Reducción de aranceles a bienes de capital: el Gobierno oficializó una nueva etapa de apertura comercial

En línea con su estrategia de desregulación y apertura de la economía, el Gobierno nacional implementó una nueva etapa de reducción arancelaria que impacta sobre los bienes de capital importados.

 A través de los decretos 536/2025 y 513/2025, publicados en el Boletín Oficial este lunes, se oficializaron modificaciones en el régimen de comercio exterior que buscan abaratar insumos industriales clave y fomentar la inversión productiva en sectores estratégicos.

El Decreto 536/2025 actualizó los regímenes de excepción al Arancel Externo Común (AEC), consolidó una lista de bienes de capital con alícuotas diferenciadas y estableció incrementos transitorios en los aranceles aplicables a ciertos productos terminados importados.

Por su parte, el Decreto 513/2025 redujo el derecho de importación del 20%-35% al 12,6% para un conjunto de 27 maquinarias y herramientas utilizadas por distintas ramas industriales.

Reducción arancelaria para 27 maquinarias

Los bienes alcanzados por esta reducción al 12,6% fueron identificados como insumos clave para sectores como la industria metalúrgica, alimentaria, energética y de hidrocarburos. Entre los equipos incluidos se encuentran:

• Máquinas de corte láser, plegadoras y prensas industriales.
• Equipos de limpieza de cañerías y depuradores de gases utilizados en la industria del gas y petróleo.
• Ascensores industriales, ventiladores y bombas centrífugas.
• Maquinarias para la producción de alimentos, como hornos de panadería y equipos para fabricación de helados.
• Cortadoras de pelo y esquiladoras.
• Acumuladores eléctricos de iones de litio, diseñados para sistemas de almacenamiento de energía de hasta 1.500 V por módulo.

De acuerdo con datos oficiales, más de 2.000 empresas importaron estos bienes durante el primer trimestre de 2025, y unas 3.000 lo habían hecho a lo largo de 2024. Esto da cuenta del peso que tienen estos insumos dentro del entramado productivo nacional.

Desde el Ejecutivo señalaron que los aranceles anteriores superaban el techo del 12,6% fijado por el Mercosur, lo cual había generado un encarecimiento de las inversiones en maquinaria y una pérdida de competitividad para las industrias locales. Las nuevas alícuotas buscan revertir esa tendencia mediante un alivio en los costos asociados a la adquisición de tecnología productiva.

Más de mil productos con arancel reducido

La reciente decisión forma parte de una estrategia más amplia que ya implicó la reducción arancelaria para un total de 1.081 productos. Entre ellos se incluyen insumos industriales como agroquímicos, plásticos, neumáticos y telas, así como bienes de consumo durable como lavarropas, heladeras, calzado, ropa y teléfonos celulares.

La política de reducción de aranceles responde a una lógica de "shock de competencia", orientada a incentivar la productividad mediante una mayor apertura comercial. El objetivo, según explicaron desde el Poder Ejecutivo, es mejorar los precios relativos internos, ampliar la oferta disponible en el mercado y garantizar el abastecimiento con bienes de mayor variedad.

En términos de volumen comercial, los bienes de capital representan alrededor del 20% de las importaciones totales de la Argentina. En 2024, las compras externas de este tipo de productos alcanzaron los 9.979 millones de dólares, con participación de más de 14.000 empresas. Entre enero y abril de 2025, las importaciones de bienes de capital totalizaron 4.862 millones de dólares y fueron realizadas por más de 11.000 compañías.

Entre los rubros más demandados figuran los equipos de transporte, herramientas de telecomunicación, computadoras y sistemas de automatización. Estos componentes son considerados fundamentales para el funcionamiento y modernización de diversas actividades industriales.

Cambios en el Mercosur: flexibilización de excepciones al AEC

En paralelo a las medidas adoptadas a nivel nacional, el Mercosur aprobó durante su última cumbre una resolución que habilita a los Estados parte a ampliar temporalmente sus listas nacionales de excepciones al Arancel Externo Común. La medida fue adoptada por el Consejo del Mercado Común (CMC), principal órgano de decisión política del bloque regional.

Esta flexibilización permite que cada país miembro ajuste su política comercial exterior en función de sus necesidades internas, manteniendo al mismo tiempo los compromisos establecidos en el marco del Tratado de Asunción. Según informaron fuentes oficiales, la iniciativa busca ofrecer mayor margen de acción frente a los desafíos derivados del contexto económico global, caracterizado por tensiones geopolíticas, fluctuaciones en los precios internacionales y nuevas dinámicas del comercio internacional.

En este sentido, el canciller argentino destacó que la medida otorga a los países del bloque la posibilidad de priorizar sectores productivos sensibles sin afectar la integración regional ni la estructura institucional del Mercosur.

La resolución amplía las capacidades de cada Estado parte para definir listas nacionales con productos que quedarán exceptuados del AEC, lo que representa una herramienta de política económica con impacto directo sobre los niveles de inversión, producción y empleo.

Apertura comercial con criterios regionales

Las modificaciones en el esquema arancelario común se producen en un momento en el que los países del Mercosur exploran mecanismos para aumentar su competitividad y fortalecer el comercio intrabloque e internacional. La posibilidad de adaptar los aranceles de manera temporal brinda a los gobiernos una mayor capacidad de respuesta ante condiciones cambiantes del mercado global.

En el caso argentino, la actualización de los decretos 536/2025 y 513/2025 se complementa con los lineamientos regionales, al permitir compatibilizar los objetivos de apertura y atracción de inversiones con la preservación de herramientas de política industrial.

Estas decisiones forman parte de un conjunto más amplio de reformas orientadas a liberalizar el comercio exterior, optimizar los flujos de importación y generar condiciones favorables para el desarrollo de infraestructura productiva.