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Tras el acuerdo con el FMI: cuáles deberían ser las prioridades del próximo Gobierno

Pese a que el FMI estima que el tipo de cambio oficial está atrasado entre 15% y 20%, la "devaluación fiscal" que aplicó el gobierno se quedó corta
28/07/2023 - 13:00hs
Tras el acuerdo con el FMI: cuáles deberían ser las prioridades del próximo Gobierno

Las recientes medidas implementadas por las autoridades económicas muestran que el Ejecutivo está tratando de revertir el creciente deterioro del frente externo/reservas y del fiscal/monetario, pero su margen de maniobra es acotado producto de la proximidad de las elecciones presidenciales.

Pese a que el FMI estima que el tipo de cambio oficial está atrasado entre 15% y 20%, la "devaluación fiscal" que aplicó el gobierno se quedó corta. Por un lado, la generalización del impuesto País sobre las importaciones de bienes y servicios encareció en promedio menos del 4% las compras del exterior. Asimismo, la actualización a 340$/u$s del dólar agro si bien mejora el tipo de cambio exportador, no compensa siquiera la inflación/depreciación cambiaria observada desde que se introdujo por primera vez dicho "estimulo" (léase subsidio) a 300$/u$s a mediados de abril.

Más allá de la actualización del tipo de cambio, la principal novedad del dólar agro provino de la inclusión del maíz en dicho beneficio. Las autoridades económicas lo incluyeron para apuntalar la oferta de divisas pese a que el alza de su precio interno impulsa -por ser insumo clave- la inflación en alimentos.

En materia fiscal, la mejora de ingresos sumaría 0,4% del PBI en lo que resta del año al sumar el remozado dólar agro, la generalización del Impuesto PAIS a las importaciones, y el nuevo pago a cuenta del impuesto a las Ganancias a las empresas que lograron una rentabilidad mayor a $600 millones. Sin embargo, el subsidio del dólar agro a los exportadores -que se contabiliza por debajo de la línea, pero genera expansión monetaria- treparía a 0,1% del PBI.

Las medidas mencionadas se quedaron cortas -principalmente en el frente cambiario- respecto de lo que el FMI pedía, por lo que sólo se pudo llegar a un principio de acuerdo con el staff del Fondo. Pese a la concreción del acuerdo técnico, la aprobación del board y los desembolsos se van a concretar después de las PASO. Por ende, el pago a fines de julio por casi u$s2.700 millones, se deberá cancelar nuevamente con exiguas reservas internacionales del BCRA, probablemente activando el segundo tramo del swap con china por Yuanes equivalentes a otros u$s5.000 millones.

La pregunta del millón es qué medidas adicionales terminarían de acordarse entre el FMI y las autoridades económicas después de las primarias para finalmente destrabar el desembolso pendiente de junio por u$s4.000 millones y probablemente el de septiembre u$s3.400 millones. El problema es que el margen de maniobra será más angosto aún, pues el ministro de economía sería ungido como el candidato a presidente por el oficialismo en las PASO.

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El FMI comunicó oficialmente la existencia de un nuevo acuerdo con la Argentina

El desarme del cepo y soluciones de Fondo

No sabemos cuan grave será la problemática de "falta de divisas y exceso de pesos" que recibirá el próximo presidente electo, porque esta incluso depende del impacto del resultado electoral sobre las expectativas de los agentes económicos. Lo que sí sabemos, es que la prioridad económica a partir del 10 de diciembre será corregir el esquema cambiario vigente.

Pese a que no comparto la propuesta de Patricia Bullrich de conseguir fondos frescos del FMI que sirvan de "blindaje" para sacar el cepo a comienzos de mandato, celebro que los precandidatos presidenciales expongan sus ideas sobre el tema, porque es una cuestión crucial e ineludible que tendrá que afrontar la próxima administración en materia económica.

No creo que el camino sea apelar a mayor endeudamiento externo, ni para sostener un esquema cambiario insostenible -como hizo el Ejecutivo consiguiendo activar el swap con China por Yuanes equivalentes a u$s10.000 millones- ni para sacar el cepo de una.

Incluso con fondos frescos, el riesgo de liberar el mercado cambiario y que no se pueda contener la suba del tipo de cambio disparando una hiperinflación no es despreciable.

Más aún, si se lograra unificar el tipo de cambio, lo más probable es que la brecha se cerraría con una fuerte devaluación del oficial que llevaría la inflación mensual a dos dígitos altos, lo cual agravaría en demasía el cuadro social dejándonos un tipo de cambio real de overshooting, similar al de la salida de la Convertibilidad.

En cambio, creo que el camino para desarmar el cepo cambiario es un proceso que requiere prudencia, lo que no implica falta de decisión. Necesitamos medidas contundentes a inicios del próximo mandato presidencial para corregir el atraso cambiario -que el FMI ubica entre 15 y 20%- y reducir el déficit fiscal para contener la expansión de la deuda en Pesos (Tesoro y BCRA).

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Si se lograra unificar el tipo de cambio, es probable que la brecha se cierre con una fuerte devaluación del dólar oficial

Unificar el tipo de cambio y levantar las restricciones

A medida que se acumulen reservas por la corrección del atraso y el mayor influjo de dólares comerciales esperado -por lo menos u$s20.000 millones adicionales por mejores perspectivas de la cosecha agrícola 2023-24, la expansión de la minería impulsada por el litio y un saldo energético superavitario pues el gasoducto Néstor Kirchner permite desagotar mayor producción de vaca muerta- y comience a bajar el déficit fiscal demostrando que la dinámica de la deuda en Pesos (Tesoro y BCRA) puede estabilizarse, habría suficiente espacio para ir levantando las restricciones cambiarias.

Tras la liquidación de la cosecha gruesa se podría terminar de unificar el mercado cambiario y concentrar los esfuerzos en implementar un plan de estabilización, que sólo en su versión más extrema sería la dolarización.

Quiero terminar marcando las diferencias con la unificación cambiaria implementada por Mauricio Macri a comienzos de su presidencia. En aquel momento el atraso cambiario era más elevado que en la actualidad y no era muy diferente a la brecha existente, por lo que, si se lograba liberar el mercado cambiario conteniendo el valor del dólar oficial cerca de la cotización financiera, se podía matar dos pájaros de un tiro.

Pese a los riesgos asumidos, la administración Macri logró simultáneamente corregir el atraso cambiario y cerrar la brecha, acelerando significativamente la inflación, lo que rechazó la hipótesis del "sinceramiento cambiario", que postulaba que los precios de la economía argentina ya habían ajustado a las cotizaciones paralelas.

Un elemento clave con el que contaba aquella administración fue la mejora de las expectativas y la confianza/apoyo de los mercados financieros internacionales. De hecho, la administración Macri arregló el conflicto con los holdouts y consiguió un influjo masivo de capitales en sus primeros años de gestión, cuya retirada en estampida terminó en un Stand by con el FMI por u$s50.000 millones.

Hoy el atraso cambiario es menor pero la brecha es mucho mayor, la tasa de inflación y la pobreza son más elevadas y salvo China nadie ha querido financiar en moneda dura a nuestro país en los últimos años.

Por último, producto de mayores restricciones al acceso de divisas para importar, considero que una corrección del tipo de cambio oficial tendría un menor impacto inflacionario. No estoy afirmando que todos los precios de la economía argentina ya ajustaron a las cotizaciones paralelas, pero creo que en esta oportunidad hay un mayor porcentaje de bienes y servicios que efectivamente lo han hecho.

 

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