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Herramientas acotadas y un objetivo mediocre: ¿Alberto puede acometer una verdadera "guerra contra la inflación"?

El Presidente prometió una avanzada heróica para frenar el avance de los precios, pero los datos del INDEC son implacables. Qué se puede esperar hasta 2023
16/04/2022 - 19:11hs
Herramientas acotadas y un objetivo mediocre: ¿Alberto puede acometer una verdadera "guerra contra la inflación"?

Alberto Fernández anunció una "guerra" contra la inflación. Por suerte, nadie lo ha venido tomando en serio. Sabemos que sólo se busca bajar la inflación del 60% anual (o más) a la zona del 50%. No se trata, pues, de una guerra, sino de una pequeña escaramuza.

Lo contrario, por ejemplo, de lo que ha venido haciendo Putin: éste sólo dice que se trata de una "operación especial", y se manda flor de invasión a Ucrania, matando gente a diestra y siniestra. Imaginemos lo inverso: que Putin le declarara la guerra a Ucrania, sólo para tirar globos desde un avión, con la inscripción: "Ucranianos: les gustaría lo invadiéramos?". Este es el tipo de guerra contra la inflación que ensaya nuestro presidente.

Alberto Fernández y una tibia
Alberto Fernández y una tibia "guerra contra la inflación".

Por qué no se puede hablar de una guerra a los precios

Pero, ¿podrá acaso Alberto modificar sus conductas y acometer en serio una guerra contra la inflación?

Si así lo decidiera, tendría que eliminar el déficit fiscal, al menos el déficit primario, muy rápidamente. No está esto en el programa firmado con el FMI. El déficit acordado este año sería del 2,5% del PIB (en rigor, la meta es en pesos, de $1,759 mil millones). Y, a su vez, la meta inflacionaria de referencia (techo) para este año, se acordó en el 48% (pocas semanas antes, Guzmán defendía una inflación del 33%). No es una meta baja como para que hablemos de "guerra".

"Sólo se busca bajar la inflación del 60% anual a la zona del 50%. No se trata de una guerra, sino de una pequeña escaramuza"

Sin embargo, alguien podría decir: "pero fijate que ese es sólo un techo, y el piso fijado de inflación es de 38%. Y es más, se prevé una emisión monetaria para el fisco del orden del 20% anual, al establecerse que los Adelantos Transitorios (AT) sólo serían del 1,0% del PIB (siendo la Base Monetaria del orden del 6% del PIB)".

Vayamos por partes:

  • Decir que la inflación mínima sería 38%, ya es partir de una altísima inflación. O sea, nuevamente, de "guerra" no tiene nada. A lo sumo, algunas "batallitas".
  • Como nada se dice en el acuerdo con el FMI respecto de las emisiones de bonos contra baja de Leliq, el BCRA bien puede emitir menos pesos para el Tesoro; y éste, colocar bonos en los bancos; y éstos, liberar Leliq.

Si esto ocurre, la emisión monetaria para el fisco resultaría la misma que si directamente le hubieran dado los Adelantos Transitorios al fisco.

Guzmán
Guzmán seguirá emitiendo deuda para conseguir pesos.

Expansión monetaria por otros métodos

Para que quede más claro: el BCRA puede darle dinero al Tesoro vía Adelantos Transitorios. O puede colocar bonos a ser comprados por los bancos, con dinero producido por la liberación de Leliq. Al liberar las Leliq, se expande la misma cantidad de dinero que si se les dieran los AT.

En el caso que la emisión fuera vía AT, la deuda "estatal" (bonos + Leliq), no se movería. Ni en el total, ni en sus componentes. En el caso que se emitieran bonos del Tesoro, que fuesen comprados por los bancos cancelando Leliq, tampoco se movería la deuda total estatal. Pero sí sus componentes: más bonos, menos Leliq.

Aun así, la suma de emisión vía AT y vía liberación de Leliq, dado el déficit fiscal esperado, las necesidades financieras netas, y el buen financiamiento externo logrado (Banco Mundial, BID, etc.) tras el acuerdo con el FMI, la emisión de "origen fiscal" bien podría ser del orden del 45% de la Base Monetaria. Y hace sentido, entonces, intentar que la inflación actual, que tiende a superar el 60% anual, pueda tender a bajar al 50% (y menos también).

"Tras el acuerdo con el FMI, la emisión de "origen fiscal" bien podría ser del orden del 45% de la Base Monetaria"

De eso se trata entonces toda la famosa "guerra" de Alberto contra la inflación: intentar que sea menor al 50% anual. Como, seguramente, no lo logrará este año, tal vez pueda decir en abril o mayo de 2023 que tardó unos meses más, pero que finalmente la inflación es menor al 50% interanual.

La Base Monetaria se expandirá a pesar del acuerdo con el FMI.
La Base Monetaria se expandirá a pesar del acuerdo con el FMI.

Las armas del Gobierno para bajar la inflación

Ahora bien, ¿cuáles son las herramientas para intentar lograr que la inflación baje del 50%?:

  • Mantener la emisión "controlada" (es decir, por debajo del 50% anual….).
  • Forzar baja de precios de alimentos restringiendo exportaciones y/o subiendo impuestos al campo (retenciones). Son señales muy malas si queremos que el país comience de una vez a crecer.
  • Procurar toda clase de acuerdos de precios y salarios, incluyendo amenazas a las empresas, para ver si, a los golpes, las cosas no se desmadran más.

No les pidamos que hagan más, porque sería pedirle peras al olmo. En el ADN de Alberto y de Martín (Guzmán) está la idea de tener un Estado gigantesco y seguir aumentando el gasto público. Ni que hablar de Cristina y Máximo: directamente, sufren de una gravísima adicción al gasto público.

Con lo cual, con un poco de suerte, Alberto buscará aferrarse al "espíritu" del acuerdo firmado con el FMI y también a la "letra". Aunque en este caso, las correcciones de metas lucen inevitables, tras el aumento del GLP que deberemos importar (subió 4 veces tras la invasión rusa a Ucrania). Tal vez puedan cumplirse las metas de reservas (por suba de soja, trigo, etc.), pero las fiscales es casi seguro que deban replantearse de cara a la última parte del año en curso.

Si Alberto sigue en este camino, intentando cumplir lo acordado, aunque haya desvíos "razonables" no empezaremos a salir de nuestro secular estancamiento y mediocridad. Pero, al menos llegaría a finalizar su mandato y sin una crisis galopante que ponga todo peor.

Para quien prefiera "un incendio" (adherentes del "cuanto peor mejor"), no estaría bueno las cosas ocurrieran de esa manera. Pero para los que preferimos que las mega-crisis sean evitadas, sería un desenlace "aceptable". Y, una vez más, no le pidamos peras al olmo….

Por Gabriel Rubinstein, Director de GRA Consultora. Ex Representante del Ministro Roberto Lavagna en el BCRA 

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