Según Banco Central, en 2008 se desacelerará el comercio exterior

Los analistas comenzaron a sacarle punta al lápiz y a retocar sus cálculos sobre la performance del comercio exterior argentino, a medida que se consolida la previsión de una caí­da en las tasas de crecimiento del Producto Bruto Interno.


De acuerdo al Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) elaborado por el Banco Central (BCRA) en base a los cálculos de las principales consultoras y distintas entidades del paí­s, tanto las importaciones como las exportaciones sentirán de lleno este impacto durante el año próximo.

En un contexto en el cual las variables del comercio exterior baten récord mes a mes, las exportaciones este año no quedaron al margen de este comportamiento. Con cosechas récord y buenos precios internacionales, el REM estima para este 2007 exportaciones por una cifra levemente superior a los u$s53.000 M.

Esto implicará un variación positiva del 14,4% respecto al 2006 en cuanto a valores, pero la tasa se ubicará 0,7 puntos por debajo de la del año pasado.

Sin embargo, es al analizar 2008 cuando se encienden las primeras luces amarillas. Sucede que, con ventas externas proyectadas por un valor de u$s58.400 M, la tasa de crecimiento abandonarí­a los dos dí­gitos para ubicarse en 9,8%.

De corroborarse estos datos, la desaceleración serí­a importante, ya que significarí­a una contracción a nivel crecimiento del 32%.

Por el lado de las importaciones, el REM calcula un impacto aún mayor. En caso de cumplirse los pronósticos, este año las compras desde el exterior alcanzarán un récord sin precedentes: u$s43.625 M, un 27,7% más que el año pasado.

Sin embargo, al analizar 2008 también se observa una muy fuerte desaceleración, del orden del 50%.

Contexto macroeconómico
¿Cuáles son los factores que llevan a prever un amesetamiento del comercio exterior argentino? En primer lugar, hay una relación causa-efecto con el PBI.

En este sentido, mientras que para este año se estima un crecimiento de la economí­a del orden del 8%, para el año que los especialistas ya hablan de un alza mucho menor, de entre el 5 y el 6%.

"Las menores proyecciones para el comercio exterior se basan, sin dudas, en las caí­da estimada de las tasas de crecimiento del PBI", explicó la subgerenta de Investigaciones sectoriales del Banco Ciudad, Agustina Biner.

En este sentido, infobaeprofesional.com realizó la semana pasada un relevamiento entre distintos economistas y hubo un consenso generalizado sobre una menor actividad económica.

Lucas Llach, por ejemplo, sostuvo que el año próximo habrá "incertidumbre para invertir, porque nadie sabrá cuál será su rentabilidad y su consumo, porque nadie querrá gastar porque temerá que después su dinero valga menos".

Desde el propio FMI advirtieron que las medidas que está adoptando el Gobierno en materia inflacionaria "podrí­an empeorar el clima de negocios y agudizar los lí­mites de la capacidad productiva a los que se enfrenta el paí­s".

Si bien la economí­a suma 56 meses de crecimiento interanual ininterrumpido, desde marzo de 2003, el panorama comienza a complicarse a medida que se achica el margen de acción ví­a capacidad instalada, aumentan los costos por inflación y salarios y la inversión no acompaña el empuje de la demanda.

Sobre este punto, Dante Sica, titular de la consultora Abeceb.com afirmó recientemente a Reuters que "aquel empresario que en estos cuatro años no hizo inversiones que mejoraran su nivel de productividad y pensó que el salario devaluado, la electricidad barata y el tipo de cambio nominal alto eran eternos, va a empezar a crujir un poco".

¿Cómo golpea este contexto al comercio exterior? Según Diego Pérez Santisteban, presidente de la Cámara de Importadores (CIRA), este fenómeno que combina un alto uso de la capacidad instalada y un crecimiento del consumo que supera incluso al crecimiento del Producto Bruto y al de la inversión, genera "un hecho insólito que no recuerdo en muchos años. No tenemos más oferta exportable, el consumo interno está arrasando con todo".

A nivel exportaciones, desde el Banco Ciudad explicaron que "este año las favorables cotizaciones internacionales y las buenas cosechas compensaron la desaceleración de la industria, la construcción y otros sectores de actividad". Sin embargo, aseguraron que ese viento de cola, para 2008 va a disminuir: "el año que viene no se esperan tan buenas cosechas, según proyecciones de la Secretarí­a de agricultura y los mercados internacionales".

Además, sectores "estrella" de las exportaciones argentinas, como el automotriz, verán disminuir su actividad. "No esperamos picos de actividad tan altos para el año que viene", explicaron.

A esto se suma "el tema del déficit energético, que está pegando muy fuerte en el superávit comercial. Como prevemos que el año que viene esto no estará resuelto, en 2008 el impacto va a ser igual al de este año o peor".

Menor consumo, menor demanda
Mauricio Claverí­, analista de la consultora Abeceb.com coincidió en que habrá una desaceleración de las importaciones.

"Es lógico porque este año, tratándose de un año electoral, se incentivó mucho la demanda interna, pero el año que viene va a haber un escenario distinto y el Estado no podrá ser tan generoso para impulsar la demanda. Esto va a generar que las importaciones crezcan pero a un ritmo no tan significativo", aseguró.

Sin embargo, no coincidió con el relevamiento del REM sobre las perspectivas de las exportaciones.

Para el analista, hay factores de sobra que garantizarán un crecimiento mayor al esperado por el BCRA: "en exportaciones, el año próximo las tasas de crecimiento serán más moderadas, pero no esperamos tantas diferencias".

Entre las razones, aseguró que "los precios internacionales de las principales exportaciones van a seguir altos" y que "habrá una demanda adicional por el tema biocombustilbles. En consecuencia, el agro, el principal del motor de las exportaciones, goza de buena salud".

Juan Diego Wasilevsky
juandiego@infobae.com
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