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Las transferencias en general cayeron 10,9% interanual en el acumulado hasta mayo, aun antes de firmar el acuerdo con el Fondo Monetario
10/07/2018 - 13:31hs

El desafío de hacer rentables la mayoría de las empresas públicas, y contribuir en la reducción del déficit fiscal, fue uno los pilares del gobierno de Mauricio Macri.

Ahora, la nueva meta del 1,3% de déficit fiscal primario para el año que viene y el 0% para 2020, aceleró el proceso que ya venía con una tendencia a la baja.

Las transferencias del Tesoro nacional a esas compañías se habían reducido del 1% del PBI en 2016 al 0,5% el año pasado, según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), basado en información que entregó la Jefatura de Gabinete, informó La Nación. 

 

El desafío está relacionado directamente con el aumento de tarifas, ya que las empresas públicas vinculadas a los sectores de la energía y el transporte son las que más fondos del Estado demandan.

Sin embargo, aun antes de firmar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Gobierno logró bajar significativamente los gastos operativos de estas compañías.

En los primeros cinco meses del año, las transferencias de carácter económico para el financiamiento de gastos corrientes (subsidios) y de capital de empresas públicas, fondos fiduciarios y el sector privado sumaron $70.332,5 millones, lo que significó una retracción del 10,9% interanual (-$8.611,1 millones), según un informe elaborado por la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), informó el matutino porteño.

En la actualidad hay 41 empresas estatales de propiedad total o mayoritaria.

En el memorándum de políticas económicas y financieras que el Ministerio de Hacienda le envió al FMI, el Gobierno prometió: "Reduciremos las transferencias asociadas con el déficit operativo de las empresas públicas que no están relacionadas con las tarifas de servicios públicos desde su nivel actual de 0,1% del PBI en 2017 hasta casi cero en 2021".

Para este año, además, el Gobierno estableció reducir las transferencias a todas las empresas estatales al 0,4% del PBI.

En el medio se produjo la corrida cambiaria, que trastocó las metas de inflación para este año. Esto complicó el objetivo del Gobierno de recortar los fondos a las empresas de energía y de transporte a través de la suba de tarifas, ya que los aumentos quedaron retrasados por la suba del precio del dólar.

No fue azarosa la llegada de Mario Dell'Acqua, presidente de Aerolíneas Argentinas, a la dirección de Integración Energética Argentina Sociedad Anónima (Ieasa), la compañía que maneja los activos de la ex Enarsa.

Su arribo a la empresa de energía se explica no solo por su pasado en el manejo de centrales nucleares e hidroeléctricas cuando trabajó para Grupo Techint, sino que entre sus logros se pondera su gestión al frente de Aerolíneas Argentinas, donde redujo los fondos solicitados al Estado.

 

En 2016 -último dato disponible en el presupuesto nacional-, Enarsa recibió subsidios por u$s1.015 millones.

Dentro del sector energético, sin embargo, quien se lleva la mayor parte de los aportes del Estado es Cammesa, la compañía administradora del mercado eléctrico, que recibió asignaciones por $16.666 millones en los primeros cinco meses del año.

En el ranking también se cuenta a Yacimientos Carboníferos de Río Turbio, que recibió fondos por $1.274 millones, informó La Nación.

En lo que hace al sector ferroviario, se destacan Administradora de RR.HH. Ferroviarios, que demandó $8.506 millones en los primeros cinco meses del año y Operador Ferroviario, que recibió fondos por $2.578 millones. Ambas compañías tienen como objeto atender los gastos en personal de cinco de las siete líneas de ferrocarril.

Más allá del sector energético y el transporte, las empresas públicas no vinculadas a estos sectores demandaron en los primeros cincos meses transferencias para sus gastos de funcionamiento por $2.316 millones.

El informe de ASAP menciona a Télam y Radio y Televisión Argentina. Para bajar costos, el Gobierno decidió el peor camino, al menos en en la agencia estatal de noticias: el despido de trabajadores. Echó a más de 350 trabajadores, lo que implica el 40% de la planta.

 

En cuanto a las transferencias para el financiamiento de gastos de capital de empresas públicas, fondos fiduciarios y el sector privado, en los datos del año hasta mayo hubo una suba del orden del 5,4% interanual, según ASAP.

En términos nominales, publicó La Nación, se ejecutaron $10.138,8 millones, repartidos entre las asignaciones para el sector energético ($5.614,6 millones concentrados en Nucleoeléctrica y Enarsa), al transporte ($3.181,3 millones, destinados al servicio ferroviario) y a otras empresas públicas ($1.322,3 millones), que representan en su mayoría AySA ($882,2 millones) y Correo Argentino ($282 millones).