El presidente Alberto Fernández hizo el anuncio oficial a través de un mensaje en vivo que se difundió por las redes sociales y la cuenta de Youtube de Casa Rosada.

"La argentina ha entrado en la segunda ola. En los países europeos y en otros de la región la segunda ola duró meses", señaló Fernández, para luego anunciar las 8 nuevas restricciones. 

Llegó el momento. Hasta ahora, cuando le preguntaban cuál sería la reacción del Estado en caso de una segunda ola de contagios, Martín Guzmán aseguraba que se guardaba un margen de acción para tomar medidas adicionales en caso de que el Covid obligara a restricciones.

Guzmán también fue claro con otra definición: "Hoy la economía no podría soportar un nuevo cierre total", dijo hace unos días.

 

En la tarde del miércoles, mientras en la Casa Rosada se redactaba el decreto para definir las nuevas restricciones a la movilidad social, en el Ministerio de Trabajo analizaban flexibilizaciones al programa Repro II, uno de los pocos que permanecen activos tras la explosión del Covid.

Desde la cartera que conduce Claudio Moroni aseguran que se flexibilizará la manera en que las empresas acceden a la ayuda oficial -por la cual el Estado paga salarios por entre $9.000 y $18.000-, con el objetivo de ampliar ese socorro.

El mes pasado se abonaron, en total, 326.400 salarios. Son 170.000 menos que en diciembre.

¿Hay posibilidad de recuperar el IFE, el programa de emergencia por el cual se pagaron tres rondas de $10.000 a 8,9 millones de personas? Desde el Palacio de Hacienda lo descartan.

Una alta fuente de Economía dijo, ante una consulta de iProfesional: "La ayuda será focalizada. ¿Qué significa? Que la ayuda será para los más necesitados y para aquellas regiones del país con más problemas", mencionó la fuente.

La decisión de achicar la ayuda, tanto la financiera como la de pago de salarios o el otorgamiento del IFE, fue puramente fiscal.

En medio de las negociaciones con el Fondo Monetario, Martín Guzmán aplicó un sensible recorte del gasto Covid. Es lo que está escrito en el Presupuesto 2021: un déficit de las cuentas públicas de 4,5% como máximo.

De todas formas, en el Gobierno creen que, llegado el caso, se cuenta con cierto margen para ampliar la ayuda oficial.

La recaudación impositiva del mes pasado dio cuenta de ese margen: la recaudación creció 72%, por encima de la expectativa del Palacio de Hacienda. "Todo lo que se recaude de más sirve para atender las necesidades sociales", refuerza la fuente oficial consultada.

Eso no significa que pueda volver el IFE con toda la potencia del pasado. Ni tampoco el ATP (pago complementario de salarios a cargo del Estado).

El ATP terminó a fin de año. En diciembre, el Estado pagó 496.000 salarios (un promedio de $20.675 cada uno).

Terminado ese esquema, el Gobierno sacó el Repro II. Lo dicho más arriba: el mes pasado se abonaron, en total, 326.400 salarios. Unos 170.000 menos que durante el último mes del año pasado.

El pago es inferior al que regía durante el ATP. Va entre $9.000 (para los sectores no críticos) entre $12.000 y los $18.000 mensuales, para los sectores críticos y el personal de salud, respectivamente.

Una de las preguntas que deberá responder la Casa Rosada en las próximas horas refiere a qué hará con las tarifas de luz y gas, que se encuentran congeladas desde marzo de 2019.

El "ala política" del Gobierno prefiere postergar esos aumentos hasta después de las elecciones.

Guzmán está a favor de que haya un primer ajuste, de sólo un dígito, el mes que viene. Pero la segunda ola y las nuevas restricciones ponen en duda ese panorama.

Tampoco está previsto que retornen las facilidades financieras que existieron el año pasado. De hecho, el Gobierno las fue desmontando en las últimas semanas.

Ni el congelamiento de cuotas ni la posibilidad de postergar los saldos de las tarjetas de crédito se encuentran ahora en carpeta. Son todas medidas que se tomaron en el peor momento de la pandemia y que el Banco Central ha venido regularizando.

Tampoco está en estudio, al menos por ahora, que retorne la posibilidad de postergar la cuota impaga de un crédito, algo que fue posible hasta fin de mes pasado. De hecho, una de cada cuatro cuotas de créditos otorgados por bancos no pudieron ser pagadas por los clientes y fueron refinanciadas por las entidades financieras.

El temor en los bancos es que, con esta exigencia y con la economía otra vez más cerrada, los clientes puedan tener problemas para pagar las deudas y las cuotas que vayan cayendo ahora. "Habrá que monitorear la situación dentro de algunas semanas", menciona una fuente bancaria a iProfesional.

¿Restricciones de corto plazo?

Por ahora, el Gobierno trabaja con la hipótesis que las nuevas medidas restrictivas tendrán vigencia en el corto plazo. No más de algunas semanas.

A diferencia del año pasado, ahora está en marcha un proceso de vacunación que en 2020 no existía. A esta altura, nadie podría asegurar cuál será el momento en que los contagios comenzarán a retroceder. La previsión oficial es que de acá a ocho semanas puedan vacunarse todas las personas mayores de 60 años.

Por ahora, Martín Guzmán se conforma con monitorear la cantidad de contagios diarios de Covid como si fuera una variable económica o financiera más. Y, en las últimas jornadas, incluso con mayor obsesión.

El ministro volvió de su gira por los Estados Unidos y en ninguna de los encuentros que tuvo -con inversores de Wall Street y con funcionarios del Fondo, del Banco Mundial y del Tesoro americano- puso en duda una fuerte recuperación económica, tras el desplome del año pasado.

"Desde el punto de vista de las restricciones de circulación va a ser otra historia de lo que fue en marzo de 2020. Pensemos que la economía está diseñada, preparada, funciona con circulación. Entonces, por más que haya pandemia, el efecto sobre la economía es menor. Fijémonos en lo que está pasando ahora: todavía estamos en pandemia. Pero llevamos nueve meses consecutivos de actividad económica creciendo", destacó el titular del Palacio de Hacienda hace algunos días.