Gremio redobla la apuesta con el registro laboral de repartidores de Rappi y Pedidos Ya
En noviembre del año pasado, el senador de la provincia de Buenos Aires (FdT) Omar Plaini presentó un proyecto de ley que busca regular las aplicaciones de delivery, entre las que se encuentran Rappi y PedidosYa. La iniciativa fue aprobada en la Cámara Alta bonaerense pero Diputados la aplazó hasta nuevo aviso. Frente a esta traba, la Federación de Trabajadores Pasteleros, Servicios Rápidos, Confiteros, Pizzeros, Heladeros y Alfajoreros impulsó una propuesta superadora, que permitiría darle un marco regulatorio del sector.
En diálogo con iProfesional, el secretario General de la organización gremial, Luis Hlebowicz, explicó que "desde el sindicalismo buscamos que los trabajadores y trabajadoras tengan una cobertura y asistencia con derechos laborales y prestaciones en salud" por lo que agregó que "con un registro no basta, sino que proponemos que los repartidores de apps de delivery sean incluidos bajo el convenio colectivo de acuerdo a la mayor actividad que desarrollen".
Aclaró que "las dos iniciativas pueden convivir, aunque creemos que nuestra propuesta es más competa" señalando que "para nosotros no es un tema nuevo; de hecho tuvimos un convenio con McDonald´s que se cortó con el desembarco de las empresas de las aplicaciones". Indicó que "hemos realizado convenio por empresa con categorías especiales, con trabajo a tiempo parcial, pero es momento de generar consensos para conveniar y brindar seguridad social y laboral al personal en su conjunto".
Un sector con alta precarización: "Uberización laboral"
Hlebowicz repitió que los repartidores "deberían que estar bajo el convenio colectivo de trabajo de acuerdo a la mayor actividad que desarrollen; es decir, si la mayor cantidad de envíos se realizan al sector pizzerías o a servicios rápidos, deben estar conveniados a Pasteleros; si es a una panadería, al sindicato de panaderos; y si forman parte de una empresa de mensajería, serán nucleados en el gremio de mensajeros".
Aclaró que "la situación que atraviesan los trabajadores y trabajadoras es deplorable; están en lo que llamamos la uberización laboral, sin cobertura de ART, con jornadas donde no se contempla el descanso y las horas extras, ni el mantenimiento del vehículo (ya sea moto o bicicleta) y mucho menos proveerlos de ropa de lluvia". Al respecto apuntó que "todo esto debe estar contemplado en el convenio colectivo de la actividad que corresponda, adaptándolo de ser necesario".
Volviendo al proyecto de Plaini, Hlebowicz admitió que "sin lugar a dudas es una avance para visibilizar la situación de la actividad, pero estamos convencidos de que el debate debe ser más profundo para garantizar que se cumpla la ley de contrato de trabajo y que el convenio colectivo a adoptar tome en cuenta las particularidades de cada actividad".

Se estima que hay unos 100.000 repartidores en el país
Según los números relevados por el senador provincial y titular del sindicato de Canillitas, se estima que hay unos 100.000 trabajadores y trabajadoras que prestan servicios para las empresas de plataformas digitales en todo el país, todos sin resguardo de ART, seguridad social, vacaciones, aguinaldo ni ningún tipo de beneficio de convenio.
Hlebowicz expresó que "el sistema de reparto siempre existió y se trataba de un empleado que podía ser panadero, pizzero o gastronómico, pero con la llegada de las aplicaciones eso se rompió. La ecuación para las empresas fue simple: Empezaron a facturar en una actividad que no está regulada o que tiene la posibilidad de eludir derechos… en realidad se convirtió en un libertinaje laboral".
Según versiones gremiales en la próxima reunión de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) se plantee una recomendación a los distintos gobiernos para atender la situación de este sector laboral, que se inscribe entre los más precarizados, sobre todo en economías emergentes.
En tanto, Plaini acusó a las empresas de querer impedir el tratamiento de su proyecto, manifestando que "son las mismas que se preocupaban por regularizar a sus programadores. Para el conocimiento piden regulación y para la fuerza del músculo, esclavitud". Añadió que: "Lo que planteamos -y ya tiene media sanción por unanimidad- tanto en la comisión de Legislación de Trabajo y en el Senado es el proyecto para tener un registro provincial único y obligatorio de los trabajadores y trabajadoras" de las aplicaciones.