En la máxima reserva, productores y exportadores de soja y el Gobierno mantienen una negociación para que los chacareros aceleren las liquidaciones de divisas, producto de las exportaciones de granos que, por ahora, esperan destino en las silobolsas.

Se trata de unas 17 millones de toneladas de soja que se atesoran a la espera de mejores precios. Parte de ese stock se encuentra en los campos -en silobolsas- y otra porción ya se encuentra en poder de los exportadores. Con una brecha entre el tipo de cambio "oficial" y el "blue" cercana al 80%, los sojeros retienen toda la mercadería que pueden.

En las conversaciones con Economía, los exportadores plantearon que ese stock equivale a unos u$s7.000 millones. Y que los productores acelerarían las ventas si el Gobierno les otorgara un beneficio fiscal.

En los primeros diálogos trascendió que los dueños de la soja pretenden tomar parte de las retenciones por ese stock como pago a cuenta de Ganancias. Concretamente se mencionó la posibilidad de imputar el 20% de ese monto a Ganancias del año que viene. La idea sería abrir una ventana de 60 días durante los cuales aquellos productores que vendan se beneficiarán de ese beneficio impositivo.

Tal como se planteó, la propuesta -acercada por un grupo de exportadores de cereales y también por otro grupo de productores- no sería aceptada por el ministro Martín Guzmán. Sí, en cambio, tendría el visto bueno de Agricultura.

El ministro de Economía cree que no están dadas las condiciones fiscales para que el Estado le haga una bonificación a los ruralistas. Y confía en que el mercado cambiario se va a normalizar en las próximas semanas, una vez que él mismo le ponga broche final a la reestructuración de la deuda.

Hola Kristalina, te estamos llamando

La negociación es clave: llega en momentos que el Banco Central pierde reservas prácticamente a diario ante la retracción de la oferta y la creciente demanda de dólares, que este mes romperá el récord desde que se implementó el cepo.

Hasta ahora, ninguna de las partes quiso "torcer el brazo". Ni el Gobierno dando trato especial a los sojeros para que apuren las liquidaciones ni éstos ante las versiones de que el Ejecutivo podría empeorar las condiciones y obligarlos a vender las divisas.

Las liquidaciones de divisas producto de las exportaciones del campo se encuentran 11% por debajo de las del año pasado.

La tensión del mercado cambiario acrecentó las expectativas de nuevas medidas restrictivas para la compra de divisas

Pero lo cierto es que, en el mientras tanto, las reservas del BCRA se van achicando y en los últimos meses sólo crecieron cuando la autoridad monetaria extremó el cuidado de los dólares poniendo restricciones a la demanda de las empresas ya sea para girar divisas para pagar deudas o para importar productos "no esenciales".

La tensión cambiaria quedó expuesta en dos variables: la brecha entre el "oficial" y los dólares "alternativos" -cercana al 80%- y en la creciente demanda de dólares "ahorro", por la parte de los minoristas que agotan su cupo de compra de u$s200 mensuales. En julio, unas cuatro millones de personas compraron dólares en los bancos, y este mes va camino a quebrarse ese récord.

En lo que va de agosto (el último dato disponible llega hasta el miércoles 18), las ventas de dólares de parte del BCRA treparon nada menos que a u$s780 millones.

En las últimas semanas trascendió que el Gobierno cerraría la canilla de divisas con la suspensión del cupo de u$s200.

Sin embargo, el propio Guzmán salió al cruce de la versión que el propio Ejecutivo había dejado trascender. El ministro confía en que la oferta de dólares aparecerá no bien el Gobierno cierre el canje de la deuda. Un optimismo que no comparten algunos de los colegas de Guzmán en el gabinete nacional.

Guzmán confía en que será "un antes y un después" para su gestión. También Miguel Pesce guarda expectativas positivas, según lo que confió a los directores que lo acompañan en el Banco Central.

Ese día se conocerá el resultado de lo que -ya se descarta- será un acuerdo con la gran mayoría de los acreedores de la Argentina. "Un gran anuncio", adelanta uno de los funcionarios que trabajó sobre la oferta final-final a los bonistas.

La expectativa es que la adhesión estará "por arriba del 90%". La competencia directa fue lo sucedido en Ecuador, donde la adhesión a la reestructuración de la deuda alcanzó el 98 por ciento. También, con la participación del fondo BlackRock.

"Será un día muy importante. Una muy buena noticia para todos. También una señal potente para el mercado: a los inversores les va a quedar en claro que esta vez no quedarán holdouts, como las veces anteriores", completa otro funcionario familiarizado con la operación que acaba de presentarse ante la SEC de Nueva York.

Tanto para el Banco Central como para Economía, el hecho de que no queden holdouts luego de la transacción debería quebrar la inercia a la incesante salida de dólares.

Con el proceso de canje de la deuda totalmente encaminado, a la espera de que en la primera semana de septiembre finalmente se concrete la emisión de los nuevos bonos, Martín Guzmán va a apurar la negociación con el Fondo Monetario Internacional.

Antes de fin de mes, el ministro tendrá un contacto virtual con Kristalina Georgieva, que en los hechos marcará el inicio de las conversaciones con el FMI, con el objetivo de llegar a un acuerdo que despeje totalmente el horizonte de los vencimientos de la deuda.

El ministro ya advirtió que esa negociación será ardua y llevará tiempo. Que el acuerdo buscado se lograría cerrar recién durante el primer trimestre de 2021.

El representante de uno de los fondos de inversión más grandes de la Argentina analiza así esa posibilidad:

"En este momento, la noticia ganadora sería acordar con el FMI, pero el mercado asumió que eso no ocurrirá en el 2020. Por lo tanto, parte del efecto positivo del acuerdo con los bonistas, se pierde por la mala noticia que por ahora no habrá acuerdo con el FMI".

Los exportadores cerealeros ofrecieron apurar la venta de producto retenido en las silobolsas a cambio de incentivos de tipo fiscal

El Gobierno saca cuentas

Más allá de las especulaciones, hay algo cierto: el Gobierno está ansioso -como cualquier otro que atraviesa semejante crisis- en dar vuelta la página y comenzar a dar buenas noticias a los ciudadanos.

La apuesta de la Casa Rosada pasa por una rápida y notoria recuperación de la actividad económica. Y, a partir de allí, a instalar la idea de una reactivación sostenible que decante en un crecimiento vigoroso para los próximos tiempos.

Lo que también saben la dupla Guzmán-Pesce es que ese camino sólo es posible con dólares en el Banco Central. Y esa es -hoy en día- el principal limitante para una salida virtuosa.

El nervio de la recuperación, justamente, está ahí: en cómo se genera confianza y buenas expectativas. Sin dudas, que el BCRA aparezca como un testigo ante el drenaje de sus reservas luce como la peor manera para afrontar los desafíos.

¿Será que el Gobierno intentará un acuerdo con los dueños de la soja para acelerar las liquidaciones? "No lo veo", aseguró uno de los funcionarios clave del Gobierno en diálogo con iProfesional.

Pero el calendario avanza y si no hay modificaciones en la dinámica, el Gobierno tendrá que tomar decisiones que hoy no aparecen en el tablero.