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Víctor Beker: "El poder de fuego del Banco Central se licúa si sólo dispone u$s60 M diarios para controlar al dólar"

El prestigioso economista de la Universidad de Buenos Aires dialogó con iProfesional sobre la volatilidad cambiaria y las medidas oficiales para contenerla
22/04/2019 - 06:06hs
Víctor Beker: "El poder de fuego del Banco Central se licúa si sólo dispone u$s60 M diarios para controlar al dólar"

La inestabilidad que experimenta el precio del dólar y la implementación por parte del Gobierno de las bandas de no intervención como "defensa", sobre todo en la previa a la elección presidencial, es motivo suficiente para hablar con el economista Víctor Beker, en cuyos legendarios manuales se han formado varias generaciones de economistas argentinos.

Al respecto, este experto considera que el Banco Central busca estas variaciones en la cotización del tipo de cambio para desalentar las compras de los especuladores.

Beker, que obtuvo el Premio Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, y se desempeñó en el Consejo Federal de Inversiones (CFI) y en el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), acaba de publicar con su colega Guillermo Escudé un libro con EUDEBA en homenaje al referente Dr. Julio Olivera, denominado "Teoría y política económica", donde realizó una recopilación de trabajos de la mayoría de sus discípulos del Instituto de Investigaciones Económicas, entre los que también se encuentran, por ejemplo, Guillermo Calvo.

Este analista se desempeña en la actualidad como profesor plenario de la Universidad de Belgrano, donde dirige el Centro de Estudios de la Nueva Economía.

-El dólar se encuentra muy volátil, ¿cuál es la causa?

-Gran parte de la discusión económica reciente gira en torno al tipo de cambio. El régimen actual consiste en una banda cambiaria que tiene la particularidad de su amplitud: un 29% entre el mínimo y el máximo. Ello indicaría la intención de la autoridad monetaria de intervenir lo menos posible y dejar que la cotización fluctúe con cierta amplitud. Por tanto, las variaciones en la cotización de la divisa americana eran de esperar y es lo que se busca con un sistema como el implementado a partir de septiembre pasado en Argentina.

-¿Cuál es el sentido de tener una amplitud tan grande en la zona de no intervención?

-El mismo tendería a desalentar la especulación cambiaria: comprar a valores cercanos al límite superior implica arriesgar una pérdida que puede superar el 20% en pocos días si el Banco Central interviene con ventas que lleven el tipo de cambio a valores cercanos al límite inferior. Sin embargo, lo que se ha observado es que la entidad monetaria ha tratado de minimizar dichas fluctuaciones utilizando a tal efecto la tasa de interés.

-¿Qué impacto genera esta elección de política monetaria?

-La consecuencia ha sido mantener dichas tasas en niveles muy elevados que conspiran contra la recuperación de la actividad económica, cuando un régimen de tipo de cambio fluctuante debería haber impulsado el descenso de aquellas.

-Estamos en pleno año electoral e inestabilidad de las distintas variables de la economía, ¿Qué considera que puede ocurrir con el dólar?

-En todo periodo preelectoral hay una mayor demanda de divisas para cubrirse de cualquier eventualidad luego de las elecciones. Pero también es de esperar una mayor oferta del sector exportador y del Gobierno, que debe canjear los dólares que ingresan al Tesoro provenientes del Fondo Monetario Internacional. Por otra parte, el Banco Central dispone de unos  u$s10.000 millones para hacer frente a cualquier corrida cambiaria y mandar el tipo de cambio al límite inferior de la banda de fluctuación.

-Hasta acá todo parece perfecto…

-El problema estriba en que si solo puede disponer de u$s60 millones diarios ese poder de fuego se licúa. Una cosa es vender u$s300 millones en una semana y otra muy distinta poner todos los billetes juntos sobre la mesa en un día. Es que la incertidumbre tiene un componente político muy importante que no va a desaparecer hasta después de las elecciones. Pero habría que evitar agregarle incertidumbre económica.-