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La Argentina, uno de los paí­ses más baratos para consumir energí­a

Nuestro paí­s posee los precios más baratos para los productos energéticos, sobre todo si se compara con los Estados Unidos, Europa y el resto de Latinoamérica
22/09/2005 - 11:34hs
La Argentina, uno de los paí­ses más baratos para consumir energí­a

Esta situación se produce pese a que la producción petrolera cae desde hace siete años; a que la oferta de gas sufrió en el primer semestre de 2005 la primera disminución desde la devaluación del peso (en enero de 2002) y a que el sector de generación eléctrica no tiene una inversión genuina desde 1998, según un estudio difundido hoy en Buenos Aires.

El Instituto Argentino de la Energí­a General Mosconi destaca que el precio que se paga en este paí­s por un litro de gasolina, de 0,65 dólares, es entre un 45 y un 60 por ciento más barato que los que hay en Brasil (0,91 dólares), Chile (0,95), España (1,23), Francia (1,48), Gran Bretaña (1,57) y Holanda (1,69).

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Gas
Una situación parecida se repite en el precio del gas natural en boca de pozo, que en abril de este año fue de 1,10 dólares por millón de BTU (la unidad de comercialización), un 85,5 por ciento menos que los 7,60 dólares a los que se cotizó el fluido en EEUU.

Electricidad
Lo mismo ocurre con la electricidad, ya que para julio pasado el precio mayorista en el mercado local fue de 27,49 dólares el Megawatt/hora, casi un 60 por ciento menos que los 65 dólares cobrados en Chile y los 68 dólares en Estados Unidos.

La asimetrí­a se hace más fuerte en la comparación de las tarifas de energí­a eléctrica que pagan los usuarios residenciales: en la Argentina se abonan 21,58 dólares el megavatio/hora, cinco veces menos que los 112,72 dólares que se pagan en Brasil.

"La sola comparación muestra que algo no anda bien en el sector energético argentino", aseguró Jorge Lapeña, que preside el Instituto Argentino de la Energí­a General Mosconi.

Lapeña dijo que concuerda con la decisión del Gobierno de aplicar retenciones móviles a la exportación de crudo para contener el precio de los combustibles en el mercado interno, pero advirtió que la ausencia de "señales de precios que alienten inversiones enciende luces amarillas en negocios como generación de energí­a".

"La actividad depende casi exclusivamente de los privados y estos precios son tan bajos que no remuneran ninguna inversión",
consideró.

Las tarifas de los servicios públicos, entre ellos la energí­a eléctrica, están congeladas desde comienzos de 2002, tras la
devaluación del peso frente al dólar, monedas que durante casi once años habí­an tenido una paridad de "uno a uno".

A finales de 2003, el gobierno argentino abrió el diálogo con las empresas para renegociar los 62 contratos de concesión de los
servicios públicos, proceso que debe ser ratificado en cada caso por el Parlamento.