iProfesional

Punto de inflexión: el Gobierno se entusiasma con un cambio de expectativa que anime las ventas

La calma del dólar, junto con la perspectiva de baja en la inflación, permiten una recuperación del optimismo para los negocios. El Gobierno, esperanzado
14/06/2019 - 06:05hs
Punto de inflexión: el Gobierno se entusiasma con un cambio de expectativa que anime las ventas

La estabilidad cambiaria y la súbita mejora en el escenario financiero modificó el humor en los despachos oficiales. Ahora, sí, creen los funcionarios, el presidente Macri podrá comenzar la campaña electoral sin la obligación de mirar la cotización del dólar.

Los miembros del equipo económico van más allá, incluso: sostienen que ya existen sobradas muestras de que la crisis llegó a su punto de inflexión. Que de acá en adelante habrá buenas noticias, y no solamente en referencia al plano financiero más urgente.

Lo que en el mercado financiero han denominado como "efecto Pichetto" -la baja del índice de riesgo país y también de la cotización del billete verde a partir de la nominación del senador justicialista en la fórmula del oficialismo- sería un elemento más en la dinámica virtuosa que los funcionarios vienen notando en las últimas semanas.

Hacen referencia a cierto repunte en el nivel de consumo masivo. Y también a los mejores números que las consultoras vienen midiendo a favor del jefe de Estado en relación a su imagen y su intención de voto, de cara a las próximas elecciones.

Lo llamativo del caso es que ese punto positivo se viene logrando con dos medidas impulsadas en su momento por el gobierno anterior -Ahora 12 Precios Cuidados/Esenciales-, que en su momento fueron muy criticadas por los economistas referentes de Cambiemos por su sesgo intervencionista.

Por ahora, la actividad económica no muestra un cambio de signo. Pero en el equipo económico confían en que eso sucederá antes de las elecciones.

La cuestión, en caso de que efectivamente se diera esa expectativa, es si la incipiente mejora tendrá impacto electoral. Dicho de otra manera: si la estabilización cambiaria habrá (o no) llegado a tiempo para acrecentar las chances de Mauricio Macri.

Por lo pronto, existen distintas variables que ameritan la pregunta sobre si la crisis ha llegado a un punto de inflexión. Si habría espacio, finalmente, para responderse que "lo peor de la crisis ha pasado". Es, obviamente, la afirmación que el Gobierno ya no quiere poner en juego, y mucho menos en plena campaña.

La enumeración de las principales variables parecen abonar el terreno para los optimistas:

1. Dólar estable

El mercado cambiario tomó nota de dos cosas: el poder de fuego del Banco Central, habilitado por el Fondo Monetario Internacional, a finales de abril. Y de la mayor oferta en el período de liquidación de la cosecha gruesa. El "efecto Pichetto" no hizo más que envalentonar a los dudosos, que por las dudas encanutaban sus billetes verdes para venderlos más adelante.

Frente a la pregunta de si las cosas podrían empeorar una vez que finalice la estacionalidad de la soja, Guido Sandleris fue elocuente: "Contamos con los dólares suficientes para tener bajo control el tema cambiario", aseguró cuando lo consultaron sobre ese tema durante la última conferencia de prensa.

2. Inflación en baja

El último dato del Indec, referido a mayo, da cuenta de una leve desaceleración, que el Gobierno quisiera ver más rápida pero que, en la lógica política, no deja de ser una buena noticia.

Así como están las cosas, la Casa Rosada puede mostrar que, tras el pico de marzo (4,7%), la inflación viene descendiendo y continuará en esa tónica. De hecho, las consultoras privadas, como Elypsis, ya pronostican que el índice de este mes rondará el 2,7%."La inflación va a seguir bajando. Tenemos bases sólidas y una estricta política monetaria", pronosticó Sandleris.

3. Mejores condiciones para el consumo

Es el otro punto positivo de la actual coyuntura. El acuerdo sellado a principios de mayo rinde sus frutos: tanto los productos del programa de "Precios Cuidados" como el de "Precios Esenciales" (congelados) muestran una aceptable tasa de cumplimiento, cercana al 80% del listado, de acuerdo al relevamiento del Ministerio de la Producción.

El otro aspecto favorable por el lado del consumo llegó con el relanzamiento del "Ahora 12", que el Gobierno desvalorizó desde su llegada al poder. El hecho de que los comercios de indumentaria y de electrodomésticos puedan vender hasta en 18 cuotas con una tasa máxima del 20% anual (muy por debajo de la de referencia) hizo que las ventas repuntaran hasta un 80% el último fin de semana. Lo hace desde un nivel muy bajo, cierto, pero para los comercios beneficiados resultó una especie de oasis en el desierto.

Lo mismo cuenta para las concesionarias de autos, que se lanzaron a ofrecer los subsidios oficiales. Más allá de la polémica por la utilización de recursos escasos para subsidiar modelos fabricados en el extranjero (algo que difícilmente replique Donald Trump), la medida le devolvió vida a las agencias, que estaban vendiendo menos de la mitad que un año atrás.

4. Tasa de interés en baja

En forma muy paulatina, el Banco Central aprovecha la pax cambiaria para abaratar el costo del dinero. De hecho, la tasa de interés de referencia ya bajó al 67,3% anual. Al respecto, Sandleris dio muestras públicas de su cautela: "Esta baja no debe confundirse con un relajamiento de la política monetaria, que sigue siendo de emisión cero. Esa caída refleja una menor expectativa de inflación", dijo en la última conferencia de prensa.

"La alternativa a una tasa más baja sería más costosa", agregó, por si hiciera falta. En el BCRA todos recuerdan que el apuro por disminuir la carga financiera costó un rebote del tipo de cambio durante el verano.

Al contrario, cuando iProfesional le preguntó sobre las chances de aliviar los costos de las empresas y del público en general, Sandleris sugirió que, como mucho, deberían darse por contentos con la reaparición del "Ahora 12 sin interés".

5. Popularidad de Macri

La mayoría de las encuestas de opinión independientes dan cuenta de una mejora en la imagen presidencial, en coincidencia con la estabilidad del mercado cambiario y la desaceleración inflacionaria.

Según la última encuesta de la consultora Management & Fit, la imagen política del Presidente repuntó levemente.

El Índice de Optimismo elaborado por M&F viene además mostrando una mejora en las últimas semanas, al compás de la calma del dólar y la desaceleración de la inflación de las últimas semanas.

Synopsis, otra consultora independiente, mostró que la imagen de Macri viene mejorando desde mayo, tras la estabilización del mercado del dólar.

Estas mediciones fueron anteriores a la designación de Miguel Angel Pichetto como candidato a vice. Y en el Gobierno creen que los próximos sondeos mostrarán que la opinión pública continuó mejorando su percepción sobre la gestión del Presidente.

6. La actividad, todavía en espera

Todavía no hay ningún registro de una mejora en el ciclo económico. La denominada "economía real" sigue sufriendo por las tasas de interés muy elevadas, la incertidumbre política y la pérdida del poder adquisitivo de los asalariados.

De todas formas, los funcionarios se consuelan al observar que los sectores líderes, como el agrícola, mantienen el dinamismo, ayudados por las condiciones favorables del mercado internacional.

Pero, claro está, no es la generalidad. Por caso, el "índice de actividad" que mide el Estudio Ferreres, acaba de revelar que, a excepción del sector agrícola, el resto de las ramas económicas seguían en caída hasta el mes de abril.

La Universidad Di Tella elabora un indicador sobre la actividad que incluso les dio negativo para el mes de mayo.

El Índice Coincidente de Actividad Económica (ICAE) proyecta un valor para el EMAE de mayo con una caída interanual de 4,63% en la serie original y una caída de 0,51%, con respecto a abril, en la serie sin estacionalidad.

En resumen, el panorama del ciclo económico luce complicado, y da toda la sensación de que recién podría darse vuelta cuando (tal vez ya a partir del 10 de diciembre) quien gobierne logre restaurar la confianza perdida.