de la Fórmula 1 que consagró campeón a Max Vestappen quedará por siempre en la historia, ya que logró romper una racha de 7 campeonatos consecutivos de Mercedes Benz, e instaló una nueva filosofía de "pilotear un auto".
En una carrera para el infarto, el neerlandés de 24 años se consagró en la máxima competición del automovilismo mundial. El joven tenía hambre de triunfo, pero no solo era una exigencia propia, sino que viene de una crianza donde había que dar todo o nada, ya que su padre Jos, ex corredor de la categoría, ha sido quizás quien más sufrió la época de gloria de la competencia instaurada por Michael Schumacher y la modalidad de "ganar a cualquier precio".
Max nació en un ambiente donde se respiraba Fórmula 1. Jos era un piloto nato, y tuvo que enfrentar por años al inigualable corredor alemán que era implacable en la pista. El nuevo campeón de la Fórmula 1, que se consagró tras vencer el dominio de Lewis Hamilton, mamó de chico esa realidad, donde el nivel de dureza era extremo. Y ahora demostró su entereza, su inmenso talento, de esos que surgen una vez cada diez años, y su fuerte carácter.
Hecho a medida
La historia personal no es todo. Sino que hay más, además de encontrarnos ante un nuevo destacado del deporte. Max llegó a la carrera con varios factores a favor. El éxito de RedBull estaba cantado, porque el equipo está hecho a su medida. Verstappen padre se ocupó de renovar el contrato de su hijo y más allá de las exigencias económicas, los pedidos giraron alrededor de que su hijo fuera el ‘Rey Sol’ del equipo austríaco. Ninguna escuadra quiere ser tan dependiente de un piloto como lo es en la actualidad RedBull de Max.
A eso se sumaron otras cuestiones que explican por qué se consagró campeón poniéndole fin al reinado de Hamilton, un factor extra y de peso.
El neerlandés mostró su mejor versión, acompañado por el salto de calidad de su equipo y el desarrollo del motor Honda. Venció en la segunda fecha, en el Gran Premio de la Emilia Romaña, en el Autódromo Dino y Enzo Ferrari de Imola, en Italia. Pero tuvo un mejor auto. El cambio de reglamento técnico en este año, donde se eliminaron elementos aerodinámicos en la parte inferior del chasis, benefició a Red Bull al ser un equipo cuya parte trasera tiene una mayor elevación en su altura, con la que logró una mejor entrada de aire, por ende mejor tracción y más velocidad.
También hay una mejora en el motor Honda. Desde que empezaron a motorizar a Red Bull, esta temporada se vio la mejor versión de impulsores japoneses en los coches del equipo austriaco, algo a lo que Verstappen le sacó todo el jugo.
Por último, las estrategias de Red Bull. Es un clásico del equipo austriaco y hasta el final de la temporada hubo decisiones que fueron acertadas, otra no. Entre las positivas se destaca la del final en Abu Dhabi, cuando en la neutralización por el choque de Nicholas Latifi (Williams), rápido lo llamó a Verstappen para poner gomas blandas y jugarse por un final mano a mano con Hamilton.
Al volver a pista el neerlandés quedó detrás de cinco rezagados y, si bien primero los comisarios deportivos le negaron que los adelantara, luego se lo permitieron a Max y quedó detrás de Lewis. Más veloz (mayor adherencia en pista) y fresco por el recambio, Verstappen pudo superar a su rival, ganar la carrera y el campeonato.
Mercedes, en cambio, no se la jugó para que Hamilton hiciera lo mismo porque al ver que los rezagados quedaron detrás del inglés, pensaron que Verstappen iba a tener que superarlos con la carrera relanzada, algo que no pasó y por eso elevaron su protesta.
Si bien el automovilismo suele ser un deporte individual porque en la pista solo están los pilotos sobre sus autos, el trabajo en equipo a lo largo de la temporada fue clave para que Verstappen sea campeón. Él y su escudería pegaron un salto de calidad, lograron tenerlo a lo largo de la temporada y eso les valió el título de pilotos.
Los festejos
Terminada la carrera, la incertidumbre se prolongó en parte hasta horas después del final, hasta que los dos reclamos interpuestos por Mercedes con motivo del final del periodo con el coche de seguridad en pista fueron rechazadas por los comisarios. El gran vencedor jamás dudó de la autenticidad de su victoria. Y tuvo una reacción entre euforica y emotiva apenas entendió que era el nuevo dueño de la corona de la Máxima. Las imágenes las compartió Red Bull, su escudería.
Max estaba apurado por poder ir a abrazarse con sus seres queridos y con todas las personas que lo ayudaron a llegar hasta el título de campeón de la Fórmula 1. Allí, en la primera fila, lo esperaba justamente la mujer que se ha convertido en una pieza clave como sostén emocional del neerlandés: su novia, Kelly Piquet, hija de Nelson Piquet, ganador de los mundiales en 1981, 1983 y 1987.
Aún sin sacarse el casco ni los guantes, el piloto de Red Bull fue directo hacia donde lo esperaba su equipo. Entre ellos se destacaba la figura de Kelly, que durante todo el fin de semana siguió con extrema concentración todas las instancias de la competencia. La joven funcionó como un imán para Verstappen: inmediatamente se fundieron en un abrazo en el que ella no pudo -ni quiso- ocultar su emoción y, exultante, le pronunció varias palabras al oído a su pareja.
"Es una locura, al fin tuve suerte, quiero volver a vivir esto con este equipo por los diez o quince próximos años", lanzó luego, ya ante la requisitoria de los medios. "En primer lugar felicitaciones a Max y a su equipo. Hizo un trabajo fantástico este año", destacó Hamilton, "orgulloso" de su equipo.
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El título de constructores fue para Mercedes, mientras que el tercer cajón del podio de la carrera este domingo en el circuito de Yas Marina lo ocupó el español de Ferrari Carlos Sainz. La carrera y el Mundial se resolvieron en un escenario digno de película, con los dos rivales igualados a puntos (369,5) antes de esta final, lo que sólo había ocurrido en una ocasión en el pasado, en 1974.