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ALERTA

Qué pierde la región por no lograr acuerdos comerciales con Asia

La CEPAL asegura que los TLC con paí­ses como China favorecen el proceso de integración ya que alienta inversiones asiáticas en infraestructura
17/01/2008 - 05:04hs
Qué pierde la región por no lograr acuerdos comerciales con Asia

El alto crecimiento que tienen las economí­as asiáticas (sobre todo China e India) todaví­a no fue plenamente aprovechado por los paí­ses latinoamericanos a través de acuerdos comerciales y tratados de libre comercio, con aquellos paí­ses, con el fin de incrementar el intercambio de bienes y servicios y de complementar con los paí­ses asiáticos su producción a través de ví­nculos fructí­feros para las economí­as de nuestro continente.


De acuerdo con los expertos, este tipo de iniciativas no fueron aprovechadas todaví­a por los paí­ses de nuestro continente, con excepción de algunos sectores.

La importancia de lograr estos acuerdos es estratégica ya que, según los especialistas, no sólo tendrí­an influencia en las balanzas comerciales de los paí­ses latinoamericanos, sino que también se podrí­an generar inversiones que favorezcan la integración continental.

Las relaciones entre América Latina y el Caribe con los paí­ses asiáticos están en sus inicios. En el caso de China, en los últimos tiempos se dinamizó (con la firma del Tratado de Libre Comercio con Chile en 2006) por el interés del paí­s de asegurar su acceso a los recursos naturales de América del Sur.

Según un estudio publicado por la Comisión Económico para América Latina y el Caribe (CEPAL) titulado "América Latina al encuentro de China e India: perspectivas y desafí­os en comercio e inversión "esta posibilidad ha sido poco explotada hasta ahora".

De acuerdo con Osvaldo Rosales y Mikio Kuwayama, los autores del informe, Asia es la región más dinámica en la economí­a mundial en términos de crecimiento, comercio internacional, inversión extranjera directa, innovación tecnológica y fuente de recursos financieros para mantener los equilibrios internacionales.

China por sí­ sola generó en el 2005 más de 27% del crecimiento del PIB mundial en términos de paridad de poder adquisitivo. Este porcentaje está por encima de la contribución conjunta de los Estados Unidos, la Unión Europea y Japón.

El documento explica que "urge que los paí­ses de la región aprovechen el dinamismo actual de China e India y los nuevos ví­nculos que con ellos se van gestando para avanzar en innovación y competitividad, un eslabón débil en la experiencia regional latinoamericana. Para ello habrí­a que fortalecer los nexos entre comercio e inversiones, así­ como los nexo productivos y tecnológicos".

Pero estos acuerdos no solo traerí­an beneficios en el intercambio de bienes y servicios, sino que también el ví­nculo con China y con la región Asia-Pací­fico generarí­a factores que favorecerí­an el propio proceso de integración subregional.

Esto es así­ ya sea en América del Sur o en México-Centro América, dado que los paí­ses asiáticos, señala el informe, ofrecen inversiones (sobre todo en infraestructura, tecnologí­as de la información y las comunicaciones, y energí­a) que pueden complementar la financiación de emprendimientos importantes en estas áreas.

"Es posible vincular esa asociación estratégica con el aggiornamento de la integración regional, mediante mercados unificados, normas cada vez más comunes y mayor certidumbre jurí­dica. No existe una "muralla china" entre el reforzamiento de los ví­nculos económicos con el Asia-Pací­fico y la actualización de la integración regional. Al contrario, con las polí­ticas adecuadas y con voluntad polí­tica de ambos lados, es posible construir una complementariedad dinámica entre ambas opciones estratégicas", agrega el informe.

Intercambio comercial
"Hasta ahora los intercambios de América del Sur con China e India se han centrado en la exportación a esos dos paí­ses de productos basados en recursos naturales, en tanto que las adquisiciones de la región se han orientado hacia manufacturas de baja, mediana e incluso alta tecnologí­a", explica el documento.

Según los autores, dado que el comercio entre China y América del Sur se caracteriza por ser interindustrial, la región debe lograr que sus empresas se asocien al éxito de las asiáticas, incorporándose a las cadenas de abastecimiento de las unidades de producción con insumos más elaborados y de nivel tecnológico más alto

"Tal vez lo mejor sea partir por alianzas en torno a cadenas, que permitan una mayor elaboración de productos basados en los recursos naturales que actualmente se exportan al Asia. Para América Latina es importante valorizar los recursos naturales, promoviendo contratos de largo plazo, acuerdos de inversión y alianzas tecnológicas en este sector, así­ como la constitución en Asia de aglomeraciones productivas estratégicas entre paí­ses, empresas y ciertas zonas geográficas. Es deseable también forjar alianzas estratégicas que permitan elevar el valor agregado en toda la cadena de producción y de comercialización, así­ como gestar alianzas tecnológicas de beneficio mutuo", explican Rosales y Kuwayama.

Los especialistas agregan que "pese a la alta presencia de algunos paí­ses latinoamericanos entre los principales proveedores de productos primarios, es probable que en estos rubros la competencia entre los paí­ses asiáticos y los sudamericanos se intensifique y que la desviación de comercio que afecte a América Latina y el Caribe sea significativa si no se adoptan polí­ticas activas en materia de acuerdos de comercio bilaterales o subregionales".

Las importaciones provenientes de la región latinoamericana y caribeña permanecen concentradas en bienes primarios y recursos naturales, en tanto que las importaciones provenientes de la Asean (Asociación de Naciones del sureste Asiático) se apoyan más en sectores comunicaciones, cuyos aranceles han bajado considerablemente en los últimos años.

"Por lo tanto, la desventaja de América Latina y el Caribe en los mercados chinos de estos rubros frente a la competencia de la Asean se atenuarí­a si los paí­ses de la región firmaran acuerdos de libre comercio con los paí­ses de esa asociación", explica el informe.

El ejemplo de Chile
Durante octubre de 2006, Chile firmó un Acuerdo de Libre Comercio con China. Este fue el primero suscrito en forma bilateral por el gigante asiático con un paí­s latinoamericano. Las ventajas que otorga el pacto al acceso de las mercaderí­as de Chile a China fue aprovechado por los exportadores.

Durante el primer semestre de puesta en marcha del acuerdo las ventas al paí­s asiático crecieron 140%, lo que equivale a u$5.052 M. Mientras que las importaciones desde China aumentaron 40% en el mismo perí­odo, es decir u$s2.079 M. Esto indica un aumento del 98% en el intercambio comercial durante el primer semestre de 2007 con respecto a igual perí­odo de 2006.

Actualmente, los gobiernos de ambos paí­ses se encuentran realizando la V Ronda de Negociaciones en comercio de servicios, en el marco de la profundización del TLC.

Para ambas partes esta es una nueva etapa de acercamiento económico-comercial entre ambos paí­ses.

El Director de Asuntos Económicos Bilaterales de la Dirección de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon), Andrés Rebolledo dijo que durante el 2006, cuando entró en vigencia el TLC con China, logramos concluir un acuerdo comercial en bienes, hoy estamos en negociaciones para ampliar la cobertura del TLC al comercio de servicios, área de gran importancia para el desarrollo económico de Chile".

Nicolás Giani
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