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Melconian: la economía se encamina a las elecciones como "un auto destartalado"

El influyente economista difundió un reporte entre sus clientes en el que advierte sobre las menguantes reservas del Banco Central en el segundo semestre
04/05/2019 - 00:10hs
Melconian: la economía se encamina a las elecciones como "un auto destartalado"

Carlos Melconián suele ser gráfico para expresar su visión económica de la realidad. En el último informe de MacroView, la consultora que históricamente dirige junto a su colega Rodolfo Santángelo, describe que la economía "es un auto destartalado". Que "se traslada hacia la elección presidencial a los tumbos por un camino desnivelado".

En su diagnóstico, Melconián concluye: "Llegar a destino (el 10 de diciembre de 2019) con este auto, esta ruta y este clima (con tormentas) es un desafío que requerirá muñeca y firmeza en el volante".

El reporte de MacroView destaca que, siguiendo con la analogía del auto destartalado en medio de la tormenta y andando a los tumbos, "el acuerdo con el FMI actúa como el servicio de emergencia indispensable (la grúa)".

La consultora analiza el último acuerdo con Washington. En concreto, de la última flexibilización del Fondo Monetario avalando la posibilidad de que el Banco Central intervenga en el mercado cambiario si sube el dólar más allá de lo recomendable.

Para MacroView, el BCRA tiene "escasas reservas" para defender el tipo de cambio, en caso de que se vuelva a desatar una corrida. Le pone un número a esa artillería: u$s17.000 millones.

Melconián llega a esa conclusión luego de restar de los u$s72.000 millones (reservas brutas), los u$s55.600 millones que, aun formando parte de los activos del Central, no podrían utilizarse como municiones en el mercado cambiario. Allí se computan, por ejemplo, los u$s19.300 millones provenientes del swap de monedas con China. Se trata, en ese caso, de yuanes; no de billetes verdes.

También se contabilizan u$s2.500 millones de una línea del Banco de Basilea, que obviamente no podrían liquidarse en el mercado, a menos que exista una autorización expresa desde Suiza.

Y otros u$s15.000 millones que figuran como Reservas de la autoridad monetaria pero que pertenecen a las entidades financieras.

A lo sumo, expresa MacroView, llegado el caso de una urgencia, el Banco Central podría echar mano a unos u$s7.000 millones que quedaron del primer desembolso del FMI, y que hasta ahora no fueron utilizados. En tal caso, en lugar de los consabidos u$s17.000 millones podrían contabilizarse u$s24.000 listos para la intervención.

En detalle, este es el detalle de las Reservas estimado por MacroView.

 

"Administrar en el camino las escasas reservas del BCRA será esencial pero no es el único instrumento ni es condición suficiente. Hay que seguir cumpliendo con los tres mandamientos del Plan Picapiedras: no malgastarás reservas, no emitirás y no gastarás más de lo que se recauda".

La conclusión del informe es categórica, y va en línea con el cuadro de situación que hacen los principales bancos de inversión de Wall Street.

La máxima preocupación entre los financistas radica en que Guido Sandleris se vea obligado a utilizar la munición que acaba de soltarle el Fondo Monetario en el cortísimo plazo.

Economistas de la City que se han encontrado en las últimas horas con parte del staff del FMI que trabaja en Buenos Aires escucharon que en Washington ya habían descontado un escenario cambiario donde se haría necesario la flexibilización anunciada el último lunes. Lo que no imaginaban, admiten desde el Fondo, es que esa medida iba a tomarse a seis meses de las elecciones.

Más bien, prosiguen las fuentes, en el tablero figuraba que ese escenario de máxima tensión se viviría recién en el mes de julio, una vez que se conocieran las candidaturas presidenciales.

Y, máxime, si Cristina Kirchner la oficializaba. Sin embargo, hubo dos noticias que modificaron ese pronóstico: las encuestas -algunas de ellas promovidas por el propio Gobierno- que daba a CFK ganadora con claridad en un eventual balotaje contra Mauricio Macri. Y el lanzamiento del libro "Sinceramente", que fue interpretado en el mercado como el preanuncio del lanzamiento de Cristina.

La historia reciente es conocida: la cotización del dólar saltó a los $47, con la seria amenaza de que buscaría testear el techo de la banda de $51,45 más temprano que tarde.

El anuncio de que el FMI dejaría usar las Reservas para frenar una corrida atemperó los ánimos. Pero el camino está lleno de riesgos.

Una cosa es tener un puente hasta junio-julio para, recién allí, mantener una pulseada con el "mercado" por el precio del dólar. Y otra, muy distinta, sería que Sadleris se viera obligado a hacerlo en las próximas semanas. Cuando todavía se sostiene la temporada alta de liquidación de los agrodólares.

"Sería muy mal leído por el mercado", asume desde Los Angeles el representante de un fondo de inversión americano, con un portafolio en bonos de la deuda argentina.

"El escenario sigue muy complicado", afirma la misma fuente. "A fin de año, todos teníamos otro escenario en la mente: tasas de interés en torno al 40% anual, una inflación por debajo del 2% mensual, a Dujovne hablando de la recuperación de la economía; y encuestas dando a Macri triunfador en el balotaje, como sucedió durante todo este tiempo. Hasta ahora. El mapa cambió radicalmente. Todas las variables empeoraron y nadie puede asegurar que volvamos a lo que veíamos hasta hace dos meses", concluye el financista, en diálogo con iProfesional.

Parte de este análisis estuvo presente en la negociación entre el Gobierno y el Fondo. La fuga de capitales (dolarización) durante la época eleccionaria ya es un clásico de la Argentina. Inclusive para los años donde solamente se eligen cargos legislativos.

Sin ir muy lejos en el tiempo, el informe de MacroView rememora: "En las elecciones de 2013 y 2015 -y con el cepo cambiario vigente-, el BCRA vendió dólares en el mercado. Entre u$s 8.000 millones y u$s10.000 millones en los cinco a seis meses de incertidumbre electoral", previos a las elecciones.

En las próximas semanas, los inversores estarán muy pendientes de esta realidad. De existir, el volumen de la fuga de capitales será clave para evaluar los próximos escenarios. O, en las palabras de Melonián, de la forma en que llega el auto destartalado a las elecciones de octubre.