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El consumo, talón de Aquiles para Macri: un informe privado dice que en junio siguió la caída

Un informe de Kantar Worldpanel estima la caída en 9% y dice que, en plena polémica por las marcas "pindonga", éstas son las que mejor resisten la crisis
24/07/2019 - 06:48hs
El consumo, talón de Aquiles para Macri: un informe privado dice que en junio siguió la caída

Las malas noticias no terminan con el dato difundido ayer por el Indec sobre una caída de ventas en shopping centers y supermercados.

Más bien al contrario, surgen datos en el sentido de que la situación está empeorando y que, contra la expectativa que había publicitado el Gobierno, el nivel de consumo volvió a derrapar en junio último.

De acuerdo con la medición de la consultora Kantar Worldpanel, el consumo masivo (alimentos, bebidas y productos de higiene y limpieza) registró una caída del 9% el mes pasado, en relación al mismo período de 2018.

Ese guarismo empeora la dinámica que se venía observando en los últimos meses: el retroceso del 9% de junio resulta más profundo que la baja del 6% de mayo. En abril, en tanto, la caída había sido del 7% y en marzo, del 11%.

La conclusión es que en junio, contra lo esperado, se cortó la racha que venía mostrando una lenta pero consistente salida de la crisis, por lo menos en lo referido al consumo masivo.

El último informe de Kantar -al que tuvo acceso iProfesional- pone en duda esa tendencia: señala que el mes pasado resultó el peor del segundo trimestre.

La consultora, especializada en consumo masivo, reporta además que el signo negativo abarca a todas las regiones del país e incluye a todos los niveles socioeconómicos.

Malas noticias en la previa a las PASO

Los datos de Kantar se suman a los divulgados ayer martes por el Indec, y que también dieron cuenta de un impactante retroceso en las góndolas durante el mes de mayo.

Las ventas en supermercados mostraron un nivel acuciante para el sector. Según el organismo responsable de las estadísticas, en mayo cayeron un 13,5% en comparación con el mismo mes del año anterior. Además, registraron un retroceso del 1% con respecto a abril.

Por el lado de los shoppings, el consumo también muestra una cara poco feliz. En mayo se dio un desplome del 18,7% en relación al mismo mes de 2018.

El informe de Kantar Worldpanel se suma, a su vez, al que había publicado la consultora Nielsen, que informó que el consumo se contrajo 7,9% en junio último. Y se transformó en lo peor del año.

El profundo traspié del mes pasado sorprendió a economistas y funcionarios del Gobierno, que esperaban mostrar -ya no un signo positivo contra los registros del año pasado- pero sí al menos una tendencia alcista.

Según las proyecciones del ministro Nicolás Dujovne, a esta altura deberían verse salarios con crecimiento superiores a la inflación. Y una desaceleración muy clara de la inflación.

En este último caso, lo que se percibe es que la suba de precios se ha desacelerado. Pero lo que ahora se apunta es que, aun así, el poder adquisitivo de la población sigue por debajo.

Visto desde los intereses de la Casa Rosada, la novedad llega con un mal timing: a menos de tres semanas de las PASO, el Gobierno quisiera demostrar que la crisis va quedando atrás. Sin embargo, no es lo que ponen de manifiesto las consultoras especializadas en consumo masivo.

Lo que quedaría por conocer es si este empeoramiento de la situación económica de las familias refiere a una caída del poder adquisitivo por efecto de la inflación. O si existe un fenómeno todavía más preocupante: un alza en los niveles de suspensiones o de desempleo.

En cualquier caso, se trata de una pésima noticia para el comité de campaña macrista, que ve cómo el kirchnerismo está orientando toda su estrategia a sacar el máximo provecho de la situación. No por casualidad, Cristina Kirchner hizo una comparación entre las publicidades del Banco Galicia actuales -donde se promocionan préstamos para aquellos a los que el sueldo no les alcanza para llegar a fin de mes- y los de su gestión -cuando se ofrecían ventas de electrodomésticos, ropa y viajes al exterior-.

Impacto en todos los niveles

El informe de Kantar Worldpanel da cuenta de que el retroceso del consumo incluye a todas las capas socioeconómicas. La franja más golpeada es la denominada "Bajo Inferior", que incluye a las familias con los ingresos más bajos del país.

En ese caso, la contracción alcanzó al 9% en el segundo trimestre del año contra el mismo período de 2018. Así y todo, resulta una caída algo menor que el 12% del primer trimestre.

En las restantes franjas sociales, la baja del consumo masivo fue del 7% en el segundo trimestre del año, siempre con respecto al período abril-junio del 2018. Tanto la capa de ingresos altos y medios, como las de ingresos medios bajos, mostraron caídas en sus demanda de productos.

Es decir: aunque por razones distintas, toda la sociedad está comprando menos ahora que hace un año, cuando la crisis cambiaria ya había explotado pero todavía faltaba para que se notara en los precios.

Lo mismo puede afirmarse del impacto geográfico de la crisis: si bien el reporte de la consultora no da detalles, lo que sí puede observarse es que todas las regiones del país están demandando menos que en 2018.

De este bajón no se salva ninguno de los rubros que componen la canasta del mapa del consumo masivo.

Cerrado el segundo trimestre del año, hubo un 2% de caída en la demanda de alimentos (rubro que incluye a los productos de la canasta básica alimentaria), lo que da cuenta de la gravedad de la crisis económica y social.

Cabe destacar que se trata de productos "inelásticos", es decir, aquellos que la gente sigue comprando porque necesita alimentarse.

Justamente, Kantar destaca que algunos de los alimentos que se "salvan" de la caída son de los más básicos y baratos de la canasta: polenta, pastas, harinas y premezclas, lo que da un indicio de que las familias compran los insumos para elaborar las comidas en el hogar.

La peor parte -en ese segundo trimestre- se la llevaron los lácteos, que se anotaron una baja en el consumo del 12%. Dentro de ese segmento, los más negativos fueron las leches y los postres.

En ese ranking de la mala onda continuaron los "congelados", con una merma del 11% respecto de las ventas del segundo trimestre del año pasado.

Después estuvieron los productos de limpieza del hogar, con un retroceso interanual del 10%. Le siguieron las "bebidas", con un menos 8%. Y las "infusiones", con una baja del 6%. El mismo guarismo que registraron los productos de "cuidado personal".

Respecto de cómo se vivió este retroceso del otro lado del mostrador, algunos canales de ventas sobrellevaron la crisis mejor que otros.

En ese tramo se ubican los salones mayoristas, a los que las ventas se les cayeron "sólo" el 3% respecto a un año atrás. En los "autoservicios" (los comúnmente denominados "chinos"), la caída resultó del 6 por ciento. Peor les fue a los súper e hipermercados, que se anotaron con una merma del 8% interanual. Más atrás quedaron los llamados locales de "cercanía", con un signo negativo del 29 por ciento.

El único canal que se "salvó" de la corriente negativa fueron los almacenes, hacia donde los vecinos se dirigen para comprar los artículos justos y necesarios y donde se tientan menos. 

Por último, y a propósito de la polémica semanal sobre "pindongas" y "cuchuflitos", Kantar detectó que las primeras marcas perdieron un 13% de sus ventas en el segundo trimestre del año. Fue al segmento al que peor le fue.

En tanto, las "marcas propias" de los supermercados y mayoristas se anotaron una caída del orden del 6 por ciento.

Las únicas que mejoraron su perfomance fueron las "segundas marcas", con un aumento del 1 por ciento. En épocas de vacas flacas, eso podría asimilarse como un gran logro.