Murió Aldo Ferrer, el influyente economista del "vivir con lo nuestro"

Aldo Ferrer, economista y exministro de Economía, falleció el martes a los 88 años.

Fue uno de los principales exponentes del keynesianismo a nivel regional y de la teoría de la dependencia, que tuvo su auge en los años 60. Esta doctrina sostenía que los términos de intercambio comercial entre los países "periferia" -los latinoamericanos que se especializaban en la exportación de materias primas- y los países "centro" -el mundo industrializado se irían deteriorando progresivamente en detrimento de los primeros.

En consecuencia, esta teoría planteaba que resultaría imposible un plan de desarrollo e industrialización que estuviera basado exclusivamente en exportaciones primarias, dado que cada vez se necesitaría un nivel mayor de producción para obtener menos divisas.

Es bajo esta influencia que Ferrer publicó su obra más conocida, titulada con una frase que quedaría en la cultura popular argentina: "Vivir con lo nuestro".

Ferrer planteaba la idea de un modelo de desarrollo autónomo, que no dependiera de la asistencia de los países desarrollados y que tuviera un fuerte sustento en el mercado interno.

Su prédica generó controversias y fue criticada por los economistas de visión liberal, pero mantuvo su influencia durante muchos años. Pero para otra facción del gremio de los economistas, sus postulados fueron una guía sobre cómo debía buscarse el desarrollo en épocas de "vacas flacas".

Durante los años '80, Ferrer señalaría el modelo de industrialización de los llamados "tigres asiáticos" como un ejemplo a tomar en cuenta para los países latinoamericanos.

Ligado políticamente a la Unión Cívica Radical (UCR) ocupó distintos cargos en la función pública nacional y de la provincia de Buenos Aires. 

Durante las presidencias de facto de Roberto Marcelo Levingston y Alejandro Agustín Lanusse (1970-1971) ocupó el Ministerio de Economía y Hacienda.

Es de esa época el plan de obras públicas de la cual Ferrer siempre se declaró orgulloso, por haber sido financiada con independencia de la asistencia externa. El puente Zárate-Brazo Largo se contaba entre las mayores satisfacciones que le dio su paso por la función pública.

Fue ministro de Economía y Hacienda de la provincia de Buenos Aires entre 1958 y 1960. Durante la presidencia de Raúl Alfonsín fue titular del Banco de la Provincia de Buenos Aires entre 1983 y 1987. Con Fernando de la Rúa presidió la Comisión Nacional de Energía Atómica (1999-2001). 

Tras la crisis que llevó al colapso de la convertibilidad en 2001, Ferrer renovó su influencia con el liderazgo intelecutal del llamado Grupo Fénix, formado en el año 2000 por economistas para diseñar un modelo económico alternativo a las políticas neoliberales, impulsadas por el Consenso de Washington y llevadas a cabo en Argentina entre 1976 y 2001.

Durante el período kirchnerista fue embajador en Francia y director de Enarsa. Dirigió el diario Buenos Aires Económico, desde el cual hizo un apoyo crítico al "modelo K" y, luego de la estatización de los fondos de las AFJP -y, en consecuencia, de las tenencias accionarias en empresas privadas- pasó a ocupar el directorio de Techint como representante del Estado.

Se desempeñó también en el ámbito académico como Secretario Ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO). En 1996 recibió el Premio Konex de Platino por su trayectoria en análisis económico aplicado y desde 2009 era vicepresidente de la Fundación Konex.