Las idas y vueltas entre la Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) podrían generar más tensiones en el mercado y una sensación de incertidumbre aún mayor con el futuro. La agencia Bloomberg afirmó que el organismo le bajó el pulgar al pedido oficial por las "sobretasa", uno de los temas que Martín Guzmán venía negociando como moneda de cambio ante el ajuste fiscal que pedirá Washington. Si se demora el acuerdo el peligro de que se instale la idea de un default desordenado vuelve a estar en escena. 

Más aún, porque el año que viene el país ya tiene vencimientos "impagables" sin un acuerdo con el Fondo. Según cálculos de GMA Capital, Argentina deberá desembolsar u$s23.000 millones en 2022 entre pagos a organismos internacionales y acreedores privados. Esta suma equivale a 3,7 veces las reservas netas, que, si se mantienen en los niveles actuales, solo alcanzarían a cubrir los compromisos de enero-abril. 

Guzmán está en Estados Unidos reunido con el FMI para intentar conseguir un acuerdo para luego de las elecciones

Vencimientos impagables

La gran mayoría de los vencimientos son con organismos, lo que ahora está más complicado si el Fondo no accede al pedido de Guzmán. En el primer trimestre del año próximo habría que pagar u$s5.128 millones. El deadline oficial es precisamente ese plazo cuando además (en marzo) vence el waiver del Club de París. Sin un arreglo con el Fondo antes de eso el país debería elegir entre pagar o caer en default. 

En el segundo trimestre la cuenta de la deuda sigue corriendo y los vencimientos alcanzan los u$s5.500 millones, todos con organismos como el Fondo. Y los últimos dos trimestres del 2022 también caen pagos por más de u$s6.000 millones cada uno. Básicamente, todo sería impagable si el país no logra un acuerdo con Washington que evite esos vencimientos. 

Si bien el Gobierno salió a desmentir que la negociación sobre la sobretasa con el FMI esté terminado, en el mercado lo creen poco y nada. Por eso se cree que Guzmán deberá ver como "vende" este traspié puertas adentro. Ya Alberto Fernández hace una semana había dicho que el acuerdo con el Fondo estaba cerrado y que sólo faltaba definir el pedido oficial por la sobretasa. 

"Dos años negociando para que lo único que pedís sea negado. De haber firmado el año pasado nos hubiéramos ahorrado unos u$s5.000 millones entre pagos al FMI y Club de París. Acuerdo va haber porque Argentina no puede pagar los u$s18.000 millones del 2022, pero será en las condiciones del FMI", indicó el analista financiero Christian Buteler. 

La número uno del Fondo está en el ojo de la tormenta y si fuera echada sería una mala noticia para la Argentina

¿Kristalina con un pie afuera?

En la misma línea, Claudio Loser -ex director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario- dijo que "entre la Argentina y el FMI va a haber un acuerdo, se va a llegar a una solución, con o sin Kristalina".  

"Está la realidad de que la Argentina, aunque el Fondo le de mucho margen en un acuerdo -por ejemplo sin pagar nada en los próximos cinco años- tiene que arreglar sus cosas ahora, porque no hay nuevos préstamos y el mundo financiero está muy renuente a prestarle al país", afirmó en declaraciones a radio Rivadavia. 

¿Y qué pasará con Kristalina Georgieva? La número uno del FMI está tambaleando en su puesto y en Wall Street buscan definiciones. Un reciente paper de Ashmore Group, un fondo de inversión con sede en Londres pero que encabezó la "línea dura" de los bonistas del canje de Argentina el año pasado, pidió que se quede. 

"Biden tiene la oportunidad de volver a un multilateralismo en toda regla que defendió como vicepresidente al apoyar a Kristalina Georgieva como directora gerente del FMI. Además, Biden debería suavizar la postura de Estados Unidos contra China para evitar una mayor escalada de tensiones que podría conducir a una segunda Guerra Fría, más preocupante", afirmaron.

¿Qué decidirá el board que está mayoritariamente en manos de Estados Unidos? ¿Será la única buena noticia que traiga Guzmán desde su gira a Washington? Momentos decisivos.