Tras la crisis, la importación de celulares se multiplicó por once

Hubo una época donde la depreciación de la moneda argentina repercutió de manera tan notable en los flujos comerciales, que el ingreso de celulares -hoy convertidos en una de las vedettes del boom importador-, se desplomó a tal punto que sólo entraron al país equipos por una exigua suma cercana a los u$s9 millones.

Sin embargo, reactivación mediante, esta caída se revirtió rápidamente y se transformó en una verdadera explosión, que permitió que se alcanzara la cifra récord de u$s1.133 millones.

De este modo, considerando el año 2001, es decir, el último período de convertibilidad –momento en el cual la recesión golpeaba al consumo y, por ende, a la llegada de estos equipos-, la importación actual es hoy once veces superior a los u$s102 M de aquel entonces.

De este modo, la adquisición de equipos en el exterior no sólo recuperó los u$s642 millones que había obtenido en el año 2000, sino que incluso superó en un 75% a esta que es hoy la tercera mejor marca histórica para el producto.

Patrones de consumo
Por otra parte, esta suba no sólo implicó un aumento en cantidad, sino que también trajo una modificación en el patrón de consumo. En efecto, en los últimos años hubo una importante suba en el precio de importación, generada por la mayor preponderancia de modelos de gama alta y media.

Estos modelos, que en 2005 representaban el 50% del total importado, en 2006 ya pasaron a representar el 50% del total. Así, mientras que el precio por unidad de kilo importado en plena crisis de 2002 era de u$s134 hoy es de exactamente el doble, lo que lo convierte en el monto más alto de los últimos años.

Dos visiones
En este contexto donde los celulares representan el segundo producto más importado por el país, sólo superado por los automóviles -apenas u$s31 M más-, se desató una polémica en torno a la categorización que el INDEC le da a este tipo de bienes.

Sucede que el organismo los contabiliza como bienes de capital, junto a otros productos tales como televisores, línea blanca y las aeronaves que llegan temporalmente al país.

Según la consultora Abeceb, los equipos de telefonía son considerados de "baja influencia" en los niveles productivos.

Al respecto, el estudio de Miguel Angel Broda explica en uno de su último informe que "en cuanto al equipo durable de producción, preocupa el estancamiento que se viene observando desde comienzos de 2006 en las importaciones de bienes de capital auténticos, es decir, aquellos que aumentan la capacidad productiva".

En este contexto, destaca que bienes como los celulares no pueden considerarse influyentes para la producción, por el simple hecho de que una vez que llegan del exterior se destinan directamente a los consumidores finales. Del mismo modo, las aeronaves -que se convirtieron en el tercer producto más importado-, para Broda deberían catalogarse en el rubro servicios.

Así, si bien las inversiones de bienes alcanzaron el año pasado los u$s8.500 M, para el equipo del analista, las importaciones de bienes de capital auténticos "resultaron 18% menores que las de 1998", un año considerado "de oro" para la modernización del esquema productivo.

Bien fundamental
Desde la vereda de enfrente, el presidente de la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA) Diego Pérez Santisteban mostró su disconformidad con esta visión respecto de la pertenencia o no al mundo de los bienes de capital.

"La importación de celulares tiene un aspecto fundamental y es que son el complemento inevitable para el gran desarrollo tecnológico que se ha dado en la Argentina. Por lo tanto, no lo vemos como un bien superfluo, realmente lo vemos como un complemento clave para la infraestructura".

En segundo lugar, "el celular se ha convertido en el producto de más amplio espectro de consumo de la historia, no hay un producto como este que llegue a las clases altas, medias y bajas de la misma manera".

La Argentina, polo productivo
Por otra parte, Santisteban, quien además se desempeña como director del departamento de Comercio Exterior de la consultora Deloitte, destacó que la Argentina debe comenzar a promocionarse frente a las grandes multinacionales del sector.

"Que todavía en el país no se haya advertido el negocio que implica la fabricación de este tipo de productos es algo que debería llamar la atención de los inversores", explicó el directivo.

Proyecciones
Según los analistas de la consultora Investigaciones Económicas Sectoriales (IES), las perspectivas de crecimiento para los próximos dos años "son muy favorables".

Sin embargo, se espera una tasa de crecimiento mucho más moderada que la exhibida hasta el momento.

Así, las perspectivas fijan que de los 31 millones de aparatos existentes en el mercado en 2006, la cifra pasaría a 33 millones para este año y a 35 millones para 2008, lo que significa una tasa de crecimiento del orden del 6,4 y del 6%, respectivamente.

Del mismo modo, luego del fuerte salto importador de 2004 -la suba fue superior al 500% respecto de 2003-, durante 2005 la tasa de crecimiento se ubicó muy por debajo (45%), contracción que volvió a reiterarse el año pasado, cuando el crecimento fue del 23% respecto del período anterior.

Juan Diego Wasilevsky
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