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El sector del conocimiento reclama al próximo gobierno un organismo que defina políticas de Estado para esos servicios

Desde Argencon propusieron crear una secretaría que vincule las actividades científicas con el aparato productivo. Un ex funcionario pidió un ministerio
16/10/2019 - 06:13hs
El sector del conocimiento reclama al próximo gobierno un organismo que defina políticas de Estado para esos servicios

Aunque la economía del conocimiento es el tercer sector generador de divisas de la Argentina en el primer debate presidencial no se escuchó nada sobre propuestas relacionadas con esta industria. Sin embargo, desde el sector privado comenzaron a aparecer las primeras tendientes a contar con un organismo que se dedique a elaborar una estrategia de desarrollo productivo vinculado con el sector científico y tecnológico.

Argencon, la entidad que nuclea a las empresas de la economía del conocimiento, propuso conformar una Secretaría de Economía del Conocimiento dentro de la estructura del Ministerio de Producción y/o Economía.

Más ambicioso aún, Carlos Pallotti, ex subsecretario de Servicios Tecnológicos de esta administración, consideró que debería avanzar en un Ministerio de Innovación que no sólo articule lo propuesto por Argencon sino que también integre a Ciencia y Tecnología, Comunicaciones y Modernización del Estado.

Estas propuestas aparecen a menos de dos semanas de las elecciones que, más allá de la intención del oficialismo por forzar un balotaje, parecen anticipar un claro triunfo del Frente de Todos.

Propuestas que también surgen en momentos en que la aprobada ley de economía del conocimiento, considerada inclusive por el candidato Alberto Fernández como una de las mejores medidas tomadas durante esta gestión –fue un proyecto del Ejecutivo aprobado por el Congreso- aún no logró su reglamentación y su vigencia está fijada a partir del 1° de enero de 2020. Sin embargo, fuentes relacionadas con el tema aseguraron a iProfesional que este último trámite podría concretarse en los próximos días.

Argencon sostuvo que es "indispensable" que los programas de gobierno de los distintos candidatos evalúe la creación de "una secretaría de economía del conocimiento dentro de la estructura del ministerio de Producción y/o Economía".

Para la entidad esta secretaría debería abordar la estrategia de desarrollo productivo que incluya entre sus ejes la vinculación tecnológica con el sistema científico, la promoción de la innovación y del ecosistema emprendedor, y el desarrollo del talento tecnológico, con especial atención a la formación en habilidades STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por su sigla en inglés).

También agregó que la propuesta secretaría de economía del conocimiento debería recibir la delegación de las tareas de Autoridad de Aplicación que la ley 27.506 aprobada –y de la que se espera su reglamentación, como se indicó más arriba- otorga a Producción, además de las funciones derivadas del Fondo Fiduciario para el Desarrollo del Capital Emprendedor (FONDCE), surgido de la ley de emprendedores 27.349.

Accenture, IBM, JP Morgan, AES, Conexia, Cognizant, INVAP, Telefé, Y-Tec, Oracle, Neoris, Lagash, Wunderman, Fox, Chevron, Turner, Everis y Belatrix (recientemente adquirida por Globant), entre otros, conforman el pool de compañías nucleadas en esta asociación.

El sector de la economía del conocimiento está integrado por el software y los servicios informáticos, la producción audiovisual, biotecnología, neurología y biogenética, servicios geológicos, la industria aeroespacial y satelital, nanotecnología y ciencia, robótica e inteligencia artificial, y servicios profesionales de exportación (legales, contables, de diseño, entre otros).

En los últimos años, y aún con un contexto de crisis, el sector mantuvo el flujo de generación de divisas en torno a los u$s6.000 millones, lo que lo convierte en el tercer complejo exportador, según cómo se mida, detrás del complejo sojero y la industria automotriz.

La Argentina es el segundo país del mundo en atraer inversiones vinculadas con la economía del conocimiento, señalaron desde Argencon. Sin embargo, lo hace a un ritmo de crecimiento mucho menor al de la media internacional.

La media internacional se ubicó en torno al 20% en el período que fue de 2006 a 2011, lapso en el que la Argentina lo hizo al 19,8%, según datos tomados de la Organización Mundial del Comercio (OMC), contra un 28,8% de Polonia, 27,8% de Uruguay y 26,6% de Costa Rica.

Pero ese desempeño cayó fuertemente entre el período que fue de 2012 a 2017. Mientras la media mundial en ese lustro se ubicó en el 6,9%, la performance de la Argentina se redujo al 0,7%, contra un 14,3% de Uruguay, un 12,1% de Costa Rica y un 11,8% de Colombia.

Uruguay, Costa Rica y Colombia son los tres países de la región que más fuertemente han consolidado una estrategia orientada a la innovación y la economía del conocimiento en las últimas décadas.

Además, están muy atentos a lo que sucede alrededor. El ejemplo más claro fue el de Uruguay el año pasado. Cuando el gobierno argentino anunció que aplicaría retenciones a las exportaciones de software y servicios informáticos entre 2019 y 2020, Uruguay decidió poner en 0 los tributos que afrontaba ese sector a partir de este mismo año.

Generar trabajo

Por estas razones es que, desde la entidad, enciendan las alertas y reclamen la necesidad de tomar a este sector como estratégico, en el marco de una política de Estado, que trascienda a los gobiernos de turno.

Junto con la generación de divisas, desde Argencon también destacaron que el sector representa el 7% del trabajo registrado, convirtiéndose en el segmento de mayor crecimiento económico de las últimas décadas.

De hecho, en este lapso se crearon más de 200.000 puestos de trabajo registrados y otros tanto de manera independiente. La perspectiva es que en la próxima década se puedan generar otros 200.000 empleos adicionales.

 

"Entendemos que la creación de esta secretaría facilitaría el tratamiento de los temas contemplados por la ley, que presentan un comportamiento cada vez más dinámico, diverso y transversal a toda la economía y, a su vez, son críticos para el crecimiento de la próxima década", agregaron.

Carlos Pallotti, por su parte, sostuvo que la economía del conocimiento no puede depender de Educación. Como se trata de una actividad que es transversal a muchas otras el mejor camino es avanzar hacia un ministerio de Innovación donde exista la vinculación entre ciencia y técnica y el aparato productivo pero donde también queden incluidas las comunicaciones.

Pallotti, actualmente a cargo de Mendoza Tec, el programa que apunta a consolidar a la provincia cuyana como polo tecnológico de esa región, y que cuenta con fondeo del BID por $100 millones, sostuvo que "es hora de centralizar todas esas actividades en una sola cartera que las potencie e integre. Que nos permita generar una sociedad y una economía competitiva en el siglo XXI, poniendo el foco en aquellas disciplinas que más chances tienen de ayudar al crecimiento".

La conectividad resulta ser el vínculo fundamental para que los polos tecnológicos se vinculen y desarrollen entre sí, además de acceder a los principales centros económicos a los cuales ofrecerles los servicios.

La OMC impulsa los servicios

La semana pasada, un informe sobre comercio mundial de la Organización Mundial del Comercio (OMC), destacó que los servicios se convirtieron en el componente más dinámico del comercio internacional y que su comportamiento continuará expandiéndose en las próximas décadas.

Su director general, Roberto Azevedo, sostuvo que se trata de sectores como la logística, las finanzas y la informática y que resultarán fundamentales para el desarrollo de los países hacia adelante.

"Desde la logística a las finanzas y a la informática, los servicios se han convertido en el motor indispensable de nuestras economías. Los servicios generan más de las dos terceras partes de los ingresos económicos. Totalizan más de los dos tercios de los empleos en los países emergentes y cuatro de cada cinco en los desarrollados", aseguró el director general de la OMC.

Destacó, a su vez, su rol fundamental en el comercio internacional de bienes. Y resaltó que "la cadena de valor global de mercaderías no funciona sin servicio de logística y de comunicaciones. Gracias a la digitalización, aquellos servicios que antes necesitaban ser entregados en un cara a cara, como la educación, ahora pueden ser distribuidos de manera remota".

Ya no hay dudas sobre el peso del sector en cualquier actividad económica y en cualquier economía. La Argentina aprendió la lección cuando en 2005 aprobó la ley que promocionó al sector de software y servicios. Los referentes de ese segmento y de las actividades científicas, creativas y tecnológicas asociadas quieren ir todavía más allá, y hacen fuerza.

El cambio de Gobierno las alienta a impulsar acciones ante una situación de país que necesita crear rápidamente empleo, y de buena calidad, para tratar de salir de la crisis.