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Mensaje al mercado, relato a la tribuna: busca el Gobierno negociar con los holdouts mientras apela al discurso "Patria o buitres"

Empresarios y analistas creen que Cristina no querrá dejar su mandato como la Presidenta que llevó al país al default, pese a su tono discursivo
20/06/2014 - 12:16hs
Mensaje al mercado, relato a la tribuna: busca el Gobierno negociar con los holdouts mientras apela al discurso "Patria o buitres"

En caso que Cristina Kirchner lo habilite para la negociación con los buitres, Axel Kicillof tiene todo listo para viajar a Nueva York. Así como lo hizo con el Club de París, quiere negociar con los buitres. Este jueves el ministro de Economía estuvo reunido con la Presidenta en dos oportunidades, una al mediodía y otra por la noche. 

En el Palacio de Hacienda no descartaban la posibilidad de que viaje la semana entrante. Y aseguraron que Capitanich se apresuró a descartar esa posibilidad. En su habitual conferencia de prensa matutina, el jefe de Gabinete había sido contundente: "No hay misión ni comitiva preparada". Sin embargo, fuentes oficiales aseguraron que "habló de más".

En tanto, la mandataria aprovechará el revés de la Corte Suprema de Estados Unidos para convocar a la unidad nacional, en el acto por el día de la bandera, en un discurso de fuerte tono nacionalista y cargado de "épica kircherista". 

Bancos y fondos de inversión apuestan al acuerdo
Más allá del discurso oficial y de la pegatina de afiches "Patria Sí Buitres No" que empapelaron la Ciudad, en el sector privado esperan que el ministro viaje a sellar un acuerdo que evite el default.

Los hombres de negocios más importantes del país afirman que su presencia en Estados Unidos podría alejar el fantasma de la cesación de pagos. 

"Al igual que con el Club de París, cuando se puso las negociaciones al hombro, debería hacer lo mismo ahora", opinó a Clarín un reconocido banquero local.Por el momento, todos aguardan las palabras de la jefa de Estado con la esperanza de qué de señales sobre el camino a seguir.  

En tanto, los holdouts negaron haber sido contactados por la Argentina. "Todavía no se ha comenzado un diálogo", dijo a la agencia EFE Stephen Spruiell, vocero del estudio de abogados que representa a los holdouts.

Este jueves en el mercado financiero se hablaba de una oferta que incluiría un pago en efectivo para evitar el default y el desembolso de bonos.

Sin embargo, la plaza operó con pesimismo: la bolsa porteña se desplomó el 4,9% y y el dólar blue saltó a $12,40, tras un comunicado oficial emitido el miércoles por la noche. 

Dicho comunicado decía: "El levantamiento del "stay" por parte del Segundo Circuito imposibilita el pago en Nueva York del próximo vencimiento de la deuda reestructurada y muestra la inexistencia de voluntad de negociación en condiciones distintas a las obtenidas en la sentencia dictada por el Juez Griesa". 

Y consignó: "La Argentina reitera la voluntad de pago a sus acreedores reestructurados, ya que siempre ha ofrecido pagar bajo las mismas condiciones y en concordancia con la ley del país".

Pese a las amenazas de default, y a los hipotéticos avances de un canje de deuda local, los analistas del mercado creen que el Gobierno negociará una salida.

"Seguimos creyendo que está buscando una salida vía una negociación -cerrando con NML y los otros acreedores un paquete que podría extenderse al resto de los holdouts- y, de esta manera, resolver por completo el tema", señaló este miércoles el Deutsche Bank en un informe a sus clientes, reproducido por La Nación.

"Hay margen para negociar y la Argentina debería tener ahora más deseos de hacerlo, dado que ya agotó todas sus opciones por la vía legal", agregó.

En rigor, el país tiene que cumplir el próximo 30 de junio con el pago de u$s900 millones del bono Discount, un desembolso que podría quedar sujeto a embargos.

Según señala el ex secretario de Finanzas Daniel Marx, no está descartada la posibilidad de que Griesa reinstale el "stay" -que suspenda la ejecución de su fallo- y se supere el pago del 30 junio, dando tiempo para la negociación hasta septiembre.

"Caso contrario, hay una instancia de solicitar una reconsideración del caso ante la Corte Suprema norteamericana. Ésta muy probablemente sea denegada, pero podría dar algunos días más sin alterar la ruta de pagos", remarcó.

"Otra consideración es que contractualmente hay 30 días adicionales a las fechas originales de pago (30 de junio) para entrar en default y que la Argentina pueda usar esa gracia para intentar otros caminos antes de que ésta expire", agrega.

Desde Wall Street, varios grandes fondos de inversión también mantenían una posición más bien optimista, pese a las declaraciones contradictorias del Gobierno.

La mayoría cree que no habrá un pago en efectivo de la deuda, sino que el país buscará un mecanismo de en cuotas, más similar al que aplicó en el caso Repsol o incluso con el Club de París.

Hay quienes incluso deslizan que parte de la idea de mostrarse tan duro frente a los acreedores respondería a que el Gobierno estaría buscando negociar con el fondo NML por fuera del tribunal, sin contemplar, al menos por ahora, al resto de los bonistas con títulos en default, que representan un potencial riesgo de unos u$s15.000 millones, según estimó en su momento Kicillof.

Así, el Ejecutivo apuntaría a postergar el resto de las negociaciones al menos hasta diciembre, que es cuando vence la denominada cláusula RUFO (rights upon future offers), que habilita a los bonistas que entraron a los canjes de deuda de 2005 y 2010 a reclamar en caso de que el Gobierno ofrezca mejores condiciones a algún otro acreedor.

Como parte del discurso k, Kicillof amenaza diciendo que la Justicia de Estados Unidos es la que empuja a la Argentina al default. 

Según argumentó, cualquier opción implica un alto riesgo: si cumple con la sentencia, el país abrirá la puerta a tener que afrontar reclamos adicionales por u$s15.000 millonessi no cumple con la cancelación de u$s900 millones este 30 de junio -para los cuales tiene 30 días posteriores para hacer efectivo el compromiso- la nación argentina incurrirá en cesación de pagos. 

Que si, que no
Cristina volvió a reconsiderar este jueves por la tarde la alternativa de enviar a Nueva York una misión ante el juez Griesa para que, "cara a cara", se crucen con los representantes de los fondos buitre y comiencen una ronda negociadora. 

Lo hizo luego de haber conversado con algunos referentes políticos y económicos de su gabinete, convencidos de que la mejor solución al conflicto es abrir una rueda de negociaciones ante el magistrado de primera instancia. 

También hay acuerdo dentro del Ejecutivo en la eventual oferta que se le llevaría a una mesa de negociaciones a los "holdouts", que incluyen la emisión de un bono similar al que se le entregó a Repsol por YPF, la participación de un banco (que luego compraría esos títulos públicos y los colocaría en el mercado) y hasta la posibilidad de ofrecer a Griesa un depósito de unos u$s300 millones para que permita hacer las liquidaciones del 30 de junio sin el fantasma de los embargos judiciales, tal como diera cuenta iProfesional (ver nota: Ingenio argentino hasta con los buitres: ¿cómo evitaría el país un default y demandas de otros bonistas?)

Ante el pedido del magistrado para que explique cuáles serían los pasos que haría el país, el miércoles el abogado Carmine Boccuzzi, del estudio Cleary Gotlieb Steen & Hamilton (CGS&H) mencionó públicamente la llegada de los funcionarios del Gobierno argentino para negociar, consigna ámbito financiero. 

Luego hubo palabras del juez que enfurecieron al Gobierno argentino ("Estoy cansado de que la Argentina no se tome en serio a la Justicia de Estados Unidos" o "las palabras de Cristina de Kirchner son un problema") que hicieron que el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, dijera este jueves que no estaba previsto el viaje de ninguna comitiva oficial.

Lo cierto es que, dadas las profundas consecuencias que implica una cesasión de pagos, analistas creen que Cristina Kirchner buscará por todos los medios evitarla y no quedar como la Presidenta que condujo al default a "todos y todas" o, como la presentan en los discursos, a los 40 millones de argentinos . 

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