Qué pierde la región por no lograr acuerdos comerciales con Asia
El alto crecimiento que tienen las economías asiáticas (sobre todo China e India) todavía no fue plenamente aprovechado por los países latinoamericanos a través de acuerdos comerciales y tratados de libre comercio, con aquellos países, con el fin de incrementar el intercambio de bienes y servicios y de complementar con los países asiáticos su producción a través de vínculos fructíferos para las economías de nuestro continente.
De acuerdo con los expertos, este tipo de iniciativas no fueron aprovechadas todavía por los países de nuestro continente, con excepción de algunos sectores.
La importancia de lograr estos acuerdos es estratégica ya que, según los especialistas, no sólo tendrían influencia en las balanzas comerciales de los países latinoamericanos, sino que también se podrían generar inversiones que favorezcan la integración continental.
Las relaciones entre América Latina y el Caribe con los países asiáticos están en sus inicios. En el caso de China, en los últimos tiempos se dinamizó (con la firma del Tratado de Libre Comercio con Chile en 2006) por el interés del país de asegurar su acceso a los recursos naturales de América del Sur.
Según un estudio publicado por la Comisión Económico para América Latina y el Caribe (CEPAL) titulado "América Latina al encuentro de China e India: perspectivas y desafíos en comercio e inversión "esta posibilidad ha sido poco explotada hasta ahora".
De acuerdo con Osvaldo Rosales y Mikio Kuwayama, los autores del informe, Asia es la región más dinámica en la economía mundial en términos de crecimiento, comercio internacional, inversión extranjera directa, innovación tecnológica y fuente de recursos financieros para mantener los equilibrios internacionales.
China por sí sola generó en el 2005 más de 27% del crecimiento del PIB mundial en términos de paridad de poder adquisitivo. Este porcentaje está por encima de la contribución conjunta de los Estados Unidos, la Unión Europea y Japón.
El documento explica que "urge que los países de la región aprovechen el dinamismo actual de China e India y los nuevos vínculos que con ellos se van gestando para avanzar en innovación y competitividad, un eslabón débil en la experiencia regional latinoamericana. Para ello habría que fortalecer los nexos entre comercio e inversiones, así como los nexo productivos y tecnológicos".
Pero estos acuerdos no solo traerían beneficios en el intercambio de bienes y servicios, sino que también el vínculo con China y con la región Asia-Pacífico generaría factores que favorecerían el propio proceso de integración subregional.
Esto es así ya sea en América del Sur o en México-Centro América, dado que los países asiáticos, señala el informe, ofrecen inversiones (sobre todo en infraestructura, tecnologías de la información y las comunicaciones, y energía) que pueden complementar la financiación de emprendimientos importantes en estas áreas.
"Es posible vincular esa asociación estratégica con el aggiornamento de la integración regional, mediante mercados unificados, normas cada vez más comunes y mayor certidumbre jurídica. No existe una "muralla china" entre el reforzamiento de los vínculos económicos con el Asia-Pacífico y la actualización de la integración regional. Al contrario, con las políticas adecuadas y con voluntad política de ambos lados, es posible construir una complementariedad dinámica entre ambas opciones estratégicas", agrega el informe.
Intercambio comercial
"Hasta ahora los intercambios de América del Sur con China e India se han centrado en la exportación a esos dos países de productos basados en recursos naturales, en tanto que las adquisiciones de la región se han orientado hacia manufacturas de baja, mediana e incluso alta tecnología", explica el documento.
Según los autores, dado que el comercio entre China y América del Sur se caracteriza por ser interindustrial, la región debe lograr que sus empresas se asocien al éxito de las asiáticas, incorporándose a las cadenas de abastecimiento de las unidades de producción con insumos más elaborados y de nivel tecnológico más alto
"Tal vez lo mejor sea partir por alianzas en torno a cadenas, que permitan una mayor elaboración de productos basados en los recursos naturales que actualmente se exportan al Asia. Para América Latina es importante valorizar los recursos naturales, promoviendo contratos de largo plazo, acuerdos de inversión y alianzas tecnológicas en este sector, así como la constitución en Asia de aglomeraciones productivas estratégicas entre países, empresas y ciertas zonas geográficas. Es deseable también forjar alianzas estratégicas que permitan elevar el valor agregado en toda la cadena de producción y de comercialización, así como gestar alianzas tecnológicas de beneficio mutuo", explican Rosales y Kuwayama.
Los especialistas agregan que "pese a la alta presencia de algunos países latinoamericanos entre los principales proveedores de productos primarios, es probable que en estos rubros la competencia entre los países asiáticos y los sudamericanos se intensifique y que la desviación de comercio que afecte a América Latina y el Caribe sea significativa si no se adoptan políticas activas en materia de acuerdos de comercio bilaterales o subregionales".
Las importaciones provenientes de la región latinoamericana y caribeña permanecen concentradas en bienes primarios y recursos naturales, en tanto que las importaciones provenientes de la Asean (Asociación de Naciones del sureste Asiático) se apoyan más en sectores comunicaciones, cuyos aranceles han bajado considerablemente en los últimos años.
"Por lo tanto, la desventaja de América Latina y el Caribe en los mercados chinos de estos rubros frente a la competencia de la Asean se atenuaría si los países de la región firmaran acuerdos de libre comercio con los países de esa asociación", explica el informe.
El ejemplo de Chile
Durante octubre de 2006, Chile firmó un Acuerdo de Libre Comercio con China. Este fue el primero suscrito en forma bilateral por el gigante asiático con un país latinoamericano. Las ventajas que otorga el pacto al acceso de las mercaderías de Chile a China fue aprovechado por los exportadores.
Durante el primer semestre de puesta en marcha del acuerdo las ventas al país asiático crecieron 140%, lo que equivale a u$5.052 M. Mientras que las importaciones desde China aumentaron 40% en el mismo período, es decir u$s2.079 M. Esto indica un aumento del 98% en el intercambio comercial durante el primer semestre de 2007 con respecto a igual período de 2006.
Actualmente, los gobiernos de ambos países se encuentran realizando la V Ronda de Negociaciones en comercio de servicios, en el marco de la profundización del TLC.
Para ambas partes esta es una nueva etapa de acercamiento económico-comercial entre ambos países.
El Director de Asuntos Económicos Bilaterales de la Dirección de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon), Andrés Rebolledo dijo que durante el 2006, cuando entró en vigencia el TLC con China, logramos concluir un acuerdo comercial en bienes, hoy estamos en negociaciones para ampliar la cobertura del TLC al comercio de servicios, área de gran importancia para el desarrollo económico de Chile".
Nicolás Giani
(c) infobaeprofesional.com