• 14/12/2025
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Con la suba de tarifas como "telón de fondo", así­ arrancaron en 2012 los reclamos salariales

Con la suba de tarifas como "telón de fondo", así­ arrancaron en 2012 los reclamos salariales
18/01/2012 - 13:05hs
Con la suba de tarifas como "telón de fondo", así­ arrancaron en 2012 los reclamos salariales

Concientes del peligro que encierra el hecho de que el país se siga encareciendo en dólares -tal como lo ha venido haciendo en estos últimos años- el Gobierno busca desactivar un peligroso mecanismo que fuera característico de los períodos anteriores: las exacerbadas subas salariales.

Por lo bajo, se habla de poner un techo del 18%, dividir los incrementos en tandas -para así amortiguar los costos laborales- y limitar en lo posible las negociaciones por rama y por empresa.

Sucede que la cuestión salarial (y por ende sindical) se convirtió en una pieza clave en la llamada fase de "sintonía fina".

A punto tal que el oficialismo congeló hasta nuevo aviso la agenda de reclamos de la CGT, como el aumento de las asignaciones familiares, la suba del mínimo no imponible, el reparto de las utilidades y fondos para las obras sociales.

Sin embargo, ese intento de moderación aún no resulta suficiente para llevarle tranquilidad al empresariado, que sigue alertando sobre la necesidad de contener la escalada sindical.

"Veo complicado el nuevo marco de negociaciones salariales", señaló a iProfesional.com, Héctor Mendez, miembro del comité ejecutivo y ex presidente de la Unión Industrial Argentina.

Los industriales vuelcan sus expectativas en que los incrementos 2012 tiendan a moderarse para que así no se profundice la pérdida de competitividad.

Pero la estrategia de moderación a la que ahora aspira el Ejecutivo deberá primero sortear la resistencia de un amplio arco de gremios -moyanistas, gordos, independientes, CTA y la izquierda- que rechazan la idea de fijar un "techo" a los aumentos.

Con matices, estos sectores reclaman "paritarias libres", apuntan a obtener aumentos de entre el 25 y el 30% y, en muchos casos, adelantaron a este medio que van a incorporar los aumentos de tarifas en sus reclamos.

Puja distributiva
Empresarios, analistas y sindicalistas coinciden en afirmar que la puja distributiva del 2012 va a ser más dura por el contexto económico y político.

Es que los gremios -que fueron aumentando su fuerza de presión al calor de la inflación- alcanzaron una cuota de poder que difícilmente ahora quieran resignar.

En este contexto, aquello que más concentra la atención es la pelea entre el Gobierno y Moyano.

A diferencia de años anteriores, los acuerdos que se firmen en este período por rama de actividad se pactarán con una CGT más distanciada y en pleno "proceso de ebullición", de cara a las elecciones de julio en la que se renovarán las autoridades de la central obrera.

"La profundización y la puja distributiva se tienen que dar hoy más que nunca", sostuvo recientemente Pablo Moyano, dando a entender que el pedido de "moderación salarial" no será tan fácil de convalidar por el sector sindical.

Es por ello que, Ernesto Kritz, director de SEL consultores y experto en cuestiones laborales, subrayó que posiblemente "el intento de moderación encuentre más eco en aquellos sindicatos proclives al Ejecutivo. Pero no será tan fácil su aceptación en los que aparecen màs distanciados". Y lo cierto es que no son pocos.

A esto se suma el hecho de que muchas ramas de actividad -de las que tienen poder de presión- llegarán a la mesa de negociaciones con básicos que no superan los $3.300.

Entre ellos, empleados de comercio, construcción, cuero, maestranza, gastronómicos y textiles que comprenden a dos millones de trabajadores, según datos del Ministerio de Trabajo a diciembre pasado.

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En el 2011, aun cuando los dirigentes de los camioneros, la construcción y los estatales, aceptaron sentarse en la Casa Rosada para firmar aumentos del 24%, el conjunto de los gremios pactó por unos puntos más y el promedio anual de suba terminó siendo del 28,5 por ciento.

La explicación de la cartera laboral fue que la mayoría de estos casos eran actividades que venían rezagadas y con salarios por debajo de los 3.000 pesos.

Ahora la situación podría repetirse, con el agravante de que Moyano está más alejado de la casa de Gobierno.

"Tengo mis dudas de que los salarios aumenten 20% en promedio, cuando el año pasado estuvieron cerca del 30%. Es más complicado", sostuvo Kritz.

Tarifas y ajustes en debate
El otro elemento que echará nafta al fuego de las paritarias es el impacto por la quita de subsidios en servicios públicos y los ajustes en las plantillas estatales.

Además, el 2012 vino con una suba del 130% del boleto de subte y del 66% en el ABL de la Ciudad.

Desde el Gobierno se sostiene que no habrá aumentos "masivos" en las tarifas sino que se aplicarán incrementos "diferenciales", con el objetivo de evitar una aceleración de la suba de precios.

Sin embargo, el alza de estos tributos y la falta de ajuste por inflación del impuesto a las Ganancias y las asignaciones sociales, serán caballitos de batalla que utilizarán los líderes gremiales al sentarse a negociar.

"Cuando se pacten salarios los gremios tendrán en cuenta la suba de tarifas", afirma el economista Juan Carlos de Pablo.

http://www.youtube.com/watch?v=RQya2chzRHY&feature=youtu.be

En efecto, algunas estimaciones indican que este combo de medidas incrementaría entre un 7 y un 12% la canasta familiar, dentro de la cual gas, luz, agua o transporte, ocupan un lugar importante.

"Las subas de tarifas van a ser seguramente utilizadas a la hora de acordar. Después de 15 años de negociaciones no tengo dudas de que será así. Es un argumento sólido", reconoce el ex presidente de la UIA.

"Todo lo que afecte el poder adquisitivo lo tendremos en cuenta y vamos a hacer énfasis en el salario familiar", dijo a iProfesional.com el secretario general de la CTA y titular de Suteba, Roberto Baradel.

Reclamos salariales
En este contexto, en el que se avizora una fuerte puja salarial, varios sindicatos pusieron primera y arrancaron con las negociaciones.

El gremio de Luz y Fuerza, encabezado por Oscar Lescano, señaló a iProfesional.com que el convenio de su sector venció el 31 de diciembre.

Según trascendió, el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, hará pesar su influencia en las negociaciones en servicios públicos, con el propósito de topear los aumentos salariales en valores cercanos al 18 por ciento.

Lescano, que integra las filas de los "gordos" que buscan desplazar al líder camionero de la CGT, ya advirtió que aceptaría el techo, pero bajo condiciones que -se prevén- serán difíciles de garantizar.

"Lo veo muy bien (el tope) en la medida que también se lleguen a congelar los precios de los artículos de la canasta básica. De abril a la fecha aumentaron muchas cosas. Ahora estamos en desventaja", señaló.

En la industria aceitera, también se han puesto en marcha las paritarias.

Los líderes gremiales reclaman una recomposición del 26%. El pedido se basa en el índice del IPC de Santa Fe, que registró una inflación anual del 24%.

"Es inaceptable hablar de un techo cuando te están remarcando los precios todos los días", señaló a este medio el vocero del sindicato, Walter Nardi.

En febrero, seguirá el turno de los trabajadores de subtes y los choferes de corta distancia.

La Unión Tranviaria Automotor (UTA) es otra de las que rechaza el "techo" del Gobierno.

"Si el año pasado obtuvimos un 23% y si queremos que se recupere el poder adquisitivo, el porcentaje de aumento tiene que ser no menor a eso, y si es posible unos puntitos más", dijo a iProfesional.com el secretario de prensa de la UTA, Mario Callegaris.

En igual sentido se manifestó el secretario general de la entidad, Roberto Fernández, quien advirtió que no aceptarán "menos de un piso de un 25%". Y fue más allá con sus dichos al afirmar que si el Gobierno pretende imponer un techo "que haga un decreto y punto".

En tanto, el personal civil del Estado y los docentes bonaerenses también deberán sentarse a discutir los salarios en febrero.

En el primer caso, el gremio de la UPCN (el mayoritario) inició contactos en diciembre y desde entonces está a la espera de definiciones.

"El 20% no lo vemos viable, salvo que haya un compromiso empresario de quienes son formadores de precios", dijo a este medio el titular del sindicato en Buenos Aires, Carlos Quintana.

La provincia de Daniel Scioli es clave en la discusión ya que concentra la planta más grande de empleados públicos. Allí se bajó la línea de que la pauta salarial será la misma que se determine a nivel nacional.

En este contexto, los estatales proponen que el acuerdo que se pacte no sea anualizado sino que se divida en dos tramos, para no repetir la experiencia del año pasado.

"En 2011, el gremio se apuró a cerrar un acuerdo del 24%, en línea con la pauta oficial, y luego quedó desfasado en relación con los acuerdos logrados por la mayoría de los sindicatos", señaló una fuente del sector.

Así, el frente gremial bonaerense reclama un incremento del 30% en el mínimo y el blanqueo de los $900 ya acordados.

Cabe destacar que dicho frente agrupa a los principales sindicatos de maestros de la provincia (Suteba, Amet, Uda, Sadop, Feb y Udocba).

"La provincia de Buenos Aires es una jurisdicción independiente. Por eso, vamos a ir en busca del mejor salario para los docentes bonaerenses", señaló Mirta Petrocini de la FEB, quien agregó que "no hay ni piso ni techo y negociaremos con los números de la inflación no oficial".

Por su parte, Hugo Yasky, líder de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), cercana al kirchnerismo, sugirió que los aumentos deberán "rondar entre el 24 o 25%, porque es lo que se incrementó el costo de vida en la mayoría de las provincias".

Así, el líder de este sector se alejó del 18% perseguido por el Gobierno como pauta de referencia.

Por el lado de la facción de la CTA liderada por Pablo Micheli el panorama también dista de ser moderado en cuanto a subas ya que su titular anticipó que irán por un incremento del 30%.

En tanto, los metalúrgicos de Antonio Caló calientan motores, tras haber pactado una suma puente mensual de $300 por enero, febrero y marzo. Aunque desde el gremio prefirieron no adelantar su pedido, hicieron saber que se encolumnarán detrás de la postura de la CGT de defender las "paritarias libres".

"Cada organización gremial tiene que buscar acordar con sus patrones. En nuestro sector somos optimistas, más allá de lo mal que lo pueda estar pasando el mundo", dijo a este medio, José Alberto Barrios, secretario adjunto de la seccional Avellaneda, una de las más importantes del país.

A los gastronómicos también les toca negociar más adelante. No obstante, el titular del sindicato, Luis Barrionuevo, anticipó que en las próximas discusiones salariales reclamarán un 25% de aumento, aunque aclaró que -de todos modos- algunos sectores "van a pedir el 30% o más, como el de los pasteleros y los pizzeros".

En tanto, SMATA acordó con varias terminales automotrices una suba trimestral del 7% que los operarios comenzarán a percibir a partir de la primera quincena de enero.

Según fuentes de sector, el arreglo se completaría luego con incrementos similares, algo que sería un guiño del sindicalista Ricardo Pignanelli a los planes oficiales de enfriamiento salarial.

"Es una cifra moderada. Hace un par de meses (Pignanelli)  dijo que acordar en una cifra cercana al 18% estaba bien. Aparentemente es un candidato a reemplazar a Moyano y está encolumnado con el Gobierno", señalaron a este medio fuentes de la industria automotor.

Sin embargo, Pignanelli rechazó posteriormente que el aumento global para el año alcanzara esa cifra. Es que, de ser así, representaría una caída de 4 puntos respecto del porcentaje negociado en 2011 y podría generar más de un conflicto en las plantas de Córdoba.

También los bancarios dijeron presente en las negociaciones. Aceptaron a cuenta de las paritarias de marzo una suma de $1.200 más un monto no remunerativo, que representaría un incremento del 23%.

Sin embargo, todavía resta ver qué sucederá en los próximos meses, en los que jugarán un rol clave el alza en las tarifas y lo que finalmente vayan acordando cada uno de los sectores.