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En plena crisis, Cristina y Alberto redefinen la política económica y hay alerta en el mercado

Tras un miércoles negro para el Gobierno, ya no se discute si habrá un giro en la política económica: la clave será la profundidad de los cambios
16/09/2021 - 07:00hs
En plena crisis, Cristina y Alberto redefinen la política económica y hay alerta en el mercado

Rarezas de la Argentina: en el peor momento del terremoto político en el Gobierno tras las elecciones del domingo, el Banco Central quedó aislado de esa crisis. El miércoles, y por cuarta jornada consecutiva, la mesa de operaciones del BCRA terminó comprando dólares. Hasta la semana pasada, las ventas en el mercado habían promediado u$s90 millones diarios.

El dato, en el contexto de la tensión interna en el oficialismo, no deja de ser de "color", cuando lo que se está jugando es una verdadera parada política. Concretamente, qué perfil adoptará el gobierno nacional a partir de ahora.

Ya no se discute si habrá un giro en la política económica. Sino, más bien, la profundidad de los cambios en la gestión.

El dato más relevante tras la explosión de la crisis interna, ocurrida poco después de las 13, sucedió seis horas después, cuando voceros oficiales deslizaron que Cristina Kirchner había llamado telefónicamente a Martín Guzmán para decirle que no era a él a quien le reclamaba la renuncia a su cargo.

La comunicación sorprendió al propio ministro, que estaba al tanto de las críticas que distintos dirigentes kirchneristas habían lanzado una vez que se contaron los votos.

La cuestión es central: el ministro de Economía viene llevando adelante las tediosas negociaciones con el Fondo Monetario. Su confirmación -en una jornada donde hubo ocho renuncias de ministros y secretarios de Estado ligados al kirchnerismo reclamando otras salidas del gabinete- confirma que el Gobierno irá por el acuerdo con el FMI, más allá del resultado electoral.

La confirmación de Guzmán pondría límites a la profundidad del giro de la política económica, pero hay alerta

Por la noche, Guzmán envió al Congreso el proyecto de Presupuesto, lo que también convalida que su idea de la economía que viene -en el que se incluye el acuerdo con el Fondo- sigue en pie.

El proyecto de Presupuesto contiene la idea de que la inflación tendrá un suave recorrido bajista -se prevé un IPC cercano al 35% anual- y un tipo de cambio "oficial" que no seguirá atrasándose.

Anoche quedaban por disiparse distintas incógnitas generadas por la crisis. La más relevante refería a la continuidad de Santiago Cafiero. El jefe de Gabinete aparece como el más apuntado por el Instituto Patria. Cristina Kirchner es muy crítica de la gestión oficial, y responsabiliza a Cafiero.

El jefe de Gabinete es un hombre de extrema confianza del Presidente, y por eso mismo Alberto F. lo viene respaldando desde las primeras críticas que se escucharon, el año pasado.

Ayer al mediodía, luego de la presentación del Presidente del proyecto a favor de las inversiones de hidrocarburos, el Gobierno quedó fracturado.

Renunciaron a su cargo ocho funcionarios, entre ministros y secretarios de Estado, que responden directamente a la vicepresidenta. El primer fue el ministro del Interior, Eduardo de Pedro; luego, en pocos minutos, pusieron su renuncia a disposición el ministro de Justicia, Martín Soria; el ministro de Ciencia y Tecnología, Roberto Salvarezza; la titular del PAMI, Luana Volnovich, y la directora de Anses, Fernanda Raverta; el titular de Medio Ambiente, Juan Cabandié; el ministro de Cultura, Tristán Bauer y la poderosa secretaria de Comercio Interior, Paula Español.

Se espera que en las próximas horas haya una definición sobre la suerte de estos funcionarios, una vez que se resuelva la crisis política.

Rumbo económico: qué viene

La cuestión de fondo es el rumbo económico que le dará Alberto Fernández a su administración.

"No podemos perder el horizonte. La clave es pensar a dos años. No a dos meses", dijo un funcionario del equipo económico a iProfesional, uno de los pocos que en la tarde de ayer aceptó el diálogo, aunque sea en off.

Por eso fue tan importante la confirmación de Guzmán en su cargo. La salida del ministro, y su eventual reemplazo por otro economista cercano al Instituto Patria, podría deparar en mayores turbulencias y en más incertidumbre.

Su ratificación despeja el horizonte. Aunque sea de cara a la definición de las negociaciones con el Fondo Monetario.

Por lo pronto, el ministro presentó el Presupuesto. Y debe definir el paquete de medidas económicas que mejoren el debilitado consumo popular.

La definición de las negociaciones con el FMI, clave para sostener a Guzmán

El volumen de ese paquete -que se iría anunciando de a poco, a medida que se vayan consensuando puertas adentro de la administración- será clave para evaluar el impacto en la economía real.

Pero también las expectativas que pueda generar en el mercado financiero.

De acá hasta fin de año, el Palacio de Hacienda está obligado a hacer frente a vencimientos por la friolera de un billón de pesos. ¿Qué sucedería si los inversores particulares, fondos de inversión y bancos que tienen esos títulos de deuda en su poder desconfían del horizonte cambiario y monetario y deciden no renovar esas tenencias?

Guzmán, en los hechos, cree que ése es uno de los principales desafíos para las próximas semanas. Y que precisa de la calma financiera para pasar los vencimientos sin sobresaltos. Se sabe: los pesos de la deuda que no se renuevan van corriendo al dólar.

¿Habrá algún giro en la política económica? La confirmación de Guzmán pone límites a la profundidad de ese giro.

Pero la presión de los referentes del kirchnerismo fue elocuente, en el sentido contrario.

Para tomar nota: el gobernador y economista Axel Kicillof acaba de enunciar que "hay que relajar la mirada fiscalista". Toda una definición sobre lo que, en su mirada, debería encarar Guzmán a partir de ahora.

"Es necesario acelerar la reactivación, dar respuestas y cuidarle el bolsillo a la ciudadanía", pidió Kicillof quien -se sabe- tiene una influencia muy grande sobre Cristina K.

Pero no fue la única voz con peso en el kirchnerismo que salió a pedir cambios en el rumbo. "La gente le puede perdonar mil cosas al peronismo, pero no que no recomponga los ingresos. El peronismo tiene que hacer peronismo. Hay que reperfilar al Frente de Todos; si hay algo que no hay que dejar, es nuestras ideas", dijo hace unas horas el ministro del Desarrollo de la Comunidad en la provincia de Buenos Aires.

Las próximas horas serán decisivas. No sólo para los próximos dos meses, hasta las elecciones de noviembre. Sino para el futuro de los dos años que separan de las próximas elecciones presidenciales.

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