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¿Habrá más dólares por la soja tras baja de retenciones?: esto anticipa Andrea Grobocopatel

La empresaria, que comanda su propia compañía agropecuaria, dialogó con iProfesional sobre el cepo al dólar y las perspectivas para el sector
17/10/2020 - 19:33hs
¿Habrá más dólares por la soja tras baja de retenciones?: esto anticipa Andrea Grobocopatel

Alejada hoy del Grupo Los Grobos, la empresa familiar de la que fue cofundadora, Andrea Grobocopatel afirmó desde su propia compañía agropecuaria, que el campo no tiene incentivos para liquidar dólares por la brecha cambiaria que agrava el castigo impositivo.

"El cepo me preocupa muchísimo porque somos todos", enfatizó la empresaria y economista.

"El que siembra es el productor, pero no se dan cuenta de que el Estado recauda mucho. De $200 por hectárea de resultado, $50 son para el productor y $150 son impuestos nacionales, provinciales y municipales", remarcó Grobocopatel.

Sobre el impuesto a la riqueza, criticó que "es una exageración. La gente va a tener que vender sus bienes para pagarlo porque todo el mundo está perdiendo en sus negocios. Muchos me dicen que no van a pagar y van a iniciar juicio", remarcó.

La empresaria rechazó que las grandes compañías estén dando cheques a demasiado largo plazo a las pymes, obligándolas a financiarlas. "Se necesita el esfuerzo de todos para que no desaparezcan empresas", sostuvo.

Grobocopatel es presidente de la empresa agropecuaria Ampatel, y presidente y fundadora de Fundación Liderazgos y Organizaciones Responsables (FLOR).

También dirige la sociedad de garantías recíprocas Resiliencia SGR, empresa dedicada a otorgar avales a pymes, especialmente si son compuestas o están lideradas por mujeres o tienen proyectos sustentables en lo medioambiental o lo social.

El siguiente es un resumen del diálogo con iProfesional:

-¿Qué pasó con la SGR Resiliencia desde que el Gobierno limitó la posibilidad de dolarizar la cartera de inversiones?

-Es verdad que llegamos a tener el 75% de la cartera dolarizada y ahora esto se ha limitado. Pero permite crear un nuevo mercado, generando instrumentos para el mercado de capitales con Obligaciones Negociables (ON) pymes en los que interesamos a algunos fondos de inversión. Y también con bonos sustentables de organizaciones que, además de un buen propósito medioambiental, de promoción e inclusión, tengan buenos rendimientos. Con Resiliencia hacemos descuento de cheques y todo lo que hace una SGR en el mercado, pero lo que nos emociona es esto. Y fomentar las empresas con mujeres accionistas y lideradas por mujeres.

-¿Cree que las empresas del agro tienen incentivos suficientes para liquidar granos y aportar dólares a la economía?

-El agro no tiene incentivos para liquidar porque el productor vende a $78 pero tiene una retención y recibe $50, para pagar después insumos a un dólar mucho más caro. El empresario agropecuario pago retenciones, Impuesto a las Ganancias, a la red vial, al cheque, Ingresos Brutos. Es importante que el productor siembre, porque el Estado recauda mucho. Y ahora se habla de nuevos impuestos. ¿Más impuestos? Te quedás sin excedente para reinvertir, y si no hay créditos a largo plazo estamos condenados. Si el resultado de una cosecha es de $200 por hectárea, el productor recibe $50 y el Estado se queda con $150.

"El cepo me preocupa muchísimo porque somos todos", enfatizó la empresaria y economista.

-¿Cómo afecta el cepo al dólar a las empresas nacionales?

-El cepo afecta la generación de confianza. Instituciones como Goldman Sachs o el BID prestarían fondos pero no lo hacen porque no se sabe si habrá dólares para pagarles. Tampoco los importadores pueden comprar dólares para pagar. El cepo me preocupa muchísimo porque somos todos. Todo el mundo compraba los u$s200 para ahorro porque no hay alternativas. La gente no sabe qué hacer si tienen pesos. Por eso hay que generar un mercado de capitales. Todo esto suma incertidumbre a cualquier negocio. Además, por el no ingreso de divisas hace imposible realizar las obras de infraestructura que se precisan. Para los negocios es muy importante que se invierta en infraestructura.

-¿Qué opina sobre el impuesto a la riqueza?

-Para mí es una exageración. La gente va a tener que vender bienes para pagarlo. Conozco a muchas personas que dicen que no lo van a pagar y van a hacer juicios, porque todo el mundo está perdiendo dinero en sus negocios. Va a haber que pagar ese impuesto también sobre bonos y acciones sobre los que se perdió el 50%. Hay que atraer a la gente y no ahuyentar a los argentinos. Cada vez se quedan menos empresas, se van. El impuesto a la riqueza quita fuerzas. Ya pagaste Bienes Personales. Y hay que ver el uso de esos fondos. Necesitamos generar organizaciones responsables, que rindan cuentas con transparencia y que piensen en el bien común a largo plazo.

-¿Es difícil ser un empresario en la Argentina? ¿Qué dificultades tiene el capital local?

-Es lindo ser empresario, porque se genera trabajo, se genera empleo, ves cambiar la realidad, el entorno. Pero estamos siendo empresarios en un contexto volátil, incierto, cambiante y con Covid. Necesitamos muchas empresas. Pero hoy desde las grandes hasta los emprendedores, todos tienen el panorama muy difícil. Y tenemos que cuidarlas porque son la base de cualquier modelo que esté basado en la producción. No ponerles más impuestos, sino facilitarles el trabajo. Y especialmente cuando están dirigidas por mujeres. Está demostrado que cuando las mujeres emprenden crece muchísimo el número de empresas. Antes del Covid, se esperaba que la participación de la mujer aportara 26% más de emprendimientos para 2025.

-¿Qué trabas encuentran los emprendedores, más allá del Covid?

-Resiliencia SGR es un puente para acompañar, no sólo para dando avales sino también asesoramiento. En reuniones con cooperativas, por ejemplo, buscamos que la gente se acostumbre a tener créditos y no subsidios. Y les preguntamos si tienen un Monotributo, al menos. Pero nos dicen que no lo tramitan porque les sacan los subsidios. Y así no les podemos dar avales. Es necesario ir bajando esos subsidios de a poco, primero 80%, después 60%, y no de golpe, en la medida que las personas tienen trabajo. Hasta que las personas dependan de sí mismas y no del Estado. Es un camino a recorrer hasta desarmar una estructura que hoy depende del subsidio.

Andrea Grobocopatel afirmó  que el campo no tiene incentivos para liquidar dólares por la brecha cambiaria

-¿Diría que hay un clima pro empresa en el país?

-Yo creo que no hay otra. Desde el Ministerio de Desarrollo Productivo y todos quieren que haya más empresas. El problema es que no hay líneas de crédito a largo plazo. Me llaman empresarios y me dicen, cuando tengas una línea a 5 años, avisame, porque tengo que comprar tal o cual máquina. El Covid nos complicó. También necesitas una cadena de valor. Las pymes traen cheques de las grandes empresas a demasiado largo plazo y se quejan de que las están financiando. Se necesita el esfuerzo de todos para que no se mueran más empresas. Hay muchas firmas que van a desaparecer y va a hacer falta reinventarse. No puede ser que el principal empleador sea el Estado, tienen que ser los empresarios

-¿Pero cree que la clase política está a favor de los empresarios?

-La clase política lo que sabe hacer es política. Y los empresarios tienen un rol que es el de fortalecer las instituciones. Los políticos se tienen que abrir a escucharlos. Mucha gente habla mal de Argentina, y Argentina somos nosotros. No se debe buscar anular al otro con la discusión, sino generar pactos, convergencias. El problema del país es no tener 10 acuerdos comunes e independientes de cualquier gobierno, ideas de largo plazo. Esto nos complica también. A mí me amarga la grieta. Tenemos que estar del lado de Argentina. Los líderes tenemos la gran responsabilidad de generar confianza y unirnos. Sin una trama institucional fuerte, vamos a seguir así siempre. Y es importante que se abra el juego a nuevos interlocutores. Del lado empresario, veo sentados a la mesa de discusión siempre a los mismos. Tienen que ingresar mujeres. En la Convergencia de Mujeres (CEMS) somo 5000 mujeres empresarias de distintas organizaciones. Mujeres que no quieren seguir hablando sino hacer. Por ejemplo, hace dos años propusimos la línea Mujer a un banco, y después la copiaron todos. Y también emprendedores tecnológicos, por ejemplo. De lo contrario, nunca va a cambiar la realidad. Nos quedaremos criticando, y diciendo que no hay un clima empresario.

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