La economía que viene, casi una réplica del año 2006
Los pronósticos que hoy mantienen la mayoría de los economistas para los próximos meses giran en torno a un supuesto: por la estabilidad lograda en la macro, y por la propia voluntad del Gobierno de no "innovar" demasiado en un período electoral, el escenario de este año terminará siendo muy similar al de 2006.
En general, los economistas consultados por Infobaeprofesional.com se inclinaron por estimar cifras no muy diferentes a las que arrojó el cierre del año: un crecimiento de entre 6,5 y 8 por ciento, una inflación esperada de 10% y un dólar que oscilará en una banda rígida de 3,10 y 3,20.
Pero todos los expertos estiman que el crecimiento superará con facilidad el "prudente" 4% previsto en el Presupuesto de este año, en al menos 2 ó 3 puntos porcentuales. Sólo por arrastre, la economía argentina percibirá una expansión de 3,4% similar a la que había sido descontada para el PBI de 2006, que finalmente habría cerrado en 8,5%, por el desarrollo de los sectores más pujantes, como la construcción y la industria automotriz.
"El impulso permitiría llevar el avance del PBI al 5,5%, como mínimo, que seguirá siendo impulsado por la construcción y el consumo", arriesgó Manuel Solanet, de la consultora Infupa. La variación pronosticada es, en todo los casos, notablemente optimista: Ecolatina prevé un incremento de 7,5%; Exante, de 6,5%; FIEL, de 7,4%; y el IAE, de 7,3%; Economía y Regiones, de 7,9%; y a ella se le suman presunciones similares del resto de los economistas.

El último informe de E&R, la consultora que dirige Rogelio Frigerio, habla de que "este año se crecería a un ritmo un poco menor que en 2006", porque "los sectores que más han contribuido al crecimiento del PBI durante los últimos tres años (el campo, la construcción y la industria) han ido disminuyendo su participación en el tiempo".
Con todo, los rubros que sostendrán la economía tampoco variarán: "Entre los sectores que impulsarán el PBI, la construcción va a estar en primer lugar, con un crecimiento por encima del promedio; en segundo lugar, la industria, con el sector automotriz y los productos minerales no mecánicos (insumos en la construcción); y en tercer lugar, la intermediación financiera, con un proceso de normalización del crédito", explicó a Infobaeprofesional.com el economista jefe de FIEL, Daniel Artana.
Claro que, aunque con esta desaceleración, se espera que durante el 2007 continúe el avance de estos rubros: la construcción aportaría 1,1 puntos al PBI; la industria, con ayuda de la producción automotriz, 0,9 puntos; el comercio, 0,9 puntos; y los bancos, 0,8 puntos.
Para el economista Pablo Rojo, que prevé un incremento del 6% en el PBI, durante el próximo año caerá el ritmo de crecimiento de aquellos sectores que están sujetos al control de precios. Porque hoy las distorsiones provocan niveles muy bajos de inversión en los sectores que lideran el crecimiento". Se trata de una situación que, a su juicio, podría evitarse "liberando el sistema de precios y compensando las tensiones inflacionarias con superávit fiscal".
La contrapartida a la expansión en la oferta estará dada por el efecto sobre la evolución de los precios que llegaría con una respuesta en la demanda agregada. El margen para el índice está acotado por las consultoras entre 9,6% y 11%, no muy diferente al que cerró el 2006.
En diálogo con infobaeprofesional.com, el economista Orlando Ferreres calificó a este índice como "el más importante del año", pero advirtió que "lo más posible es que el Gobierno haga algo por mantenerlo controlado". En cambio, para el economista Ricardo Delgado, de Ecolatina, la solución podría hacerse esperar por tratarse de un año electoral: "Es muy difícil que se asuman los costos de estos necesarios giros en la política económica. Pero debería revisar sus políticas y comenzar a utilizar otros instrumentos para contener la demanda. El fondo anticíclico anunciado en 2005, para contribuir al equilibrio macro a partir de una política fiscal menos procíclica, nunca se ejecutó", afirmó a infobaeprofesional.com.
El economista de Infupa, Manuel Solanet, también destacó la cuestión como una cuenta pendiente en la agenda del corto plazo. "El Gobierno deberá atacar la inflación en sus causas y no en sus efectos; y deberá salir del congelamiento de precios cuanto antes. Deberá hacerlo, sea o no un año electoral", comentó.
Una de las grandes presiones sobre los precios estará dado también por la mayor circulación de pesos en el mercado que resulta de las constantes intervenciones del Banco Central en el mercado cambiario para mantener depreciado el peso, que hoy son alcanzan los $150 millones diarios. "Vamos a tener dos años sin mayores tensiones. El dólar va a seguir fijo, para evitar el atraso cambiario de los ’90. Es cierto que, con la esterilización del Banco Central, eso termina metiendo muchos pesos en la calle, y entonces puede haber consecuencias inflacionarias", explica el economista del IAE, Eduardo Fraccia.
Una muestra de la eficiencia del Banco Central en mantener el precio del dólar es la coincidencia que se da entre las estimaciones de la entidad y los economistas, ubicadas en una banda de entre $3,10 y $3,20. En las primeras horas de 2007, el dólar al público cotizó en 3,09 pesos a la venta. Una evidencia de que no necesitará de grandes modificaciones en los próximos meses.
Ignacio Olivera Doll
iolivera@infobae.com
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