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Alerta por las reservas: importaciones crecieron más del 53% y marcaron un récord de u$s7.870 millones

Tal como anticipó iProfesional, las compras al exterior alcanzaron un récord en un momento en el que el BCRA necesita acumular dólares
22/06/2022 - 18:00hs
Alerta por las reservas: importaciones crecieron más del 53% y marcaron un récord de u$s7.870 millones

Las importaciones siguen creciendo en la Argentina y ponen a las reservas del Banco Central bajo presión. Tal como anticipó iProfesional, el mes de mayo cerró con un crecimiento del 53% en las importaciones, que alcanzaron un valor récord de u$s7.870 millones.

El intercambio comercial cerró mayo con un superávit de u$s366 millones, por debajo del saldo positivo de u$s1.672 millones obtenidos durante igual mes del año pasado, informó hoy el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

Este resultado se logró a partir de una una suba de las las exportaciones del 20,7% interanual, al sumar u$s8.226 millones, y un incremento en las importaciones de 53%, por un monto total de u$s7.870 millones.

De esta manera, el acumulado de los primeros cinco meses del año arroja un superávit de u$s3.196 millones, contra los u$s5.672 millones de enero-mayo del año pasado.

La facturación por las ventas al exterior entre enero y mayo sumó u$s39.917 millones, con un crecimiento acumulado del 26,6 % frente a importaciones por u$s32.722 millones y un avance del 44,2%, precisó el Indec.

Importaciones: fuerte impacto del costo de la energía

En mayo, la facturación por la compra en el exterior de Combustibles y Energía (CyE) resultó la de mayor crecimiento, con un incremento de 226% interanual, al sumar u$s1.600 millones, producto de una suba del 155% interanual en el precio y de 51% en el volumen importado.

Las costosas importaciones de energía impactaron negativamente en la balanza comercial.
Las costosas importaciones de energía impactaron negativamente en la balanza comercial.

En el caso de las exportaciones argentinas del rubro Combustibles y Energía, la facturación fue de u$s488 millones, con un aumentó 33%, explicada por una suba de 82,3% en los precios y una baja del 27% en las cantidades despachadas.

En mayo, la facturación por las exportaciones aumentó 20,7% respecto a igual mes del año anterior para sumar u$s8.226 millones.

Durante el quinto mes del corriente año todos los rubros registraron subas en su facturación: Combustible y Energía 33,7%; Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA), 29,4%; Manufacturas de Origen Industrial, 17,6%; y Productos Primarios, 8,6%.

El Indec dio cuenta también que el costo de los fletes aumentó 55% en promedio respecto a mayo del año pasado, con un alza del 70% para los envíos a los Estados Unidos, del 72% a la Unión Europea; del 55% para China y del 44% en el comercio con los países del Mercosur.

En mayo, el saldo de la balanza comercial -exportaciones menos importaciones- de los principales productos y subproductos derivados del cultivo de la soja registraron un superávit de u$s2.095 millones, u$s140 millones superior al mismo período del año anterior.

En tanto, en el complejo automotriz –vehículos para transporte de personas, de mercancías y chasis, partes y neumáticos− presentaron un saldo negativo de u$s183 millones , por encima de los u$s131 millones de igual mes del año pasado.

Por qué crecieron las importaciones

Hay múltiples razones que explican el salto extraordinario de las importaciones. El más relevante de todos se vincula con un hecho pernicioso: los abultados pagos por las importaciones de energía, que el Gobierno debe afrontar en medio de la disparada de los precios del gas licuado y de los combustibles. En especial de gasoil, que son típicos en esta época del año.

Todo se da en un contexto que debería ser favorable para la Argentina: desde que empezó el año, las liquidaciones de las exportadoras cerealeras totalizaron u$s15.330 millones, un récord total. Representan exactamente u$s2.000 millones adicionales a las del mismo lapso del año pasado, que a su vez habían sido un récord. Sin embargo, esta verdadera "lluvia de dólares" le pasa de largo al Banco Central: desde que empezó este 2022, sólo pudo comprar u$s780 millones. De hecho, entre martes y miércoles, la mesa de operaciones del BCRA se vio obligada a vender u$s205 millones para atender la demanda de divisas (entre las cuales hay que incluir los pagos por la compra de energía) y evitar un salto devaluatorio.

El nuevo récord de importaciones implica una fuerte salida de dólares.
El nuevo récord de importaciones implica una fuerte salida de dólares.

Sin dólares, ¿habrá que pedir un waiver al FMI?

Una racha tan floja podría derivar, muy probablemente, en un pedido de perdón al FMI por el incumplimiento de la próxima meta trimestral, la que finaliza el próximo día 30.

Para cumplir con la meta firmada con el FMI, el Banco Central debería comprar alrededor de u$s2.600 millones durante junio. A razón de u$s130 millones diarios. Un objetivo complicado, si se toma en cuenta lo sucedido en las últimas semanas.

Pero no todo es el Fondo: lo más relevante en el actual contexto es que el Banco Central no logra apropiarse de las liquidaciones de las cerealeras, que vienen creciendo en relación a lo sucedido un año atrás. Lo dicho más arriba, el hecho de que el BCRA no logra capturar divisas altera a los inversores.

De hecho, en la Casa Rosada reina el nerviosismo por esta cuestión. Los llamados a Guzmán y a Miguel Pesce se cruzan a diario para conocer al detalle lo que está sucediendo en el tensionado mercado de cambios.

Para evitar males mayores, esta dinámica debería cambiar rotundamente en las próximas semanas.

Argentina, cada vez más cerca de verse obligada a solicitar un waiver al FMI.
Argentina, cada vez más cerca de verse obligada a solicitar un waiver al FMI.

Importaciones: uno por uno, los motivos del récord

El récord de las compras en el exterior se relacionan con distintos hechos, algunos estacionales y otros que tienen que ver con el momento excepcional que atraviesa la economía mundial. 

1. Pagos de energía a precios récord

Lo sucedido en las últimas semanas es todo un síntoma de lo que está pasando: los pagos de energía se llevan buena parte de las divisas que el BCRA adquiere a las cerealeras.

La explosión en los precios del gas tiene mucho que ver con esa pérdida de billetes verdes.

Un vistazo a las últimas cifras oficiales dan cuenta de ese fenómeno. Durante los primeros cuatro meses del año, los gastos en energía sumaron u$s3.583 millones, un 157% por encima del período enero-abril de 2021. Implica un salto de u$s2.188 millones que el Banco Central tuvo que pagar como sobrecosto por las importaciones de gas.

El precio del GNL, que hace un año costaba u$s8,33 por millón de BTU, llegó a cotizar en torno a los u$s34,50. Cuatro veces más caro.

El costo del GNL se disparó e impactó en las reservas.
El costo del GNL se disparó y generó impacto en las reservas.

2. La inflación internacional

El alza de los precios a nivel global ya venía complicada por la pandemia -básicamente por la suba de los costos en logística-, y que ahora empeoró por la guerra en Ucrania. Europa y Estados Unidos sufren la inflación más alta de los últimos 40 años. Conclusión: para traer la misma cantidad de mercadería, las empresas necesitan más dólares.

3. Aprovechamiento de la brecha por parte de empresas con acceso al dólar oficial

Los importadores compran "todo lo que pueden" al precio de $120 (dólar oficial mayorista), que se compara muy favorablemente con los $240 que vale el contado con liqui.

4. Mejora de la actividad económica en relación al año pasado

Los últimos datos del INDEC dan cuenta de un crecimiento del 6% interanual (en marzo) en la economía. Se sabe: por cada punto de expansión de la actividad, las importaciones lo hacen en por lo menos tres puntos.

Las reservas no crecen al ritmo esperado y crece el temor a un episodio cambiario.
Las reservas no crecen al ritmo esperado y crece la atención sobre el mercado cambiario.

Preocupación máxima por el dólar

Para Guzmán-Pesce, la falta de potencia compradora de divisas les puede deparar dolores de cabeza: en el mercado cambiario ya se empezó a evidenciar una incipiente ola dolarizadora, que estuvo ausente en las semanas anteriores.

Está claro: los distintos actores de la economía están en alerta: miran con extrema atención los movimientos del Central.

La presión oficial se traslada al mercado cambiario, donde las cotizaciones son muy sensibles a los logros (o fracasos) de la autoridad monetaria.

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