"Pontón Recalada", la tranquera en el rí­o del comercio exterior argentino

El "Pontón Recalada" aparece en la lí­nea del horizonte con su color naranja como parte del amanecer. Luego de una noche de navegación desde el puerto de Buenos Aires, y de pasar por la rada del puerto de La Plata y ver esa especie de ciudad que forman los buques "estacionados" con todas sus luces prendidas a la espera de la autorización para poder entrar al amarradero, esta especie de "hotel" en el medio del rí­o de la Plata lentamente va tomando forma.

í‰ste es un buque perteneciente a la Prefectura Naval Argentina que se encuentra fondeado frente a las costas de Montevideo. Se encuentra indicando el acceso al canal Punta Indio, el cual conduce al puerto de Buenos Aires, a 141 kilómetros de distancia. En este punto es donde desembarcan los prácticos una vez que condujeron las embarcaciones a ultramar y, a su vez, abordan a aquellos buques que buscan ingresar al puerto de Buenos Aires, al de Dock Sud, al de La Plata y a todos los amarraderos rí­o arriba en la costa del litoral.

í‰ste es un buque de 147,80 metros de largo por 20,20 de ancho, con un puntal de 11,80 metros, tiene cinco bodegas y no tiene motores. Está fondeado frente a las costas de Montevideo desde que salió del astillero, en 1994, ya que fue una das últimas embarcaciones construidas para la ya inexistente Empresa Lí­nea Marí­tima Argentina (ELMA).

Asesores
Los prácticos son una especie de "asesores" de los capitanes de los barcos. Este servicio es brindado por empresas privadas a las cuales la PNA les cobra por el servicio "hotelero" que presta Recalada. El trabajo consiste en abordar el buque carguero "en movimiento", y guiarlos hasta el puerto.

Alcanzar el puesto de práctico lleva mucho tiempo. Primero hay que haber sido capitán, como mí­nimo, durante cinco años. Según dijo el práctico Carlos Danglade, antes de subirse a la lancha que lo acerque al buque que, lentamente, pasa por la cercaní­a del estacionario y que tiene como destino final el puerto de La Plata, "la parte más importante de nuestro trabajo es conocer toda la reglamentación necesaria para navegar por los canales".

Por último, explico que es un trabajo que "lleva mucho tiempo poder llegar a hacerlo, porque no hay que olvidarse que si sucede un accidente, la responsabilidad es compartida entre nosotros y las autoridades del barco". "Hay que tener mucho cuidado, estos barcos tiene varios metros bajo el agua, por lo que las maniobras pueden ser muy complicadas". "Una embarcación puede llegar a pesar 65.000 toneladas, es una mole que no tiene frenos y que, aparte de su propulsión, lo empuja la corriente, por eso es que cuando chocan algo, lo empuja y se lo lleva muchos metros", sentenció Danglade.

Un dato fundamental para poder entender la función que cumplen los oficiales de "Pontón Recalada" y los prácticos lo acercó el prefecto Rogelio Pelegrino, jefe de la Delegación de Inteligencia de la Prefectura Naval de la zona Rí­o de la Plata. "Si tomamos en cuenta que esta zona del mundo está alejada de los mercados, que el rí­o de la Plata no es fácil para navegar, pasan alrededor de 20 barcos por dí­a, y que el costo de cada uno de ellos es de 70.000 dólares diarios, sin contar las cargas, entonces, si no contamos con un buen servicio, las grandes navieras no van a arriesgarse y empezarí­an a retirarse".

Mientras Pelegrino relataba un accidente el capitán del guardacostas "Delfí­n" avisa que ya realizó el reaprovisionamiento y el recambio de la tripulación del estacionario y que es el momento de emprender las doce horas de navegación que significan el regreso al puerto de Buenos Aires. 

David Cayón
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