Polémica sobre la importación de discos compactos vírgenes
Dada la mediatización que la Cámara Argentina de Fabricantes de Medios Opticos (CAFMO) le dio al tema de la protección que debe recibir el sector frente a las importaciones de discos compactos, es imprescindible aclarar ciertos aspectos esenciales en relación a la investigación de Salvaguardia en curso:
Hasta la fecha, y a pesar de los reclamos reiterados que formula, CAFMO no ha presentado ningún estudio ni anteproyecto técnicamente sustentado que exponga los compromisos de la entidad y de sus empresas asociadas, para las inversiones y aumentos de capacidad señalados en sus manifestaciones públicas. Por tanto, dichas expresiones deberían ser interpretadas como tales: meras expresiones de deseos o anuncios voluntaristas, ni compromisorios ni fundamentados.
De ninguna manera se ha comprobado, y mucho menos establecido, que el nivel de producción de 38 millones, o 58% de la capacidad instalada, esté afectado sola y exclusivamente por las importaciones, afirmación tendenciosa que no responde a la realidad ni a los argumentos e información incluidas en el expediente. Por el contrario, en los análisis efectuados hasta el momento han quedado expuestas fallas y errores de carácter operativo y administrativo-gerencial, que habrían influido directamente en los niveles expuestos por CAFMO, con algunas diferencias interpretativas preocupantes.
Lo que CAFMO no enfatiza, es que con una necesidad prevista según esa entidad en 180 millones de dispositivos (que realmente sería de 250 millones) para el año 2010, de concretarse las injustas medidas de protección solicitadas, la producción local sólo podría acceder a una participación del mercado similar a la que actualmente tiene, lo que crea severas dudas acerca de la seriedad de sus planteos.
CAFMO menciona además que los CD-R se importan por debajo del costo, pero omite explicar que la Aduana tiene fijado, y aplica, un Valor Criterio de u$s0,15 por unidad, lo cual transforma a dicha aseveración en una falacia no accidental, a través de la cual no sólo se pretende desacreditar a los importadores, sino que también se pone en duda el accionar del Servicio Aduanero.
Nos parece necesario y sumamente importante destacar que, como es de público conocimiento, la Aduana acaba de identificar un caso de falsa manifestación de "discos abrasivos", que en realidad resultó tratarse de un embarque de 1 millón de dispositivos de CD-R.
Este hecho, que la CIRA repudia enérgicamente como ha ocurrido siempre en sus casi 100 años de vida, pone de manifiesto las acciones que algunos operadores inescrupulosos (que no son los importadores leales que representamos) están dispuestos a realizar, cuando se insiste en generar sobreprotecciones y reservas de mercado, para lo cual se pretenden fijar controles y exigencias innecesarias, injustificadas y desmedidas, sobre un producto cuya comercialización internacional es transparente (a la vez que ha servido para demostrar que los controles aduaneros existen y funcionan). Estos intentos de sobreprotección terminan entonces afectando al comercio y a la producción leales.
No se comprende además porqué, si las empresas nucleadas en CAFMO disponen de información seria y veraz de que los CD-R se importan por debajo de su costo de producción, no accionan de inmediato efectuando una denuncia por dúmping, en lugar de apelar a un pedido de aplicación de cláusula de salvaguardia que, en todo caso, de aplicarse sólo serviría para que estas empresas puedan dar continuidad y desarrollo a su negocio produciendo en áreas protegidas por el Estado. En lugar de atacar a quienes realmente violan las reglas del comercio leal, se prefiere buscar una medida generalizada con el objetivo de evitar, lisa y llanamente, una necesaria competencia.
Prometer mayores inversiones y aumentos de producción a expensas de la protección del Estado Nacional, y de los bolsillos de los consumidores, es una práctica ya perimida en Argentina, que la sociedad en su conjunto condena y rechaza desde hace mucho tiempo. La iniciativa y el riesgo empresario, la eficacia y la eficiencia son hoy las virtudes que los consumidores y el público en general valoran.
En lugar de este tipo de acciones, y en base a los beneficios y ventajas con que gozan desde hace tiempo, los fabricantes nacionales de CD-R debieron haber diseñado un proyecto de producción con foco en las exportaciones, que apuntara a la creciente evolución de la demanda a escala mundial; sin embargo, a la fecha no han registrado exportación alguna, ni siquiera a países de la región y a pesar de que uno de los inversores es una firma brasileña…
El precio al que se importan los CD-R de origen extranjero es u$s 0,12 por unidad; el que puede considerarse bajo sólo si se lo compara con el ineficiente costo de producción de u$s 0,27 de las empresas nacionales, que para mejorar su escala prometen aumentar la producción solamente con una potencial inversión para la compra de sólo 4 máquinas, nada más).
Los 100 millones de CD-R que los fabricantes nacionales "prometen" llegar a producir en el 2010 (adquiriendo una máquina por año), no van a resultar suficientes para abastecer una demanda estimada para ese año en 250 millones de unidades. Esto demuestra que aquel supuesto proyecto empresarial de inversión, de estas limitadísimas características y magnitud, está destinado al fracaso desde su comienzo.
En síntesis: tal como se evidenció en la reciente Audiencia Pública, de adoptarse alguna medida a favor de este sector, ya exageradamente privilegiado, los actuales propietarios de las tres empresas locales serían los "únicos ganadores", pues una vez más sería el público consumidor quien estaría subsidiando las visibles ineficiencias señaladas y expuestas en el propio expediente.
Ing. Carlos Restaino - Miembro de la Comisión Directiva de la Cámara de Importadores R.A.